Joe Biden, vicepresidente de los EE.UU., no ha hecho finalmente ningún tipo de referencia a los videojuegos en su informe sobre la violencia en el país, que podría llevar a tomar medidas legislativas para restringir el libre acceso a las armas.
Reuniones con múltiples sectores
Hace una semana, Biden tuvo una reunión con representantes de la industria del videojuego. A la misma asistieron miembros de la ESA (la patronal del videojuego en EE.UU.), la cadena de tiendas GameStop y grandes multinacionales del sector, como Take-Two o Electronic Arts. John Riccitello, director de Electronic Arts, aseguró entonces que el gobierno "no está culpabilizando a la industria del videojuego. Lo cierto es que ni siquiera sabemos si algunas de las cosas que la gente asume que influyen en la violencia tienen siquiera algún tipo de impacto".Esa fue una de muchas otras reuniones con múltiples sectores sociales e industriales que han incluido también la patronal del cine de EE.UU., la Asociación Nacional del Rifle, asociaciones ecologistas, feministas, etc.
19 propuestas para prevenir las masacres
La serie de reuniones que ha mantenido Biden con diferentes asociaciones estuvo motivada por las últimas masacres escolares del país y ha resultado en 19 propuestas ejecutivas para reducir el nivel de violencia que han sido presentadas al presidente, Barack Obama.
Pese al escándalo en torno a videojuegos, e incluso después de que la Asociación Nacional del Rifle buscara culpabilizarlos, no ha habido referencia alguna a los videojuegos.
Las medidas no consideran a los videojuegos responsables de la violencia
La omisión plena de referencias a la industria del videojuego o a los contenidos de los videojuegos, directa o indirectamente, pese a las habituales críticas de organizaciones conservadores y singulares inciativas como montar hogueras indica que el gobierno estadounidense no los percibe como un problema ni como detonante de los actos de violencia.