La mitología griega ha sido durante siglos una de las más importantes fuentes de inspiración para todo tipo de artistas. Desde la poesía o la pintura hasta el cine todos los medios de expresión han bebido de la extensa y detallada historia de Dioses, Héroes y Titanes que formaba una buena parte de la cultura de su civilización y que fue recogida en textos por numerosos rapsodas. Los videojuegos no podían ser menos y como ejemplo reciente de ello tenemos el exitoso God of War y su secuela.
El mito que nos ocupa –el de los Argonautas- es uno de los más antiguos y fue reinterpretado varias veces por distintos escritores griegos. Pero si es especialmente popular en nuestros días se debe a la adaptación cinematográfica llevada a cabo en Jasón y Los Argonautas (1963), donde el conocido creador de efectos especiales basados en stop-motion Ray Harryhausen dio vida a todas las criaturas que poblaban las islas recorridas por Jasón y sus compañeros.
Ahora es Liquid Entertainment la que se ha decidido a reinterpretar la historia dándole forma de Action-RPG y convirtiendo al jugador en el protagonista del mito.
Liquid Entertainment es un estudio que surgió con la flexibilidad y el cambio como premisas creativas, esta filosofía da nombre a la compañía (el líquido es un elemento que se adapta a cualquier forma) y les ha llevado hasta Rise of the Argonauts. Después de varios juegos de estrategia para PC, entre ellos la saga Battle Realms, y de adentrarse en el mundo de los simuladores sociales con la adaptación de la serie televisiva Mujeres Desesperadas, preparan ahora con Rise of the Argonauts su título más ambicioso hasta la fecha, un Action-RPG construido sobre el Unreal Engine 3 que a pesar de ser su primera incursión en el género propone unas cuantas novedades que pretenden darle aire fresco al mismo.
En la versión más conocida del mito, Pelías -Rey ilegítimo de Yolcos- es alertado por el Oráculo de que un hombre calzado con una única sandalia pondría en peligro su trono. Este hombre no es otro que Jasón –sobrino de Pelías y heredero legítimo del trono-, quien tras ser criado por el centauro Quirón vuelve a Yolcos para recuperar lo que le pertenece, perdiendo una de sus sandalias en el camino. Cuando Jasón llega a Yolcos Pelías se percata de la situación y engaña a su sobrino enviándole a una misión imposible en busca del vellocino de oro, una piel de cordero capaz de devolver la vida. Pelías le promete a Jasón que si es capaz de traerle el vellocino le devolverá su trono.
En Rise of the Argonauts han optado por darle un comienzo a la historia algo más convencional pero mucho más dramático. En él Jasón reina de forma tranquila en Yolcos hasta que su esposa es asesinada en el mismo día de su boda. Será su intención de resucitarla lo que le lleve en búsqueda del vellocino de oro. De este modo Jasón ordenará la construcción de Argo, la nave en la que emprenderá su viaje, y comenzará el reclutamiento de su tripulación: Los Argonautas.
Por cuestiones narrativas no podremos manejar a los compañeros de Jasón, ya que Liquid Entertainment quiere darle importancia a la historia y eso nos mantendrá controlando siempre al protagonista. Pero sí podremos decidir que dos miembros de la tripulación nos acompañarán en cada momento, y de forma similar a lo visto en Mass Effect esto afectará a las situaciones del juego: si nos encontramos con algún personaje que esté relacionado con uno de nuestros aliados el devenir de ese encuentro podría variar dependiendo de si dicho aliado está presente o no. Entre los compañeros de armas que tendremos se encuentran por ejemplo Aquiles, Heracles o Atlántida, y cada uno tendrá sus propias características: Heracles hará uso de su fuerza bruta, mientras que Atlántida será especialmente rápida y precisa con el arco. El protagonista, en este caso Jasón, será como es habitual el personaje equilibrado con las dosis apropiadas de fuerza, destreza y velocidad.
Pero no todos los avances van destinados al deleite visual, también encontraremos varias aportaciones jugables. Dado el carácter cinematográfico que se le pretende dar al juego la interfaz gráfica será lo más sencilla y limpia posible, lo que supondrá que no veremos barras de energía ni otro tipo de marcadores en la pantalla, de modo que para conocer el estado de salud de Jasón tendremos que fijarnos precisamente en las posturas que adopte y en su forma de moverse. Jasón podrá reestablecerse si permanece fuera de combate durante un tiempo, este sistema de salud está siendo implementado cada vez por más títulos de distintos géneros pero en Rise of the Argonauts tiene además una interesante justificación narrativa: la naturaleza heroica de los protagonistas, entendiendo el concepto de héroe no solo como la figura social o literaria a la que estamos acostumbrados actualmente sino también en su significado original proveniente de la antigua Grecia, es decir, un Héroe es un hijo de un Dios y de un ser humano que está dotado de mortalidad pero también de extraordinarias cualidades físicas propias de las deidades.
Del mismo modo que no habrá barras de energía tampoco habrá puntos de vida, y eso nos lleva a uno de los aspectos más interesantes de los combates en Rise of the Argonauts. La idea de "infringir nivel de daños al enemigo" no existirá en el juego y consecuentemente no nos dedicaremos a asestarle golpes continuados con el único objetivo de reducir su vitalidad hasta que muera. Los desarrolladores han optado por un sistema que recree la crudeza y letalidad de las luchas de forma mucho más realista. Todo girará en torno a las propiedades físicas de las armas, escudos, armaduras y la carne. Así, si no conseguimos superar las defensas del enemigo o únicamente le asestamos golpes superficiales jamás conseguiremos terminar con su vida por mucho que insistamos; por el contrario, si alcanzamos con certeza alguno de sus puntos vitales acabaremos con él de forma instantánea. De hecho si somos los suficientemente hábiles y astutos podremos hacer valer de nuevo la condición heroica de Jasón y poder matar a casi todos los enemigos del juego con un solo golpe, o lo que es lo mismo, llevar a cabo una auténtica heroicidad digna de ser recordada.
Para combatir podremos equiparnos tres armas distintas correspondientes a los siguientes tipos: lanza, será lo más útil para empalar enemigos en largas distancias pero también podremos usarla en el combate cuerpo a cuerpo; maza, con ella podremos romper las defensas enemigas o hacer que suelten su escudo; espada, rápida y afilada para asestar el golpe definitivo. Para nuestra defensa llevaremos equipada una armadura y un escudo con el que bloquear los ataques, aunque también podremos esquivarlos. La interacción con nuestros compañeros funcionará de forma bastante sencilla, si queremos que ataquen al enemigo bajo su propia responsabilidad bastará con mantenerse distanciado de ellos, mientras que si queremos que nos ayuden a bajar su guardia para poder asestar un golpe definitivo deberemos acercarnos a su posición. Los objetos no se adquirirán en su mayoría en tiendas, se conseguirán a lo largo de la aventura y de la historia de forma que estarán dotados de la personalidad y el carácter legendario que el juego necesita. Esto no significa que nuestras posibilidades con el inventario vayan a ser limitadas, podremos quitar piezas de un objeto para ponérselo a otro e incluso la propia Argo será modificable.
Y del mismo modo que no habrá puntos de vida tampoco habrá puntos de experiencia, lo que nos lleva a otra de las interesantes propuestas del juego, ¿cómo adquiriremos nuevas habilidades y poderes? Completando hazañas, habrá muchas y de distintos tipos: matar un número determinado de enemigos, descubrir una localización secreta o conseguir algo de un NPC a través del sistema de diálogos son algunos ejemplos de ello. Cuando visitemos un templo podremos brindar estas hazañas a uno de cuatro dioses distintos que pondrán a nuestra disposición algunas de sus habilidades y poderes.
Sin embargo sí afectará a su relación con los dioses el sistema de ofrendas comentado anteriormente. Si nuestra estima con uno de ellos es alta éste provocará milagros que nos ayuden a combatir los enemigos, como por ejemplo hacer que enloquezcan y luchen entre ellos. Mientras que si nuestra estima es baja con algún otro podría provocar una tormenta que nos afecte. Será nuestra decisión apostar por un solo Dios o intentar mantener un equilibrio, pero en ningún caso podremos adquirir todas las habilidades de cada uno de ello. Dichas habilidades podrán ser de combate o no, y algunas nos permitirán alcanzar zonas antes inaccesibles, por lo que el viaje entre islas será constante y no lineal.