Tales of Arise: Beyond the Dawn es una expansión que no nos esperábamos. A fin de cuentas, el juego base se lanzó hace ya dos años, su final fue más que satisfactorio, la saga nunca ha apostado por este tipo de contenidos adicionales de historia y su mismísimo productor, Yusuke Tomiwaza, afirmó que el título no se ampliaría. Y sin embargo, aquí estamos, de vuelta en este mundo de fantasía en el que tantas aventuras vivimos.
Un nuevo epílogo
Antes de comentaros qué nos ha parecido esta inesperada expansión, debemos advertiros de que su historia sirve como epílogo al relato que nos narraron en el título principal, por lo que en este texto nos va a resultar imposible hablar de ella sin hacer alusión al final de Tales of Arise. Por ello, os recomendamos que dejéis de leer en este mismo instante si todavía no lo habéis jugado para evitar destripes de una de las mejores entregas que nos ha regalado la serie hasta el momento.
De este modo, Beyond the Dawn tiene lugar un año después de los hechos que sucedieron en el juego base, es decir, tras la fusión de los mundos de Dahna y Rena. Lo que en un principio parecía un final feliz de cuento en el que los héroes vencen al gran villano, salvan a toda la humanidad, restauran el equilibrio y la pareja de protagonistas acaba casándose, da paso ahora a una realidad muy distinta que ha traído consigo un buen número de problemas sociales.
Sí, en esta nueva era todo el mundo es libre, pero las antiguas rencillas entre los habitantes de Dahna y Rena, quienes ahora se ven obligados a convivir, siguen muy presentes. Por un lado, muchos renanos no terminan de acostumbrarse al nuevo orden y siguen viendo a los dahnianos como inferiores, mientras que estos últimos no pueden olvidar que los últimos tres siglos se los pasaron esclavizados y maltratados por sus nuevos compañeros.
Por si no fuese suficiente, han aparecido unos mausoleos que están impidiendo que la fusión planetaria se termine de consumar, algo que nuestro grupo de protagonistas se encuentra investigando actualmente y que sirve como punto de partida para este nuevo epílogo. Como veis, la premisa argumental es interesantísima, ya que plantea una situación sociopolítica que raras veces se nos da la oportunidad de explorar en un videojuego, mostrándonos directamente las consecuencias que tuvieron nuestros actos para dejarnos claro que salvar el mundo solo fue el primer paso de un largo camino hacia un futuro mejor, que una sociedad no cambia de la noche a la mañana y que hace falta tiempo para que desaparezca el odio, los prejuicios y la enemistad que ha habido durante siglos entre dos bandos.
Aquí entra también en juego la figura de Nazamil, una joven mestiza a la que conoceremos nada más empezar esta expansión, quien es repudiada por ambos bandos y nunca ha tenido amigos ni ha conocido el cariño de otros, algo que Alphen y compañía intentarán cambiar aceptándola de buen grado en su grupo.
Lamentablemente, la historia que nos cuentan en este epílogo no ha terminado de convencernos, ya que no consigue aportar demasiado y acaba enredándose con tareas anodinas que nos obligan a dar vueltas de más sin que ocurra nada mínimamente reseñable. De las 15 horas que dura, más de la mitad nos han parecido puro relleno, algo a lo que hay que sumarle unos primeros compases extremadamente lentos y aburridos.
Eso sí, en la parte positiva tenemos que destacar que nos ha gustado el tratamiento que se le ha dado a los protagonistas, especialmente a Alphen, quien tiene que lidiar con la presión de haberse convertido en una leyenda con todo lo que eso conlleva, tanto por el odio y temor que recibe por parte de los renanos como por las altísimas expectativas de los dahnianos. Por supuesto, las dinámicas de grupo que se crean entre nuestros héroes siguen teniendo la misma química que en el juego base y sus skits suelen ser interesantes y enriquecen la narrativa.
En lo que respecta a la parte jugable como tal, hay varias cosas a tener en cuenta. Por un lado, esta expansión está completamente separada del juego base y tiene sus propios archivos de guardado. Es decir, tiene su propia sección en el menú principal, por lo que no se accede a ella cargando nuestra partida. Nos darán algunas recompensas adicionales según las cosas que hayamos hecho en Tales of Arise, pero no esperéis poder importar a vuestro grupo ni sus piezas de equipo. Aquí empezaremos sí o sí a nivel 65 y a partir de ahí deberemos volver a subir a nivel, desbloquear artes y habilidades, forjar nuevas armas y accesorios y encontrar nuevas armaduras.
Esto puede resultar un poco decepcionante, aunque al menos permite que siga existiendo una progresión coherente de nuestro grupo y nos vayamos fortaleciendo poco a poco a medida que superamos batallas y avanzamos. Por desgracia, lo realmente decepcionante lo tenemos en los contenidos del DLC como tal, pues no deja de ser un enorme reciclado de cosas que ya vimos en el título principal.
De este modo, casi todos los escenarios que recorreremos son los mismos, apenas hay enemigos nuevos (hasta se reutilizan jefes) y son igual de poco variados, no hay personajes nuevos y nuestras técnicas y habilidades de combate son prácticamente las mismas, por lo que no hay ninguna mecánica que resulte mínimamente novedosa o aporte algo de sabor propio a la expansión. La única novedad realmente relevante la tenemos en los mausoleos, unas nuevas mazmorras que están bien diseñadas y ofrecen unos combates desafiantes y muy entretenidos.
A pesar de todo esto, también es de justicia recordar que por mucho que recicle, la base jugable del juego sigue siendo una auténtica delicia, por lo que ponerse a explorar y batallar es divertidísimo, algo a lo que hay que sumarle su precioso apartado audiovisual. No se han solucionado algunos errores visuales, como el excesivo popping que tienen ciertos escenarios, pero es uno de esos juegos que entra directamente por los ojos y nos conquista con su dirección de arte y el espectáculo que pone en pantalla cuando toca repartir tortas.
Conclusiones
Tales of Arise: Beyond the Dawn es una expansión que nos ha dejado un sabor de boca agridulce, pero que sabrá contentaros si os quedasteis con ganas de vivir más aventuras en este universo junto a Alphen y sus inseparables compañeros. Por un lado, la premisa argumental que plantea es muy interesante, el desarrollo de los personajes está bien llevado, las nuevas mazmorras nos han gustado, combatir sigue siendo una experiencia muy divertida y a nivel visual es igual de bonito que el juego principal, aunque en la otra cara de la moneda tenemos una historia que no aporta demasiado ni termina de convencer, muchos momentos en los que nos tendrán dando vueltas haciendo de recaderos sin que la trama avance lo más mínimo, excesivo reciclado de escenarios y enemigos y casi ninguna novedad jugable. Sin duda, podría haber sido mucho mejor, pero si sus contras no os echan para atrás y seguís queriendo más de lo mismo que ya vivisteis hace dos años con un nuevo relato que explora lo que ocurrió tras nuestra victoria sobre el Gran Espíritu de Rena, probablemente paséis un buen rato con su propuesta.
Hemos escrito este artículo gracias a un código de descarga para PS5 que nos ha facilitado Bandai Namco.