Me gustaría hacer un alto en el camino en estas fechas tan señaladas para hablaros de cómo se viven las fechas navideñas en un país como Japón. A pesar de que la gran mayoría de la población del país profesa una religión sintoísta y muchos también visitan templos budistas, algo tan occidental como las fiestas navideñas tiene mucha influencia en el país nipón. No entraré en detalles o valoraciones religiosas, pero es muy extraño vivir en un país tan alejado del cristianismo y ver cómo ciertas tradiciones son adaptadas en su factor más consumista. No nos engañemos, Japón es un país muy consumista.
Durante muchos años el país del sol naciente ha recibido muchas influencias externas, especialmente norteamericanas, y esto ha provocado que muchas fechas especialmente importantes de esta sociedad se trasladen también a Japón, a pesar de tener una base religiosa completamente diferente.
En Japón la navidad se vive incluso más que en España o que los países sudamericanos (no quiero olvidarme de nuestros seguidores en dicha región). Si durante los muchos años que viví en Madrid cada año veía evolucionar la decoración navideña de sus calles y edificios, está claro que en este aspecto también quedamos a años luz. Prácticamente todos los centros neurálgicos tienen una cantidad de luz y objetos navideños impactante. Yo siempre pensé que en un lugar como Japón este tipo de tradición podría ser interesante para algunas personas pero no pensé que llegaría a este punto. Por supuesto Santa Claus o Papá Noel también hace su aparición y muchos pueden disfrutar sus navidades con regalos, cenas de empresas, familiares, etc. Eso sí, no se suele considerar día festivo en muchas compañías, así que más le vale no hacer ruido al hombre de rojo con su saco entrando por la chimenea de madrugada, que mañana hay que levantarse a las siete de la mañana.
En cada tienda de ropa, calzado, panadería, etc... a la que entremos nos encontraremos con decoración navideña y muchos, muchos árboles de navidad. Aquí os dejo una foto del primer lugar en Japón donde se ha usado un determinado tipo de luz específica (creo recordar que era una LED especial) de color rosa (simulando el color cuando brotan los cerezos). La visión general es onírica y te podrá gustar más o menos el ambiente navideño, pero la verdad es que pasear por un lugar así es una experiencia. Encontraremos todo tipo de luces, simulando cascadas, de varios colores, asemejándose a la caída de la nieve... y en algunos sitios hasta el más mínimo arbusto de poca monta estará perfectamente decorado y dentro del papel navideño. Bueno, al fin y al cabo estamos en el país de los grandes luminosos en los edificios, los neones por doquier, etc...
Sin embargo no sólo la Navidad es una fiesta que ha llegado a Japón, otros eventos menores también han sido adaptados en este país. El día de San Valentín también existe aquí, aunque con ciertas modificaciones. El catorce de febrero las chicas regalan a los chicos chocolates. Se regalará dicho producto a tu padre, a tus amigos o compañeros de trabajo, eso sí el chocolate más grande, o más especial, será para tu pareja. Este día también se utiliza como táctica para que aquellas tímidas adolescentes hagan ver a ese chico especial sus amorosas intenciones, ¿cómo?, simplemente ofreciendo el mayor chocolate a la persona en cuestión. Así que chicas, si la crisis se ha cebado en particular con alguna de vosotras o no queréis gastar mucho en el próximo San Valentín, ofrecedle a vuestra pareja una tableta de Nestle con almendras y le comentáis que estáis viviendo ese día a la manera japonesa, para ser más original. Esta es una práctica muy popular, así los grandes ídolos de la televisión llegan a juntar camiones de chocolates de sus fans.
¿Y qué pasa con los chicos? Ellos no regalan en San Valentín, pero como agradecimiento a este día, los japoneses se han inventado el White Day. El catorce de marzo es el momento en que los chicos regalan a las chicas, pero esta vez serán dulces, no chocolate. Así pues es el momento perfecto para compensar a aquellas personas que te regalaron el mes pasado.
En conclusión, Japón se ha unido al carro de celebrar las navidades, el día de san Valentín o inventarse algunos días más para motivar un poco las ventas en determinados momentos del año. Eso sí, que nadie les pregunte sobre el origen de las fiestas porque seguramente no tendrán ni idea. Pero bueno, qué más da. Son días para celebrar.