El día 23 Far Cry vuelve con una entrega no numerada, pero con la misma importancia que si llevase un 5 detrás, de acuerdo con Ubisoft. Si nos seguís desde hace tiempo, quizás recordáis que hace tres años (¡tres años ya!) os hablamos de cómo nació esta saga. Hoy, y con más razón que nunca, queremos volver a este proyecto, no sólo para hacerlo coincidir con Far Cry Primal sino también con un lanzamiento de Crytek que ha pasado un tanto desapercibido, pero que está también muy, muy relacionado.
Pero vayamos por partes. Tenemos que remontarnos hasta el año 2000, cuando, en el ECTS, Crytek presenta su motor CryEngine con el apoyo de Nvidia. Con uno de los motores más potentes y uno de los fabricantes de hardware más ambiciosos detrás, ya os podéis imaginar el potencial que la demo técnica presentada era una de las más avanzadas de su época. Además, estaba ambientada en una isla llena de dinosaurios, algo que atrajo a muchos usuarios.
También atrajo a Ubisoft, que firmó un acuerdo con Nvidia para trabajar en un nuevo proyecto utilizando como base esta demostración. Mientras la compañía francesa se ponía manos a la obra, Nvidia dio forma a otra demostración, concebida como un juego educativo en el que podíamos conocer todo sobre los dinosaurios que en él estarían presentes, además de ver incluso cómo interactuaban entre ellos y con la flora de la época.
Este proyecto menor se conocía como X-Isle: Dinosaur Island, y en principio sólo compartía tecnología y assets –es decir, modelos poligonales, texturas, etcétera– con el proyecto en el que trabajaba Ubisoft. X-Isle: Dinosaur Island no pasa realmente de ser una demostración que servía también para mostrar la potencia de las GeForce de la época, pero el juego de Ubisoft sí que lo hace.
X-Isle, como había sido bautizado el título de Ubisoft, era un juego de disparos en primera persona, aunque con un componente estratégico, ya que tendríamos que controlar a diferentes escuadrones de apoyo. Curiosamente, ya allá por el año 2000, los franceses tenían dos temas de notable popularidad hoy en día: los dinosaurios y los alienígenas ancestrales. Los extraterrestres querían retomar el control de la Tierra –que habrían habitado antaño–, y para ello recurren a los dinosaurios.
Los rivales como tal no serían los saurios, sino los extraterrestres, que estarían relacionados de alguna manera con aquéllos, pero para defender nuestro planeta sería necesario enfrentarnos con los gigantescos animales prehistóricos, y además, hacerlo con la avanzada y futurista tecnología que los alienígenas habrían traído desde su hogar en alguna parte del espacio exterior. Las batallas prometían ser espectaculares, ya que Ubisoft aseguraba que la tecnología de Crytek les permitiría tener hasta 50 dinosaurios en pantalla, algo que si ya se nos antoja una brutalidad en la actualidad, imaginaos hace 15 años.
Por razones que desconocemos, Ubisoft decide centrarse en los alienígenas y dejar a los dinosaurios un poco de lado. Ahora los principales rivales no serían los reptiles, sino los extraterrestres, y en lugar de centrar los combates en las gigantescas criaturas se centrarían en los aliens para ofrecer tiroteos más tradicionales. Argumentalmente también vimos una transición, ya que ahora nos iba a tocar explorar unas islas invisibles.
Las "Islas X" que daban nombre al juego eran unas islas que habían aparecido de repente y que unos compañeros de nuestro equipo habían ido a explorar. Nuestros compañeros nunca retornaron, y ahora era nuestro turno de ir a ver qué pasaba. Entonces descubríamos que en realidad habían estado siempre ahí, pero los extraterrestres habían usado desde tiempos inmemoriales una tecnología extremadamente avanzada de control de la luz para evitar el reflejo y, consecuentemente, que las islas fueran visibles.
Durante millones y millones de años, ocultos en estas islas, una especie descendiente de los dinosaurios y mucho más avanzada que el hombre había permanecido oculta, pero ahora que habían salido a la luz no tenían intención de desaparecer. Esta propuesta tampoco termina de convencer, y Ubisoft y Crytek pasan a centrarse en un concepto más tradicional e individual, descartando el sistema de escuadrones y los dinosaurios para desarrollar lo que se acabaría conociendo como Far Cry.
Obviamente, Far Cry también sufre su evolución oportuna, tanto en lo visual como en lo jugable, pero ya sí que era reconocible como el título que acabamos jugando. Hoy recordamos este título porque, como decíamos anteriormente, tanto Ubisoft como Crytek han vuelto, en cierta medida, a él. Con Far Cry Primal Ubisoft vuelve a la prehistoria, y muchos no sabrán que Crytek ha vuelto directamente a la Isla X.
Como sabéis, este estudio está bastante centrado en la realidad virtual, y su última demo –disponible en Steam– se llama Back to Dinosaur Island, una clarísima referencia a X-Isle: Dinosaur Island, el juego educativo en el que trabajaron hace ya más de 16 años. De un modo u otro, es curioso saber que esa isla misteriosa, desaparecida o invisible, ha conseguido volver hasta nosotros.
Apéndice:
Pantallas de versiones tempranas de Far Cry:
