Parece bastante claro que la "nueva" Rare ha llegado para quedarse. El estudio inglés ha dejado de crear títulos para una audiencia más jugona y adulta para centrarse en experiencias más familiares, un poco del género que hoy se bautiza como party, y sobre todo, basadas en el sensor de movimiento de Xbox, tanto 360 como One: Kinect. La cámara de Microsoft quiere convertirse en un elemento imprescindible para la compañía, y como prueba de ello es la inclusión de periférico con Xbox One, y la apuesta de juegos exclusivos como Kinect Sports Rivals.
Lo de Rare y los sensores de movimientos no es nuevo, ya que según reveló Nick Burton, director de talento del estudio, la compañía había experimentado hacía tiempo ya con acelerómetros e incluso con el mítico Power Glove para NES. ¿Os imagináis lo que podría haber dado que hablar un juego de Rare compatible con el mítico guante? Pero lo cierto es que nunca habían conseguido que el periférico de turno funcionase con la precisión que buscaban, y lo habían ido dejando pasar hasta que llegase la tecnología adecuada.
Burton explicó también que Rare saltó encantada a la tecnología de Kinect cuando se les ofreció esta posibilidad, "sólo por las oportunidades que ofrece... porque elimina una capa entre el jugador y la máquina". La apuesta de la una vez llamada Rareware por la cámara es clara, pero lo cierto es que antes de centrarse en Kinect, el estudio ya probó por su cuenta otros sistemas de control de movimiento.
No hace demasiado tiempo, probablemente entre 2007 y 2008 –aunque pudo ser incluso antes–, Rare estuvo trabajando en lo que sería un nuevo periférico para Xbox 360, junto al primero de muchos juegos que, se esperaba, harían uso de él. Este periférico era una especie de mando alargado, con sensores de movimientos internos –acelerómetros y demás– y una luz en su extremo superior, que funcionaría junto a la Vision Camera de Xbox 360.
Sabemos lo que estáis pensando: un PlayStation Move. Pues sí, lo cierto es que la tecnología era prácticamente la misma. El dispositivo en cuestión no ha tenido ningún nombre conocido, por lo que suele hacérsele mención como "la varita de Rare", y así seguiremos llamándolo a lo largo de este artículo. La varita de Rare tuvo un origen un tanto curioso, y es que cuando Rare decidió experimentar con esta tecnología, construyeron un rudimentario prototipo utilizando un bote de vitaminas de un supermercado, e insertando todos los componentes en el mismo.
Aunque desconocemos si se realizaron más prototipos, Burton mostró el "concepto" fabricado con el bote de vitamina y mucha cinta aislante o de carrocero, aunque parece ser que les quedó un mando con un diseño quizá un tanto desacertado, tal y como podéis ver en las imágenes que acompañan el artículo. Suponemos que de haberse lanzado habría cambiado su apariencia, pero éste es el único modelo que Rare ha mostrado.
Para demostrar las posibilidades de la varita, Rare preparó un juego llamado SoulCatcher, sobre el que pocos detalles han trascendido. Sabemos que era, al igual que el periférico, un título para Xbox 360, que jugaríamos en primera persona, y que nos ofrecería una aventura de acción en primera persona, donde podríamos derrotar a diferentes tipos de enemigos haciendo uso de todo tipo de ataques que activaríamos realizando multitud de gestos con el nuevo periférico. Al igual que la varita, Burton presentó este juego en una charla que realizó en Brighton, Inglaterra, pero ninguno de los presentes se preocupó de inmortalizar el vídeo de SoulCatcher que allí expuso.
Burton aseguraba que SoulCatcher y la varita recorrieron un largo camino para "demostrar que puedes tener ese tipo de profundidad de experiencia hardcore con este tipo de esquema de control", aunque Microsoft no pensaba lo mismo. En 2010, y ya con Kinect anunciado, Chris Lewis, vicepresidente de entretenimiento interactivo de Microsoft, aseguró que en la compañía americana habían experimentado con la tecnología de PlayStation Move, pero que no habían quedado satisfechos.
Rare no desveló la varita hasta 2011, por lo que entonces las referencias de Lewis eran desconocidas. "Kinect es el paso innovador en el que no pones trozos de plástico en la mano de la gente para controlar la experiencia", seguía defendiendo el vicepresidente para desmarcar su sensor del de Sony. Obviamente, Microsoft no iba a alabar la tecnología rival, pero lo cierto es que la propuesta de Rare no pareció haber recibido mucho apoyo entre sus superiores.
Curioso es también que Nintendo rechazó también esta tecnología cuando estaba trabajando en Wii, según reveló su presidente, Satoru Iwata, abandonando la luz en el mando y la cámara en la consola por una serie de sensores –el receptor en el Wii Remote y el emisor en una barrita que se coloca junto al televisor– para revolucionar el entretenimiento doméstico durante la pasada generación. ¿Qué habría sido de Microsoft y Rare si le hubiesen dado luz verde a este proyecto? Probablemente, ya nunca lo sabremos.