El fulgor de los online en los videojuegos actuales ha hecho que la proliferación de este tipo de jugabilidad haya sido exponencial en los últimos años. Con ello también ha surgido el debate de si es necesario que cada shooter o juego de acción – como es el caso que nos ocupa – debe contar con él. Si bien Syndicate no nos aportará algo muy diferente en jugabilidad y en innovación podemos decir que está en el grupo de los que el multijugador le aporta un toque más de diversión y nos permite probar todas las posibilidades a nivel de técnicas que veremos en el "single player".
Con Vandal tuvimos la posibilidad de viajar hasta Munich, para probar, entre otros, lo que será el multijugador de Syndicate, una propuesta que Electronic Arts nos hace llegar en un año en el que las novedades en el sector esperamos que sean bastante fuertes.
El caso que nos ocupa, el multijugador del Syndicate, es, en general, divertido. La presión hacia el jugador se siente intensamente desde los primeros compases. Los más experimentados verán como sus habilidades se ven recompensadas por un armamento muy variopinto apoyado por una serie de habilidades que hacen al conjunto del título mucho más interesante. Mientras que en algunos shooters el objetivo es machacar a cuantos más enemigos mejor en este tendremos que adoptar un rol en el equipo y estar tan pendientes de nuestros objetivos como de nuestros compañeros, a los que iremos curando en el transcurso de la batalla.
Empezando a jugar
Reunidos en una nave con nuestros tres compañeros de batalla esperaremos, mirándonos las caras, a que todo esté listo. Una vez abierta la compuerta al exterior entraremos en un mundo de estilo "cyberpunk" ambientado en el año 2069. En este tiempo diferentes corporaciones luchan por un mercado en el que la implantación de chips en humanos está totalmente en boga. Dependiendo de la pantalla en la que nos encontremos deberemos conseguir una serie de objetivos además de asegurarnos de ir consiguiendo puntos para mejorar nuestro personaje y también las armas. En el denominado "Lobby" podremos escoger tanto el mapa – que en este caso se sitúa en Saint Denis aunque también pudimos otra localización en un helipuerto –, la dificultad, el personaje y también el rol, que podrá ser defensivo, ofensivo o de soporte. Esta última elección también dictaminará el tipo de arma que llevemos, a saber: una metralleta y una pistola en el primer caso, una escopeta y pistola en el segundo, y un rifle de francotirador y una pistola en la tercera opción. Si bien estas son las propuestas de inicio, no tardaremos en perder munición y aprovechar el arsenal y balas procedentes de nuestros enemigos.
Las acciones al empezar el combate son variadas y dependerán del rol por el que hayamos optado. Si bien las coberturas se encuentran por todo el escenario, con vallas en las que agazaparnos y casetas en las que escondernos para disparar desde sus ventanas, deberemos ser rápidos para salir fuera de la mira de los enemigos. Por si los enemigos de a pie fuesen pocos, contarán con el apoyo de torretas y diferente armamento pesado que nos dispararan hasta que logremos hackearlas… y ahí entra otro de los puntos fuerte, el de los poderes que nos otorgan esos chips de los que antes os hablábamos.
Usando nuestros poderes
Entre los diferentes poderes que podremos desarrollar se encuentran el de escudo o también el de suicidio, que hará que podamos ordenar a nuestros enemigos acabar con sus unidades antes de morir con su propia arma. Pero es el tercero de estos que os presentamos el que es necesario para ir superando los diferentes niveles. El "hackeo" consiste en encontrarse dentro de una zona determinada en la que se nos permite desactivar – en el caso de torretas con ametralladora – o hacer vulnerable a un enemigo. Ahí es donde el cooperativo es más importante y donde el juego exige que el más valiente se acerque a los enemigos finales para hackearlos mientras el resto lo acribilla a disparos. Para "piratear" a un enemigo deberemos pulsar el botón del pad hasta que una barra de estado se encuentre al máximo. Posteriormente, cuando la pantalla nos indique que este ya es vulnerable durante un tiempo limitado, podremos juntarnos al grupo para acabar con él.
Pero pese a estos poderes también tendremos que contar con todo el arsenal que Syndicate es capaz de desplegar. La variedad de armas que nos encontraremos a lo largo y ancho de cada escenario se completa con armas muy básicas, como pistolas y con otras de las que haremos uso durante un periodo corto de tiempo por su pesadez, como el bazooka. En todos los casos la munición es finita y deberemos recargar de dos formas, o bien recogiendo la munición que dejan nuestros enemigos muertos, o también en las diferentes zonas de recarga, que descubriremos cada cierto tiempo. Una última posibilidad – muy útil – es la de cambiar de visión para ver destacados a nuestros enemigos en color naranja y a nuestro equipo en azul. Esto no sólo nos servirá para visibilizar a nuestros enemigos de forma rápida antes de salir de nuestra cobertura sino también para localizar al equipo en caso de no encontrar el checkpoint donde ellos se encuentran. Al ser escenarios en los que la extensión es considerable nunca va mal tener situados a todos los miembros del pelotón.
La complicación de la cobertura
En la jugabilidad el titulo no nos descubre nada nuevo. Disparar y acercar la vista con los gatillos, botones frontales superiores para hackear y ejercer los poderes, que seleccionaremos con la cruceta y lo normal, sticks para movernos físicamente por el mapa y mirar a nuestro alrededor. El resto de botones para agacharnos, cambiar arma, saltar y recargar.
El hecho que no gustó demasiado es el de exponernos demasiado a la hora de disparar. Si bien el jugador realiza un acercamiento al disparo sin mirar, se echa de menos el tipo de cobertura en el que podemos pegarnos bien a la pared y asomarnos poco a poco. De la misma forma el estar agachados junto a un muro no nos permite, en muchos casos, ver lo que pasa en el otro lado sin alzarnos y estar expuestos en demasía otra vez. Pese a ello el juego se comporta bien y el resto de movimientos son bastante rápidos, un hecho que necesitaremos para no ser carne de cañón a las primeras de cambio.
Hablando de una jugabilidad no tan física sino más práctica encontraremos que la inteligencia artificial de nuestros oponentes varia según su rango. Mientras el soldado raso será más fácil de matar, los rangos superiores requerirán proximidad para ser hackeados y tiroteados posteriormente. Si bien estos "rasos" no suponen una dificultad muy alta en el nivel mas bajo serán un completo incordio cuando accedamos a la modalidad experto donde sus habilidades y el número de efectivos se convierten en un auténtico infierno amén de los francotiradores que intentarán que no avancemos por todos los medios. Un detalle interesante es que después de matar a un enemigo en la pantalla se nos indica si hemos logrado un "headshot" y también el tanto por ciento de "culpa" que hemos tenido en la muerte de este, lo que se convertirá en puntos y tokens para que mejoremos tanto nuestras armas y habilidades como al personaje a partir de un árbol de evolución muy completo.
Valoraciones finales
A partir del la versión de 1993 y tras fracasar en 1996 parece que Syndicate ha sabido tomar un camino que gustará a los aficionados a esta tipología de shooter. En el caso del multijugador, esta modalidad a cuatro jugadores intenta hacer que los jugadores estén, constantemente, corriendo bajo el fuego mientras intentan no morir. La primera de las consecuencias es que inmediatamente se crea la sensación de "non stop". Gracias a los enemigos y la exigencia de tener que hackear diferentes elementos el ritmo se incrementa y la dependencia del equipo hace que el título tome un cariz diferente que seguramente cuajará. La posibilidad de curar a los compañeros durante la partida sin tener que estar ellos pendientes de uno mismo y también de salvarlos cuando han caído en combate pero se pueden arrastrar lentamente hasta nosotros hace que se haga justicia con el vocablo "cooperativo".
El online de Syndicate bien jugado, con cascos que nos permitan comunicarnos con el equipo, consigue enganchar y hacer que un grupo pueda ir creciendo mientras avanza a través de los más variopintos escenarios, un punto muy destacado en el que también se ha trabajado para conseguir una experiencia de juego muy destacada.
Mientras la fase principal de la demo se desarrolla en las afueras de una destrozada Saint Denis, nosotros también pudimos probar las zonas de Mozambique y visualizar diferentes localizaciones situadas, por ejemplo, en el Atlántico o en Argentina por mentar sólo algunas. La otra pantalla a la que Vandal ha tenido acceso nos hacía cooperar con nuestro equipo para trasladar una serie de cuatro baterías – una por miembro del equipo – hasta un helicóptero. Para ello teníamos que enfrentarnos a los diferentes enemigos además de al jefe de turno, que presentaban una gran dificultad a la hora de enfrentarse sin un número de coberturas tan extenso como la pantalla que hemos visto hasta ahora.
El día 24 de febrero, fecha en la que el juego sale al mercado en Europa, será el momento en el que descubramos todas las posibilidades de un online que ha sabido sacar el máximo partido a una propuesta que seguramente dará mucho que hablar.
