Como bien sabéis, durante estos días os estamos ofreciendo los 12 días de Nintendo 3DS, donde os iremos contando lo que hemos podido probar en el Nintendo World que se está celebrando en Tokio. En este capítulo de Conexión Japón, fuera de las impresiones que os iremos ofreciendo, voy a hablaros un poco de lo que pudimos ver allí.
En primer lugar, nada más llegar el primer día me asaltaban las dudas sobre la cantidad de gente que asistiría al evento. El Makuhari Messe, el lugar donde también se celebra el Tokyo Game Show, es bastante amplio, sin embargo Nintendo sólo había habilitado un pabellón de los doce que tiene el complejo para mostrar sus productos. Cuando llegamos en la temprana y fría mañana, las colas no se hicieron esperar. Una gran cantidad de gente se alineaba fuera, así como en el vestíbulo interior, para entrar al pabellón correspondiente. "Bueno –pensé- vamos a estar más apretados que en el tren a las ocho de la mañana"; sin embargo, dentro la cosa cambió bastante.
Y es que debemos aplaudir la organización de Nintendo. El camino de la estación correspondiente hasta el centro donde se organiza el evento dura unos diez minutos a pie. Mientras que durante el Tokyo Game Show no había ningún tipo de indicación, Nintendo puso trabajadores indicando el camino desde que salías de la estación. Asimismo, la organización en el interior también fue ejemplar. A pesar de la cantidad de personas que acudieron, la compañía nipona organizó todo de una manera bastante diáfana, con los stand de cada videojuego bastante estrechos, y donde podíamos jugar en cualquiera de ambos lados. Estamos en Japón, ahorremos espacio.
En cada uno de los lugares de cada videojuego teníamos alrededor de 24 Nintendo 3DS y, por cada dos de ellas, un azafato/a que te explicaba la jugabilidad de cada uno de los títulos. Si bien es cierto que sólo en algunos lugares te ofrecían un asiento alto (como el de la barra de los bares), en el resto de lugares debías jugar de pie, para acostumbrarte a cuando juegues en el metro, supongo.
En cuanto a la consola, la verdad es que el efecto 3D que ofrece es alucinante. Me recordó mucho a mi infancia cuando me ponía bizco intentando ver la imagen 3D que se supone que el libro del Ojo Mágico me estaba proporcionando, sólo que en esta ocasión no hacía falta ponerse bizco. Muchas personas puede que les asalte la duda de: "¿Pero no te marea o te duelen los ojos al jugar?". Personalmente no tuve ningún problema de este tipo, aunque bien es cierto que, cuando probamos el Metal Gear, al principio tuve que ajustar un poco el 3D ya que no estaba a mi gusto. Para los que no tenían conocimiento, la 3DS tiene una regulación del volumen de 3D para adaptarlo a tu vista y gustos, y el mínimo supone 2D "tradicional".
Eso sí, me veo en la obligación de afirmar que el 3D requiere la consola en cierta posición con respecto a nuestros ojos. El balanceo lateral, en relación con nuestra vista hace que no veamos las imágenes nítidas, pero la posición normal establecida para jugar proporciona una buena visibilidad, así que no habrá muchos problemas si no sois de los que os emocionáis en exceso y movéis la consola al ritmo del aporreamiento de botones sin piedad.
En otro orden, quedé sorprendido de la calidad gráfica que presenta. Estamos hablando de los primeros títulos de un soporte portátil, y la verdad que el colorido y acabado de algunos juegos es muy bueno, aunque el tratamiento del 3D se nota más trabajado en algunos que en otros. Habrá que esperar a ver qué más cositas nos van ofreciendo.
Una de las grandes decepciones del evento fue la falta de Cosplay. Las azafatos y azafatos de las compañías fueron bastante discretos con sus respectivos uniformes e incluso entre el público no pudimos ver algún Link o Solid Snake. Al fin y al cabo estamos en Japón, siempre hay alguien que hace Cosplay. Sólo las azafatas de Ridge Racer 3D y un Mario y Luigi improvisados para el momento hicieron aparición. Eso sí, al poco tiempo se separaron para probar los diferentes títulos, creo que Luigi estaba algo mosqueado porque siempre le tocaba ser el player dos.
Ahora, eso sí, entre los asistentes la edad se establecía entre 4 y 70 años. Aquí queda patente la vinculación del mundo de los videojuegos con la cultura japonesa. Mientras que en España para poder ver esto la generación de los 80 aún debe cumplir algunos años más, en Japón Nintendo ha conseguido engatusar a jóvenes y mayores al mismo tiempo. En las instalaciones vi como un niño de unos 4 años jugaba a un juego japonés de DS de puzles (lo siento no llego a conocer los nombres de todos los juegos de DS de aquí) en el que debes hacer trabajar un poco el coco, y el pequeño pasaba las fases de una manera majestuosa. A su lado su padre le miraba orgulloso. En el mismo momento, es posible que en Madrid la misma situación ocurriera pero el padre respondería con una pequeña colleja y la frase: "Quieres dejar ya los marcianitos". Asimismo pude ver una pareja de sexagenarios probando las opciones de la cámara de DS o una madre y una hija jugando a otros juegos.
En conclusión, buena organización de Nintendo ofreciendo un adelanto del soporte que llegará el mes que viene, buena asistencia aunque no tan numerosa como para llenar el pabellón, bien distribuido por la compañía nipona, y gente de todas las edades. Os seguiremos informando de lo que estuvimos probando en el evento japonés.