Sniper Elite es un juego de 2005 que salió para Xbox, PlayStation 2, PC y Wii desarrollado por los británicos Rebellion Developments, excepto en su versión para la consola de Nintendo. Este tuvo bastante éxito no tanto en la crítica como entre el público, con un grupo de fieles admiradores que incluso crearon clanes y siguieron enganchados al juego durante varios años después. Ahora llega de manos de los mismos desarrolladores un nuevo Sniper Elite que realmente no es una continuación, sino una reimaginación, reinicio, reboot o como queráis llamarlo del original, llevando la saga a la alta definición.
Y el V2 que veis en el título no hace referencia a que sea una secuela o versión 2, sino a parte del interesante argumento, muy similar al del título de 2005 aunque con ligeros cambios. Encarnarás a Karl Fairburne, un agente secreto de la OSS -Oficina de Servicios Estratégicos-, el servicio de inteligencia de los Estados Unidos de América durante la Segunda Guerra Mundial. Tu misión será infiltrarte en Berlín en 1945, durante los días finales de la guerra, con la ciudad medio en ruinas y a punto de caer, con el objetivo de reclutar a unos científicos de la Alemania nazi que participan en el programa de cohetes V2.
Desarrollado a principios de la guerra en Alemania, fue el primer misil balístico de combate de largo alcance del mundo y el primer artefacto humano conocido que hizo un vuelo suborbital, el progenitor de todos los cohetes modernos incluyendo los utilizados por los programas espaciales de Estados Unidos y la Unión Soviética. Así que imaginaros su importancia, y la de tu misión en este juego.
Un título de acción en tercera persona en la que controlamos a un francotirador estadounidense, en que nos obligarán a usar el sigilo y ser pacientes, realizando disparos certeros he intentado evitar ser descubiertos. Hemos podido ver la primera misión y la verdad es que en un género tan trillado como la acción y la guerra, esta es una propuesta muy distinta a lo habitual, mucho más pausada, estratégica, en la que tenemos que estudiar a cada enemigo, pensar cada disparo, y conocer nuestro entorno y obrar en consecuencia, lo que lo hace muy interesante. Un ritmo de juego tan lento que por supuesto no será apto para todos los jugadores, pero seguro que los más pacientes y a los que el rol de francotirador siempre les ha atraído, les parecerá muy interesante, como nos ha pasado a nosotros.
En esta primera misión hay que parar un convoy nazi y robar los documentos que lleva un científico. En el mismo centro de Berlín comienza la acción, con una recreación de la ciudad muy realista aunque tampoco exacta, ya que como nos explicó 505 Games, la distribuidora del juego, Berlín en el momento que transcurre la acción, al final de la guerra, estaba destrozado, arrasado, casi sin ningún edificio alto en pie, y se han tomado algunas licencias para que las acción sea más interesante y haya lugares de sobra donde esconderse y situarse para disparar. Antes de comenzar a jugar podremos elegir la dificultad, entre tres más una configurada a nuestro gusto, pudiendo elegir si queremos que influya la gravedad y el viento en la trayectoria de las balas, el efecto de mantener la respiración para tener mejor pulso, o si queremos que nos indiquen la desviación del disparo.
Ya en las calles de Berlín, al primer soldado despistado y que nos da la espalda, le ejecutamos silenciosamente, andando despacio y situándonos tras él. Habrá que tener mucho cuidado con el ruido que hacemos, ya que nuestras pisadas retumban por las calles vacías y llamaremos fácilmente la atención de soldados enemigos si vamos corriendo. Se pueden coger los cadáveres de los nazis para esconderlos y que no los vean los compañeros, y será muy importante cachear sus cuerpos buscando objetos, ya que el inventario es muy limitado, y las balas, minas y granadas tendrán una importancia vital. Llevamos un rifle de precisión, una ametralladora para media distancia, y una pistola para corta distancia, en este caso la británica Welrod, una de las consideradas primeras pistolas "silencionadoras" –unos 73 dB por disparo-. Antes de cada misión, podremos elegir qué arma de cada tipo queremos llevar.
Los prismáticos serán una herramienta imprescindible, ya que servirán para explorar nuestro entorno y descubrir a los enemigos. El juego apenas cuenta con indicaciones en pantalla, y muchos menos un mapa o radar que nos muestre a los rivales, por tanto nuestro primer objetivo al llegar a un nuevo lugar será visualizarlo con mucho cuidado con nuestros prismáticos y "marcar" a los enemigos, una acción que se realiza apuntándolos y pulsando un botón. Al hacer esto en todo momento mediante una flecha sabremos por donde están, e incluso nos dicen qué arma llevan, la distancia a la que se encuentran y hasta su actitud, más agresiva, tranquila o alerta.
Pero ahora llega el gran momento, disparar con el rifle francotirador. Descubrimos a dos nazis juntos en el horizonte, y nos preparamos para el tiro. En el momento en el que apuntamos, podemos soltar el aire para mantener el pulso, durante unos segundos, y hay que recordar que el zoom de un rifle en la Segunda Guerra Mundial no tenía tanto alcance como un arma de precisión actual, por lo que tendremos que calcular muy bien los disparos y no siempre tendremos la mejor visión posible. Aprovechamos un momento en el que uno se pone detrás del otro y disparamos, activándose la Kill Cam, sin duda lo mejor del juego, espectacular. Una especie de bullet time -tiempo bala- en el que la cámara sigue la trayectoria de la bala y nos muestra con todo detalle como atraviesa el cuerpo del enemigo.
Algo que ya incluía el título de 2005 pero que aquí se ha mejorado con la denominada X-Ray Kill Cam, ya que vemos el esqueleto del enemigo y algunos órganos internos como el corazón, los pulmones o los riñones, viendo cómo las balas los impactan o atraviesan. En este primer disparo vimos que la bala atravesaba al primer soldado por la altura del pecho y salía de su cuerpo, ya con una trayectoria desviada y convertida casi en metralla, impactando en el segundo enemigo, impresionante. No siempre y con cada disparo se activa esta cámara, solo con los meritorios o más espectaculares, realizados a cierta distancia y con dificultad, pero tranquilos, que ocurre las suficientes veces. Nosotros en la hora que duró la demo no nos cansamos de ver los disparos a través de la Kill Cam, hechos con un efecto muy conseguido en su trayectoria, y con el impactante resultado que tienen, viendo cómo una bala puede partir el hueso de un tobillo, la columna vertebral o cómo se puede reventar un pulmón. Incluso lo que nos dejó con la boca abierta, un disparo puede atravesar el cuerpo y acabar impactando en una granada colgada del cinturón, volando el soldado por los aires, algo a tener en cuenta en futuras situaciones.
Cuando disparas desde muy lejos, la fuerza de la gravedad hace su trabajo, y la bala sufre una caída en su trayectoria, por tanto al apuntar nos indican dónde va a impactar la bala realmente, una ayuda que se puede desactivar para los que busquen una experiencia más realista. El siguiente objetivo se muestra en pantalla con una indicación, su dirección, pero el camino para llegar hasta él lo tendremos que buscar nosotros, habiendo diferentes rutas. Al entrar en un edificio, acabamos con varios soldados por la espalda con la pistola Welrod, sin llamar la atención del resto, y ya en lo alto inspeccionamos la zona, descubriendo multitud de enemigos. Pacientemente con los prismáticos hay que ir marcándolos uno por uno, para tenerlos localizados y contabilizados, y así poder realizar una buena estrategia de ataque. En este caso consistió en colocar minas y bombas de activación por cable en las distintas entradas al edificio, para que cuando comenzara la acción si los nazis que venían a buscarnos se llevaran una sorpresa. Con siete u ocho enemigos, no tendremos más alternativa que diseñar una buena táctica.
El primer disparo, el primer enemigo abatido, es sencillo, el segundo incluso también, ya que al caer un compañero se producen unos segundos de confusión entre el bando enemigo, pero a partir del tercer disparo ya no lo tendremos tan fácil. Aquí el enemigo se comienza a desplegar y a tomar diferentes actitudes y posiciones, disparando desde lejos si tienen una ametralladora, o también un rifle francotirador, y mandando a otros compañeros al origen del disparo, en este caso el edificio donde nos encontrábamos. Al intentar entrar, se fueron topando para su desgracia con las distintas "trampas" que habíamos situado. Estos no son tontos, y si explota una mina, andarán con más cuidado y observarán el entorno, pero podemos camuflarlas situando un cadáver encima de ellas, y que así no las vean.
Seguimos avanzando por las calles intentando causar el menor ruido, y observando con cautela las fachadas donde podía haber enemigos. Habrá curiosos indicadores de que en un lugar hay actividad, como el ver polvo caer de los techos, ya que al ser edificios medio derruidos eso nos indica que hay gente dentro andando por las plantas superiores. Unos soldados se tomaban tranquilamente un café y fumaban un cigarro, a los que interrumpimos su pequeño tentempié con unos certeros disparos. Este era el lugar de paso del convoy, y donde hubo que preparar el terreno, situando dos importantes cargas explosivas y varias de dinamita a los lados de la carretera.
Subimos a lo alto de un edificio, primero limpiándolo de enemigos con la pistola, y usando el sistema de coberturas, el clásico de hoy en día en cualquier título de acción en tercera persona. Ya en la azotea se activó una cinemática que nos mostró que se acercaba el convoy. Ya que no existían los mandos a distancia, la manera de activar las cargas explosivas adosadas a unos vehículos fue dispararlas, justo en el momento en el que la caravana pasaba a su lado. El primer vehículo estalló, y el resto se detuvo saliendo multitud de soldados de su parte trasera, en lo que se convirtió en toda una carnicería, abatiendo nazis sin descanso. Entre el caos general, acabamos con el científico que llevaba los documentos, el objetivo de la misión, y ya solo quedaba limpiar la zona y poder bajar a recogerlos.
Dio tiempo a que llegará un tanque, una letal amenaza que pudimos destruir gracias a una segunda carga explosiva que activamos cuando pasó a su lado, aunque parece se podrá acabar con ellos disparando en un punto concreto, la tapa del combustible, pero no será fácil. La misión terminó cuando ya no quedaba un enemigo y cogimos los documentos, pero tuvimos tiempo de ver el comienzo de una segunda, donde nos enseñaron la importancia del ruido ambiente, que podremos utilizar a nuestro favor. En un escenario completamente diferente, a las afueras de la ciudad y como en un campamento, había que aprovechar los aviso por megafonía para efectuar los disparos, y que no nos oyeran. También vimos aquí que si se nos pasa por la imaginación afrontar la jugabilidad como si fuera un juego de acción en tercera persona más, con la metralleta y echando a correr, a lo Rambo, nos tendremos nada que hacer, y con dos o tres disparos caeremos, por lo que la orientación estratégica y sigilosa de este título queda clara.
Los gráficos no son brillantes, pero los entornos resultan lo suficientemente convincentes, con una buena ambientación, y la Kill Cam es una maravilla, estando muy logrado cómo sigue la bala y los efectos que se producen al contactar con los enemigos, atravesando el cuerpo, los órganos, y es un recurso que no te cansas de ver. Hay otro tipo de detalles bastante logrados, que inciden directamente en la jugabilidad, como el polvo cayendo que nos avisa de posible actividad en un edificio, o los reflejos que nos pueden alertar de un francotirador en la lejanía, en general con una iluminación muy cuidada.
Además incluirá un modo multijugador, pero de este todavía no conocemos los detalles, aunque está claro que habrá un competitivo, y posiblemente alguna modalidad cooperativa, como en el juego de 2005, algo que sería muy interesante, sobre todo si nos dejarán afrontar la mayoría de las misiones de la campaña de esta manera. También descubrimos que según nuestra manera de acabar con los enemigos, vamos recibiendo más o menos puntos, algo que incidirá en la rejugabilidad de los niveles, pero queda por descubrir si servirá para desbloquear algún tipo de extra.
El lado más estratégico y paciente de la acción pero no por ello menos espectacular
Nos ha sorprendido gratamente un título de aspecto modesto pero con una jugabilidad bien pensada, planteada y parece bien ejecutada. Es lo suficientemente diferente del resto de propuestas de acción, aquí con un acercamiento al género pausado, sigiloso y estratégico, teniendo que medir cada disparo y movimiento. Ese ritmo más lento y menos espectacular respecto a otros shooters no lo hace menos llamativo ya que gracias a la Kill Cam cada disparo es todo un placer, siendo impresionante ver todo la trayectoria de la bala y cómo atraviesa el cuerpo del enemigo, destrozando distintos huesos u órganos, recreado con todo lujo de detalles. Un título de guerra diferente, para aquellos que siempre se han interesado por el papel más silencioso y discreto de estos conflictos, el del francotirador, donde "campear" será todo un arte y a nadie molestará, salvo a los nazis abatidos. El 4 de mayo estará disponible para PlayStation 3 y Xbox 360, con distribución de 505 Games, y para PC exclusivamente a través de descarga digital, mediante Steam.