Tras la "época oscura" de Rare, en la que el estudio pasó varios años desarrollando juegos para Kinect, parece ser que el equipo británico se enfrenta a un desafío que puede ser decisivo para el futuro. En esta generación Microsoft no pasa por su mejor momento, y hace apenas unas semanas, demostró que no le tiembla el pulso a la hora de cerrar estudios –incluyendo algunos legendarios como Lionhead–, si eso es lo que los jefes piensan que es lo que hay que hacer para sacar el negocio adelante.
Rare es un estudio tremendamente polivalente; lo mismo te hacían un juego de disparos en primera persona espectacular que te sacaban uno de los mejores plataformas del momento. Revisando el historial de Rare, queda claro no son de estancarse en un género, y en la época de GameCube querían probar con algo nuevo, algo que pocos estudios habían desarrollado en consolas: hablamos de un MMO, siglas de, como sabéis, multijugador masivo en línea.
Tras terminar con el desarrollo de Perfect Dark, a mitad del 2000, Rare comenzó a experimentar con lo que podría dar de sí Dolphin, la nueva consola por aquel entonces de Nintendo, que acabaría comercializándose con el nombre de GameCube. Una de las principales características que ésta ofrecía era la conexión a internet, algo que anteriormente había estado bastante limitado, y apenas había dejado de ser algo anecdótico en países como Japón.
Así, nacía un título bautizado internamente como Elements of Three Powers –que nada tiene que ver con Kameo: Elements of Power–, aunque es posible que éste acabara adoptando el subtítulo a posteriori–, un MMO de fantasía que no terminó de cuajar. Un año después, en 2001, se reconvertía en Quest, un MMO de disparos ambientado en el espacio, que, a diferencia de otros MMO de la época, apostaría por los tiroteos como forma de acción. Aunque no hay ningún detalle concreto al respecto, lo que el equipo podría tener en mente podría haber sido algo parecido a Destiny, siempre con las limitaciones de los 128 bits.
Hablando de equipo, los responsable de este proyecto eran Mark Edmonds (GoldenEye, Perfect Dark) en la programación, Duncan Botwood (que participó en los mencionados títulos también) en el diseño y Chris Seavor (Conker's Bad Fur Day) en el arte. Durante dos años, Elements of Three Powers estuvo en marcha con 13 personas trabajando en él, y parece que nunca fue un proyecto prioritario, quedando en segundo plano ante otros títulos como Conker's Bad Fur Day o Star Fox Adventures.
La falta de un diseño claro que seguir hacía que el juego avanzase bastante más lento de lo ideal, y así llegamos a 2002, un clarísimo punto de inflexión para Rare. En septiembre de ese año, Microsoft compra Rare por unos nada despreciables 375 millones de dólares, y junto al estudio se lleva todas sus licencias, incluyendo las que estaban todavía en desarrollo para GameCube. El proceso lógico es trasladarlas de la consola de Nintendo a la Xbox original, y mientras que algunas progresan con éxito, como Kameo, otras se replantean, como es el caso de Elements of Three Powers.
La Xbox original ya tenía un buen catálogo de juegos online para la época (y además, para disparar en un entorno de ciencia ficción ya estaba Halo) por lo que Microsoft decidió que lo más sensato era poner a trabajar a esos 13 empleados en otros títulos que aprovechasen de paso las licencias que habían comprado junto al estudio. Eso sí, ésta fue sólo la primera muerte del proyecto, ya que, años más tarde, Rare volvería a intentar retomarlo.
Curiosamente, tras terminar Perfect Dark Zero, la historia se repitió, y Rare se puso a trabajar en la versión original ambienta en un mundo de fantasía, y ahora bautizada como Cascade. Pocos detalles hay claros sobre este proyecto, más allá de que nos transportaría a un mundo abierto y conectado con otros jugadores, en el que tendríamos que combatir con criaturas fantásticas.
Rare trabajó en la versión de Xbox 360 durante algo menos de dos años, también con un equipo pequeño, hasta que en 2007 Microsoft canceló definitivamente el proyecto para poner a esos empleados (o al menos, parte) a desarrollar un remake/remasterización de GoldenEye para Xbox 360, que, irónicamente, tras un año en desarrollo y tras estar totalmente terminado –logros incluidos– también fue cancelado.
Ahora, con Sea of Thieves, Rare parece que va a poder quitarse la espinita del MMO –aunque no quieran calificarlo como tal–, y estamos deseando cómo es el esperado retorno de una de las compañías más queridas de la industria.
Apéndice:
Más imágenes del diseño de uno de los personajes del juego:
Un vídeo con pruebas de animación: