ZeniMax, propietaria de id Software y Bethesda Softworks, alega que el creador de Doom John Carmack robó cientos de archivos de la compañía para desarrollar Oculus Rift.
Esta disputa no es nueva, ya que desde 2014 Zenimax asegura que Carmack consiguió información antes de abandonar la compañía y entrar en Oculus. La empresa de realidad virtual, comprada por Facebook, se defendió.
Ahora, dos años más tarde, la querella se ha modificado para acusar formalmente a Carmack de robar documentos incluso después de terminar su trabajo en verano de 2013, poco antes de convertirse en el jefe de tecnología de Oculus, el 1 de agosto de ese año.
"Antes de dejar ZeniMax, Carmack copió ilegalmente y en secreto cientos de documentos propiedad de ZeniMax de su ordenador con un dispositivo USB que se llevó a Oculus. Después se unirse a Oculus, Carmack volvió al edificio y tomó sin permiso una herramienta personalizada que Carmack y otro personal de ZeniMax habían desarrollado para trabajar en realidad virtual".
Esta querella también dice que Carmack unió fuerzas con el fundador de Oculus, Palmer Luckey, en abril de 2012, un mes antes de mostrar el casco en el E3 2012, en un encuentro con ZeniMax. Antes del E3, Oculus Rift era "un prototipo que carecía de sujeción, programas específicos de realidad virtual, sensores de movimientos y otras características importantes para hacer un producto viable".
"Carmack recibió una copia del prototipo, y él y otro personal de ZeniMax añadieron numerosas mejoras. Juntos, transformaron Rift con componentes físicos y realizando programas para su funcionamiento".
Acusaciones al fundador de Oculus, Palmer Luckey
ZeniMax acusa a Palmer Luckey de fraude, y que su historia sobre desarrollar Rift de joven es una invención: "Oculus, bajo la dirección de Brendan Iribe, ha extendido a la prensa la falsa historia sobre que Luckey era un inventor brillante de realidad virtual que desarrolló tecnología en el garaje de sus padres".
"Esa historia es completamente falsa: Luckey carecía de la experiencia, recursos, conocimientos para crear tecnología VR viable, sus habilidades de programación eran rudimentarias, y se apoyó en el código de ZeniMax y sus juegos para demostrar el prototipo de Rift".
"Luckey informó a Iribe y otros sobre el acuerdo que había firmado, que confirmaba que ZeniMax era propietaria de la tecnología utilizada por Oculus. Durante el resto de 2012, Oculus empezó a ser evasiva y no cooperar en las discusiones con ZeniMax sobre una compensación apropiada para su tecnología y soporte".
