Hellblade tiene un final secreto, no demasiado diferente, pero que nos ayuda a conocer más sobre la historia del juego.
Para desbloquearlo necesitamos conseguir todas las runas coleccionables (las que encontramos en piedras y que nos cuentan más sobre eventos pasados), y al cruzar el último portal, antes de enfrentarnos a Hela, una secuencia adicional aparecerá.
En esta secuencia, Druth nos cuenta que en realidad él no es quien pensamos, y revela que es un cobarde que no pudo proteger a su gente.
Descubre que él fue el que guió a los invasores a los tesoros y los pueblos, en un intento por conseguir un intercambio que llevase a la paz, pero que su buena voluntad se encontró de frente con violencia y esclavitud.
Durth desvela también que vio a otra persona hacer lo mismo, aunque no sufrió las mismas consecuencias. Este hombre vendió a su pueblo, y venía de la aldea de Senua. Con esto, Durth quiere que Senua sepa que lo que nos hace más daño es lo que tenemos más cerca, no los dioses. Con este aviso, Senua continúa su camino hacia el final de la aventura.