Volition anunció recientemente que estaba trabajando en Saints Row, un reinicio de su saga más exitosa de los últimos años, que ha eclipsado a su otra gran serie, Red Faction. Saints Row comenzó como un título «realista», y poco a poco fue evolucionando hasta convertirse en una aventura más disparatada que culminaría con Agents of Mayhem. Durante el camino, eso sí, se perdieron un varios proyectos paralelos, incluyendo el que hoy nos ocupa.
De todos estos proyectos perdidos, un par de ellos ya han aparecido en esta sección: Saints Row: Money Shot y Saints Row: Undercover. Hoy sumamos el tercero; un proyecto igualmente interesante llamado Saints Row: The Cooler.
La época del control de movimiento
Allá por marzo de 2010, cuando Kinect era todavía un producto en desarrollo llamado Project Natal y a PlayStation Move todavía le quedaban meses para su lanzamiento, diferentes estudios ya trabajaban en proyectos para acompañar ambos dispositivos en su llegada al mercado. Uno de esos estudios era Heavy Iron Studios, un equipo californiano que ha desarrollado multitud de juegos basado en películas de Disney, pero que también han colaborado en la creación de títulos como el reciente Marvel’s Avengers, Crash Bandicoot 4: It's About Time o varios Call of Duty.
Entonces, Heavy Iron colaboró con Volition y THQ para hacer lo propio con la saga Saints Row. Titulado Saints Row: The Cooler, iba a ser un juego de lucha controlado por movimiento con dos versiones, una para Xbox 360 y Kinect, y otra para PlayStation 3 y PlayStation Move, aunque la de la consola de Microsoft era la versión principal y para la que se realizó todo el trabajo mientras estuvo en desarrollo.
A nivel jugable, Saints Row: The Cooler era un yo contra el barrio que nos llevaba a diferentes localizaciones de las dos primeras entregas, así como varias creados específicamente para la ocasión. Lógicamente, iríamos acabando con los malos con puñetazos y patadas, progresando así hasta los tres jefes que nos separaban del final de la aventura. El control, lo podéis imaginar: diferentes movimientos frente a la cámara con los PS Move replicarían diferentes movimientos en el juego, incluyendo puñetazos, ganchos o incluso agarres. Además, había una especie de hub, un escenario principal en el que personalizar a nuestro protagonista, buscar a otros jugadores para el modo cooperativo online, o vivir la auténtica experiencia Saints Row: emborracharnos, ver a unas cuantas strippers bailar ante nosotros, y jugar al póker.
Saints Row: The Cooler tenía planeado expandir su núcleo jugable con diferentes armas que podíamos usar para combatir, pudiendo cumplir el sueño de reventarle la botella en la cabeza a alguien en una pelea de bar, o realizando hasta 40 combos con nuestros movimientos. También había la posibilidad de personalizar a nuestro protagonista, jugar en cooperativo a través de internet y, para los aficionados de la saga, expandir la historia previa a Saints Row 3.
Una despedida repentina
Tras seis meses de desarrollo y con el juego al 60 por ciento, THQ decide cancelarlo, aparentemente, al tener ciertas dudas sobre su calidad. Saints Row: The Cooler –que, por cierto, tomaba su subtítulo del mote de su protagonista, «el enfriador», porque lo llamaban para enfriar al personal cuando se calentaba la cosa– ni siquiera llegó a anunciarse, pero al coincidir con la época en la que THQ no pasaba por un buen momento financiero, no es tampoco raro pensar que fuese la víctima de uno de esas cancelaciones con las que la editora intentó salvarse.
Al menos, y en cierto modo, Saints Row: The Cooler consiguió salvarse. Por una parte, el concepto y parte del trabajo hecho se aprovechó para UFC Personal Trainer (como nos cuentan en Unseen64) y, por otra parte, el estudio donó una versión en desarrollo al Museo Nacional del Videojuego (National Videogame Museum) para preservarla, junto a otros proyectos sin lanzar, de cara al futuro. ¿Podremos jugarlo algún día?