Seguramente, muchos de nuestros lectores ya conocerán la prolífica carrera de Pandemic Studios. A lo largo de este año 2004 hemos podido meternos en la piel de un grupo de soldados que luchaban por sobrevivir a una guerra devastadora en medio de una ciudad de oriente próximo. Tras esto, Pandemic en colaboración con LucasArts, nos ofreció la posibilidad de adentrarnos en las batallas más impresionantes basadas en el universo StarWars. Ahora se embarcan en dos proyectos de lo más interesantes: Mercenaries, que comentaremos más adelante, y Destroy All Humans!, un juego que rebosa buen humor por los cuatro costados y en el que encarnaremos a un extraterrestre que se convertirá en la punta de lanza para preparar una invasión en la Tierra. Pero de este título ya hablaremos en los próximos meses, pues ahora le toca el turno a Mercenaries, juego que surge nuevamente de la colaboración entre Pandemic Studios y LucasArts.
Las fuerzas internacionales intentan controlar la situación mandado a todo un ejército de diplomáticos pero nada sale como se esperaba, y entonces llegamos a las medidas extremas: se pone precio a la cabeza del general con ganas de convertirse en Dios, y a todo su séquito de militares y científicos chiflados.
Es aquí cuando nosotros entraremos en juego ya que tanto dinero nos tienta bastante. Y sí, nosotros encarnaremos a un mercenario sin escrúpulos que estará dispuesto a matar a quien sea con tal de llevarse la fortuna que le aguarda.
Como veis, la historia no es un derroche de originalidad, pero este título de acción en tercera persona para PS2 y Xbox ofrecerá un montón de posibilidades a la hora de afrontar las situaciones que, sinceramente, nos parecen fantásticas. En primer lugar, nos encontramos ante un juego que nos permite elegir la mejor manera de afrontar una situación. Por ejemplo: un grupo de enemigos se encuentran apostados junto a un jeep, y nosotros tenemos varias opciones: podemos ir sigilosamente, y robar el jeep para luego ir atropellándolos; podemos ir sigilosamente, colocar cargas explosivas y cuando estemos lo suficientemente alejados, detonamos las bombas y observamos tranquilamente como arden nuestros enemigos; también podemos optar por la acción directa cogiendo nuestros fusiles y corriendo como bestias hacia ellos mientras les vaciamos nuestros cargadores.
Como veis, cada situación puede ser afrontada de muchas formas diferentes y será la imaginación del jugador, junto al gran arsenal del que dispondremos, la que ponga límites a este frenesí asesino. Y como hemos comentado, el arsenal no se quedará corto en cuanto a posibilidades. A nuestra disposición tendremos más de treinta armas que irán desde las típicas pistolas y fusiles hasta las armas más devastadoras como lanzamisiles, rifles de francotirador, e incluso ataques aéreos.
Pero es que aún tendremos más cosas para desatar nuestra imaginación homicida. A las armas y a las distintas posibilidades de acción se les debe sumar la inclusión de montones de vehículos –ya sean terrestres o aéreos-. Al más puro estilo GTA, podremos robar coches sacando a puñetazos al conductor. Si queremos robar un tanque, nos subimos arriba y le lanzamos una granada para limpiar su interior; si preferís un helicóptero, solo tenéis que saltar y engancharos a él para poder lanzar por los aires a su piloto. Nuevamente el jugador decide cómo afrontar las distintas situaciones. Se pueden emplear vehículos, pero muchas veces la mejor opción será destrozarlos junto a sus conductores.
Y siguiendo con las similitudes con el título de Rockstar North, debemos hablar de la inclusión de tres bandos en el campo de batalla que jugarán un papel importantísimo en el transcurso de la guerra: las tropas norcoreanas, las fuerzas chinas y la mafia rusa. Según vayamos realizando las misiones, nuestra reputación entre estos grupos y los civiles irá aumentando: si somos unos bestias y asesinamos a decenas de civiles, está claro que esta "facción" no será muy amable con nosotros. Si por el contrario, nos dedicamos a castigar sin parar a la facción norcoreana, lo más probable es que el resto de facciones estén bastante satisfechas con nuestras acciones. También ganaremos dinero por cada objetivo cumplido, que podremos gastar en el mercado negro comprando nuevas armas y vehículos.
Como veis, este nuevo juego de Pandemic Studios se podría catalogar como un GTA ambientado en un campo de batalla. Pero aún así tampoco hay que caer en el error de pensar que Mercenaries será un clon del juego de Rockstar, ya que ofrece una experiencia de juego bastante diferente. Aquí prima ante todo la acción contra todo tipo de soldados y vehículos: podemos estar metidos en medio de una refriega contra varios soldados coreanos como también podemos estar escapando de un helicóptero que nos persigue a baja altura con sus armas fijadas en nosotros.
Todas estas acciones estarán respaldadas por un potente motor gráfico capaz de mostrar unos escenarios gigantescos: desde zonas nevadas a territorios montañosos pasando por grandes complejos industriales. También se ha trabajado mucho para que los escenarios puedan ser arrasados; es decir, si lanzamos un misilazo contra una grúa veremos cómo se desmorona y cae sobre los enemigos que se encuentran bajo de ella. Igualmente, podemos llenar de cargas explosivas los sótanos de un edificio para después verlo desplomarse. El modelado de todos los personajes del juego está muy bien, aunque tampoco estamos hablando del título con mejor apartado gráfico del momento. Pero aún así cumple a la perfección el papel de recrear un entorno bélico caótico.
En definitiva, estamos ante un juego de lo más interesante que nos ofrecerá la posibilidad de combatir en más de veinte escenarios reales. Las posibilidades de juego que promete ofrecer y sobre todo, la acción que nos va a ofrecer lo convierten en uno de los títulos más interesantes para Xbox y PS2. Su lanzamiento está previsto para el 11 de febrero del año que viene así que aún nos tocará esperar un poquito. Pero siendo optimistas, y viendo lo bien que les ha quedado Full Spectrum y Battlefront, estamos seguros de que Mercenaries va a ser un gran juego.