El sábado pasado nos trasladamos hasta el LG Arena de Birmingham para asistir a la presentación de la tercera entrega de UFC Undisputed, donde tuvimos la ocasión de probar este prometedor simulador de los brutales combates del Ultimate Fighting Championship. Para alcanzar unas cotas de calidad suficientes para justificar su lanzamiento, en THQ han decidido prescindir del clásico modelo anual para darse algo de tiempo extra en esta ocasión.
Para esta nueva entrega sus desarrolladores han apostado por incluir dos sistemas de control distintos: uno Amateur y otro Pro. La mayor diferencia entre ellos la encontraremos en los controles para hacer sumisiones. Mientras que en Pro tendremos que hacer todo tipo de movimientos con el stick izquierdo del mando, como medias lunas en diversas direcciones, con el Amateur simplemente nos bastará con moverlo hacia arriba o hacia abajo. Con esto pretenden hacer el título más accesible para todo el mundo, intentando acercarlo incluso a quienes no se sientan demasiado atraídos por esta modalidad deportiva. Aun así, a largo plazo un control Pro acaba ofreciendo mejores resultados, por lo que el tipo de control Amateur simplemente servirá para dar nuestros primeros pasos y aprender a jugar. Podemos alternar entre los dos tipos de controles en cualquier momento en el menú de pausa.
Volviendo al juego en sí, antes de comenzar un combate tendremos muchísimas opciones para personalizar los enfrentamientos a nuestro gusto y adaptarlos a nuestras preferencias. Podremos escoger entre UFC y Pride (una de las grandes novedades y de la que hablaremos más adelante), la clase de peso que queremos, si preferimos una simulación más realista con cada luchador bien diferenciado, o por el contrario, una más equilibrada en la que todos tengan las mismas estadísticas. Que el nivel de aguante de los luchadores sea real o que dure más para hacer combates más largos, el ring en el que queremos luchar, etcétera.
Una vez configurado todo esto, nos disponemos a entrar en el ring, aunque antes de empezar a jugar, veremos una recreación bastante larga y fiel de las presentaciones de cada luchador, de las entradas de cada uno al ring con todo el público animando o abucheando y del árbitro presentando el combate. Todo esto mantiene el estilo de una retransmisión televisiva de los combates de la UFC muy fiel, en la que se usan hasta los mismos ángulos de cámara. De hecho, la pantalla de carga es idéntica a la que ponen en televisión con las fotos de los luchadores y sus estadísticas antes de cada pelea, lo cual es sólo un ejemplo del mimo y el detalle con el que ha sido todo tratado.
Tras todo el teatrillo de rigor, el cual podremos saltar si queremos, da comienzo el combate. Se ha introducido un tutorial interactivo en medio de las peleas y que podemos activar y desactivar siempre que queramos en el menú de pausa, al igual que ocurre con los sistemas de control. Tendremos dos botones para puñetazos y dos para patadas, uno fuerte y otro débil para cada uno. Con los gatillos derechos podremos escoger entre defendernos la cara o el cuerpo y con los gatillos izquierdos podremos realizar los ataques especiales y característicos de cada contendiente. Según si mantenemos pulsada alguna dirección u otra, podremos realizar ataques localizados a diversas partes del cuerpo.
Por último, y no por ello menos importante, tenemos el stick derecho que nos servirá para agarrar a nuestro rival e intentar realizar una sumisión. Tendremos que ir realizando diversos movimientos con el stick para ir alternando entre transiciones largas y cortas, mientras que al mismo tiempo podremos golpear al rival si lo tenemos sujeto en una buena posición. Una vez en el suelo, podremos intentar terminar la sumisión. En este momento aparecerá un minijuego en el que se muestra un círculo y en el que cada jugador tendrá un cursor. El objetivo del atacante es solapar el cursor del rival, mientras que el defensor tendrá que evitarlo. Si el atacante consigue rellenar la barra que saldrá en el medio manteniendo su cursor encima, completará la sumisión y habrá ganado el combate. Hay que decir que dependiendo del aguante de cada uno, escaparse será más o menos difícil.
A nivel general hay que decir que las sumisiones se han mejorado enormemente respecto a entregas anteriores, resultando ahora mucho más fieles a las que podemos ver en la realidad, se realizan de una manera mucho más fluida y son más divertidas de hacer. Aunque eso sí, en todo el tiempo que hemos tenido para probar el juego, no hemos conseguido terminar ningún combate por sumisión, ya que generalmente los hemos acabado por KO. Esto se debe a que cuando el nivel de aguante del contrario está lo suficientemente bajo para realizar la sumisión sin muchos problemas, también lo suele estar del KO. Además, cuando metemos una buena contra, solemos dejar a nuestro rival medio atontado (algo que veremos reflejado además con un efecto gráfico), momento que se suele aprovechar para castigarlo duramente y que obliga al árbitro a detener el encuentro.
Entre round y round, podremos ver el estado de nuestro luchador y recibir consejos sobre qué estamos haciendo mal y cómo podemos mejorar, algo que nos da unos momentos de respiro y que a su vez nos ayuda a ser cada vez mejores y terminar de pulir nuestra técnica, al poder comprobar cuáles son nuestros puntos flacos y cómo subsanarlos.
Como hemos señalado antes, una de las grandes novedades es la inclusión del Pride, una competición japonesa con reglas ligeramente distintas y mucho más bestias. Por ejemplo, los rounds duran 10 minutos, pero difícilmente llegaremos a terminar alguno, ya que se permiten todo tipo de patadas y rodillazos incluso cuando están en el suelo, por lo que si conseguimos que el rival caiga a la lona podremos pisotearle la cabeza literalmente. Si ya de por sí duelen de ver los golpes de la UFC gracias al realismo que se ha conseguido alcanzar, aquí los sentiremos de verdad prácticamente.
Por desgracia, sus desarrolladores no nos han podido decir nada todavía sobre los modos online del juego, aunque aseguran estar trabajando duro para que estén a la altura y nos tengan atrapados durante horas. Si consiguen una buena infraestructura sin lag y con buenos modos, considerando lo bien que nos lo hemos pasado pegándonos tortas con otros compañeros de prensa de forma local, no podemos más que esperar con bastante optimismo a ver que nos deparará el online de este juego.
En cuanto al terreno gráfico, nos encontramos con una recreación de una calidad altísima de cada uno de los luchadores, de los escenarios, del público... Todo está cuidado al detalle y las animaciones son suaves como la seda, donde destacan especialmente en las animaciones faciales, ya que veremos como por ejemplo al meter un puñetazo directo a la mandíbula, esta se medio deforma hacia atrás escupiendo un hilillo de sangre, representándonos la fuerza del impacto con toda su brutalidad. Tampoco podemos olvidarnos de la genial recreación de los daños que sufran los combatientes, ya que dependiendo del tipo de golpe y la zona donde impactemos, iremos viendo moratones, cortes y todo tipo de magulladuras. El que los rings acaben manchados de bastantes gotas de sangre suele ser algo normal y habitual en cada pelea.
Respecto al sonido, este mantiene el gran nivel del resto del juego, con un público que ambienta a la perfección con sus gritos de ánimo o sus abucheos de decepción, con un comentarista que narra a la perfección todo lo que ocurre (de momento sólo en inglés) y con las músicas típicas de cada luchador al comienzo y al final de los combates. Y todo eso sin olvidarnos del sonido de los golpes al impactar.
En definitiva, a pesar de haberlo visto con anterioridad en el Gamescom, UFC Undisputed 3 no deja de sorprendernos por toda la calidad que derrocha y sus múltiples opciones de configuración. Un simulador realista, divertido y brutal como él sólo, que trae al salón de nuestra casa toda la crudeza de esta disciplina deportiva, que a pesar de no ser demasiado popular en nuestro país, cuenta con un número mayor de adeptos cada día. Sólo nos queda esperar con ganas a su lanzamiento a principios del año que viene para comprobar si el producto final mantiene el gran nivel de lo que hemos podido probar hasta ahora.
