Es muy habitual intentar retener a todos los jugadores posibles en nuestra plantilla sin preocuparnos de que puedan tener minutos de calidad durante la temporada. Todos pensamos en posibles lesiones o sanciones, pero debemos ser conscientes de que no podemos tener a una joven promesa en el banquillo mientras vemos como baja su moral, su rendimiento y su valor de mercado. Una opción muy buena para compensarlo son las cesiones.
La idea es que nuestro jugador, siempre con cesiones de un año y sin opción de compra, demuestre todo su potencial en un club más pequeño o de ligas extranjeras, para recuperarlo un año después a coste cero y con mucha más experiencia. Es por ello muy importante que elijamos con cabeza el club al que vamos a cederlo, ya que nos debe garantizar minutos de calidad.
Teniendo esto claro, no debemos dudar en cederlo a un equipo pequeño de cualquiera de las grandes ligas ya que, aunque no jugará en un gran club, estará disputando competiciones importantes y midiéndose contra los mejores jugadores del mundo.
Las cesiones son una estrategia muy práctica que además evita que paguemos el salario o parte del mismo durante todo un año, por lo que, si todo sale bien, un año después tendremos un jugador mejor, revalorizado económicamente y a coste cero.