La gran apuesta de Square Enix para estas Navidades es Hitman Absolution, el regreso por todo lo alto de la saga creada por los daneses IO Interactive, que con esta quinta entrega estrenarán también nuevo y espectacular motor gráfico, el Glacier 2. La última entrega, Hitman: Blood Money, data ya de 2006, dejó un gran sabor de boca y seis años después hay hambre de nuevo Hitman.
Y este no va a ser un Hitman cualquiera, es la entrega más ambiciosa y con mayores valores de producción de toda la saga, el más espectacular, algo que se nota desde el primer minuto. Hemos podido jugar los primeros capítulos de la aventura, y no os vamos a contar ni un solo detalle de la historia, que incluye giros y sorpresas desde el principio, y que tiene mucha fuerza, uniendo de manera inteligente y orgánica las distintas situaciones jugables que nos van planteando, muy variadas y diferentes entre sí.
Square Enix pretende con este Hitman convertirlo en un título superventas, en una saga de renombre que llegue a la mayor cantidad de público posible, lo que a los fieles seguidores desde la primera entre les podría tener con la mosca tras la oreja, ante una posible "casualización" o simplificación de la jugabilidad. Un juego de acción y sobre todo sigilo que siempre fue exigente con el jugador a la vez que le dio mucha libertad de acción, algo que por lo que ya hemos podido comprobar no se ha perdido en Hitman Absolution.
Para empezar y para contentar a todos, hay disponibles cinco niveles de dificultad, con más o menos ayudas activas y con una mayor o menor inteligencia artificial de los enemigos, por tanto cada uno podrá elegir una experiencia a su medida en este Hitman. Desde el jugador medio que elegirá la dificultad por defecto, que cuenta con multitud de ayudas, al más avanzado que quiera una experiencia desafiante, o al hardcore de la saga que quiera vivir la aventura de la manera más complicada posible, sin ningún radar o ayuda para encontrar los objetivos.
La primera misión funciona a modo de tutorial y de introducción a la historia. Nos enseñan los principios básicos de la jugabilidad que tendremos que utilizar el resto del juego, y de manera inteligente y sin grandes charlas aprendemos a jugar en apenas diez minutos, asimilando bien todos los conceptos y empezándonos a divertir casi desde el principio, poniéndolos en práctica. Estamos ante un juego de infiltración y sigilo, de contemplar el entorno, a nuestros enemigos, y actuar en consecuencia, no apto para los más impacientes o los que busquen acción directa, para lo que ya hay otros muchos juegos.
Cuando nos topamos con un enemigo, si nos acercamos por la espalda sin que nos vea podemos o bien dejarle inconsciente o matarle, seremos nosotros los que decidamos. En cualquiera de los casos conviene esconder el cuerpo, para que sus compañeros no lo encuentren. Podemos meterlo en uno de los múltiples contenedores, armarios o cajas que encontramos, o en el caso de esta primera misión que transcurre en una gran mansión al borde de un acantilado, tirarlos al vacío para que sean pasto de los peces. Desde un primer momento sientes una gran libertad para actuar cómo quieras.
A veces por las circunstancias del escenario nos encontramos enemigos cerca de una ventana, asomados a un balcón, y siempre les podemos empujar o tirar de ellos para que caigan, aunque teniendo cuidado de dónde van a hacerlo, siempre hay que impedir que otros enemigos descubran el cuerpo de sus compañeros. Una de las señas de identidad de la saga son los disfraces, que vuelven con más importancia que nunca en Hitman Absolution. Cuando mates o dejes inconsciente a una persona siempre le puedes quitar la ropa y ponértela, haciéndote pasar por su rol, ya sea de policía, guardia de seguridad, cocinero, mafioso, mensajero, etcétera. Pero esto no nos hace invisibles e invulnerables a las miradas ajenas, y hay que tener cuidado porque si vestidos de policía pasamos muy cerca de otro, es muy posible que nos descubra.
Para esto contamos con el modo Instinto, una ayuda que usaremos mucho –deshabilitada en la dificultad más alta, o en cualquier momento si así lo queremos- y que nos permite entre otras cosas taparnos la cara sutilmente o mirar a otro lado cuando pasamos cerca de otros personajes, para que no nos descubran. También en este modo podemos ver la ruta que van a realizar los enemigos andando, ver sus siluetas a través de las paredes, y los objetos con los que podemos interactuar.
Cuando no quede más remedio y estemos rodeados por un grupo de enemigos que nos ha descubierto, gracias al modo Instinto podemos a cámara lenta marcar a varios blancos, 4 o 5 a la vez, y darle a ejecutar. Contemplaremos una espectacular secuencia en la que el Agente 47 acaba de un certero disparo con cada uno de ellos. Sí, parece que todo esto pone las cosas demasiado fáciles, pero el modo Instinto cuenta con una barra que se va gastando según lo usamos, y no podemos abusar de él, hay que usarlo con cabeza. Si nos disfrazamos y empezamos a andar cerca de un grupo numeroso de enemigos intentando pasar desapercibidos, lo gastaremos rápidamente y lo más seguro es que nos descubran.
Además como es una ayuda que el jugador puede elegir si tener habilitada o no corre por su cuenta y riesgo cómo de difícil quiere que sea la experiencia en Hitman Absolution, un juego que para nada es fácil como comprobamos, por mucho modo Instinto que tengamos. Apenas jugamos algún tiroteo, la gracia está en pasar desapercibidos y que no te descubran, pero las escenas de acción están bien resueltas, gracias al sistema de coberturas y de que podemos por ejemplo coger a un enemigo y utilizarlo como escudo.
Observar el entorno es una de las claves de la jugabilidad, invita a ser pacientes, tanto por ver donde están situados los distintos personajes como por descubrir con qué objetos del escenario podemos interactuar y utilizarlos a nuestro favor. Los escenarios están repletos de detalles, de los más realistas que hemos visto nunca en un juego, son una pasada. Hay cantidad de objetos que podemos coger y lanzar para distraer a los enemigos, o interactuar, como aparatos de radio o televisión que podemos encender o apagar para llamar la atención de otros.
Siempre hay múltiples formas de resolver una situación, y la más retorcida y sorprendente suele ser la más divertida. En la fase de Chinatown que jugamos hace unos meses ya os contamos que teníamos que acabar con un mafioso y que lo podíamos hacer de muchas formas. Usar un rifle francotirador desde una ventana, poner unos explosivos en su coche, adulterar la droga que iba a tomar, o tirarle un material de obra en la cabeza cuando iba a orinar a un callejón, y seguramente hubiera alguna más. Tras haber jugado ya varias misiones hemos visto que todo el juego es así, siempre hay muchas formas de superar los objetivos.
Por esto, estamos ante un juego que basa mucha parte de su gracia y encanto en la rejugabilidad, en jugar la misma misión una y otra vez y probar a resolverla de diferentes maneras, algo que gustará a muchos y a otros no tanto. Cada misión cuenta con entre 30 y 50 desafíos, una serie de logros como utilizar determinadas armas, tirar a un enemigo al mar, haber envenenado a alguien, conseguir que no te descubran, y un larguísimo etcétera, algunos muy retorcidos y sorprendentes. Por supuesto no se pueden conseguir todos en una única partida, y habrá que jugar la misma misión varias veces para superarlos todos.
Algo que nos ha parecido peculiar son los puntos de control, que no son los clásicos que llegados a un punto concreto del escenario se establecen. Son lugares concretos del escenario sí, pero nosotros decidimos cuándo activarlos. Imaginar que estamos en una casa con ocho enemigos y un punto de control. Puede podemos decidir acabar con tres de ellos y activar el punto de control, o arriesgarnos un poco más y acabar con cinco y activarlo, somos nosotros los que decidimos cuánto arriesgarnos. Una decisión bastante inteligente y que hace que el juego no sea un paseo.
También los puntos juegan un papel importante en Hitman Absolution, cada acción que realizamos, positiva o negativa, nos resta o suma puntos, por ejemplo matar a un civil está muy penalizado. Dependiendo de cómo nos hayamos comportado en la misión, al final del nivel se valora nuestra actuación, y se nos otorga una puntuación. Algo que servirá por ejemplo para los marcadores en línea y picarnos con nuestros amigos a demostrar quién es el mejor agente de todos.
No todo es sigilo, calma y observación, ya hemos podido jugar alguna misión frenética, de huida, en la que Hitman Absolution se vuelve muy espectacular, y te consigue meter la tensión en el cuerpo, gracias a sus espectaculares valores de producción y una atractiva e intensa banda sonora. Ya sea en los momentos más calmados, o en las situaciones más frenéticas, el control responde siempre a la perfección, es intuitivo, los botones tanto por número como por colocación están bien pensados, y cuando fallamos siempre tenemos la sensación que ha sido por nuestra culpa, por una mala decisión, y no por un fallo en el control o una mala comprensión de la interfaz.
Además del modo historia, que veremos cuánto dura, aunque como ya hemos dicho es muy rejugable, tenemos el modo Contratos, un peculiar editor de misiones en el que no creamos niveles con el clásico editor o una serie de opciones, sino que somos nosotros jugando lo que diseñamos la misión. Elegimos un escenario y realizamos las acciones que queramos, por ejemplo matar a determinado personaje con un cuchillo, dejar a otro inconsciente y meterlo en un contenedor, o ponernos determinado disfraz. Si conseguimos salir de la fase, habremos creado un contrato.
Este lo compartiremos por internet, y otros jugadores tendrán que hacer exactamente lo que nosotros hicimos para superarlo, principalmente acabar con los mismos objetivos. Si por ejemplo acaban con el primer blanco al igual que nosotros, con un cuchillo, recibirán más puntos que si lo hacen con una pistola, siendo como un objetivo secundario. Podemos acabar con uno, dos o tres objetivos por misión, y dependiendo de lo que hagamos se establecerá una dificultad. Los niveles estarán clasificados por su complejidad así como por la valoración que le den los jugadores, y podremos rápidamente ver una enorme lista de los contratos más populares, los de nuestros amigos, y retarnos a superarlos. Un modo bastante original.
Por último queremos hablar del apartado técnico, que nos parece excelente. IO Interactive estrena motor gráfico, el Glacier 2, y os aseguramos que os sorprenderá, como lo ha hecho con nosotros. Es extraño ya al final de la generación de consolas, a las puertas de la siguiente, sacar un nuevo motor, aunque esperamos que sea escalable y se adapte a las nuevas consolas, porque en sencillamente alucinante. La perfecta iluminación, grandes físicas, unas animaciones geniales, unos escenarios ultra detallados, llenos de elementos y muy realistas, y se mueve sin problemas sin ningún problema de rendimiento en las actuales consolas, capaz de mover decenas de personajes a la vez sin inmutarse.
En el escenario de Chinatown, en una estación de tren o en una discoteca es capaz de mostrar a más de 30 o 40 personajes a la vez en pantalla, sin problemas de rendimiento y manteniendo un gran nivel de detalle en todos sus elementos. En una generación dominada por el Unreal Engine 3, otras desarrolladoras con su propio motor gráfico nos demuestran que se podían haber hecho las cosas todavía mejor, y Hitman Absolution es una muestra de ello, explotando hasta lo inimaginable el hardware de PlayStation 3 y Xbox 360. Hay todavía algunas cosas por pulir en la beta, y tenemos muchísimas ganas de ver cómo de pulido acaba estando el producto final.
Vuelve Hitman más en forma que nunca
Los amantes de la infiltración, la acción y el sigilo están de enhorabuena, dentro de unos días podremos disfrutar de Dishonored de Bethesda, juego que ya estamos analizando y que nos está encantando, y el mes que viene llegará Hitman Absolution, que tiene una pinta estupenda. No es un juego para todos los paladares, es un acercamiento a la acción en tercera persona muy distinto a lo que estamos acostumbrados, y su propuesta calmada, que exige paciencia, no conectará con todo tipo de jugadores.
Pero el que sepa con qué se enfrenta y le gusten este tipo de juegos, creemos que lo va a disfrutar muchísimo, así como por supuesto los fans de la saga. Es un producto muy cuidado, tanto en su jugabilidad como en su apartado técnico, cuenta con una historia elaborada, y da una libertad al jugar que muy pocos títulos hoy en día se atreven a ofrecer. Llegará el 20 de noviembre a PlayStation 3, Xbox 360 y PC, y apunta a ser uno de los juegos del año.
