Es una lástima que en los últimos años los juegos de tenis no hayan tenido el bombo que tuvieron durante la generación de PS3 y Xbox 360. Sí, ha habido propuestas medianas, en cuanto a tamaño y presupuesto, pero se han echado de menos los Top Spin y los Virtua Tennis, sagas que apostaban más por la simulación y por el arcade, respectivamente, pero que lograban lo mismo: divertir incluso a quienes no siguen el tenis profesional o no lo juegan en la vida real. Son títulos accesibles pero profundos, capaces de comerte tardes enteras y de convertirse en el juego predilecto para cuando vienen colegas a casa.
Pero la situación cambiará. Y muy pronto. El próximo 26 de abril, la serie originada en Xbox vuelve con Top Spin 2K25, que llega a los ordenadores y las consolas de la actual y pasada generación de la mano de Hangar 13. Sí, los desarrolladores de Mafia, pero tampoco nos vamos a alarmar: Top Spin, a pesar de contar con solo cuatro entregas, ha cambiado varias veces de manos. En Vandal hemos tenido la oportunidad de jugar durante unas dos horas a un título que no quiere revolucionar nada, pero que cuenta con varias novedades jugables que nos han convencido. Vamos a ello.
John McEnroe como entrenador personal
Aunque no hay ninguna restricción sobre por qué modo de juego empezar, la mayoría, tanto novatos como veteranos, entrarán por primera vez a la Top Spin Academy. Se trata de una serie de tutoriales narrados por John McEnroe que van más allá de los controles y las mecánicas de juego: de manera didáctica y clara te enseñan a cómo jugar. Te explican por qué es bueno volver a la parte trasera de la pista tras cada golpe, a apuntar con precisión, a controlar los saques y mucho más, todo ello dividido en lecciones básicas, avanzadas y de cuatro estilos de juego concretos (que después cada cual combinará como prefiera); que, una vez completadas, habrán repasado efectivamente todos los sistemas del juego. Son tutoriales geniales y comprensibles que, sin embargo, pueden ser un tanto densos como primera parada en el juego.
En el modo exhibición es donde tienen lugar las pachangas. Aquí podemos elegir entre 48 pistas, más que nunca en la saga, con todos los Grand Slam y con Wimbledon por primera vez; en las canchas de exterior se puede escoger entre día, tarde y noche. Los partidos pueden ser individuales o dobles, y se pueden escoger entre siete dificultades de la inteligencia artificial (una más que en Top Spin 4, y más difícil). El plantel de tenistas promete establecer un récord en la serie: divididos en leyendas y actuales, en la versión limitada que pudimos jugar estaban Roger Federer, Serena Williams, John McEnroe, Andre Agassi, Steffi Graf, Carlos Alcaraz, Iga Świątek, Frances Tiafoe, Emma Raducanu y Coco Gauff.
La concentración del tenis
Con todos ellos, muy diferenciados a los mandos, pudimos probar los nuevos sistemas de juego que requieren un tiempo de adaptación, pero que nos parecen todo un acierto. En el saque hay más oportunidad-riesgo que nunca. Está la clásica barra con una línea que. si la paramos cerca o en el indicador verde, el saque es más potente y preciso, pero ahora aparece en el lado contrario de la cancha un área (de distinto tamaño según el tipo de saque) que podemos mover antes de golpear la bola con la palanca; el toque al stick tiene que ser tan preciso que lleva tiempo acostumbrarse.
También los golpes normales tienen un sistema similar. Cada vez que la bola viene hacia nosotros aparece la mencionada barra. La situación se puede abordar de dos maneras: vamos hacia la bola y pulsamos el botón justo cuando la línea toque el indicador verde, devolviéndola potentísima y precisa, pero con mayor riesgo de no acertar y que la bola sea menos fuerte o se vaya a Cuenca; o nos colocamos, mantenemos pulsado uno de los cinco botones de diferentes golpes, y soltamos justo cuando la línea llegue al indicador verde, lo que habitualmente resulta en bolas menos peligrosas, ya que la inercia del cuerpo no apoya el golpe.
Por supuesto, la fuerza y la precisión no depende solo de esa barrita, sino de los atributos del tenista, de la posición y la altura en la que recibe la bola, de su cansancio y de la velocidad de la pelota; algunos de estos elementos, por cierto, también influyen en los saques. Lo que provoca este sistema que mezcla lo arcade con la simulación es que en cada partido estemos en un estado de concentración total frente a la pantalla, siempre pendientes del movimiento de nuestro tenista y del oponente, de la bola y de los indicadores y las barritas propias y del contrario; y todavía más al jugar en dobles.
Además, los desarrolladores prometen que este sistema agilizará los partidos en línea. Antes, cuando dos oponentes de alto nivel se veían las caras, los encuentros se podían eternizar. Ahora, al devolver la pelota con un tiro perfecto, desde una posición idónea, la bola coge un ángulo que la hace muy difícil de alcanzar; y si se hace desde una mala posición, puede acabar en la red. De manera idónea, los jugadores abrazarán este riesgo-recompensa, y los enfrentamientos serán menos duraderos.
MyPlayer, pases de temporada y la renovación visual
Aunque no pudimos probarlo, una parte fundamental de Top Spin 2K25, como es habitual en los videojuegos deportivos de 2K Sports, será el modo MyPlayer, con el que podemos crear un o una tenista y llevarla al estrellato. Aquí se pueden elegir entre cuatro ajustes predeterminados y después personalizarlos con muchísimas opciones faciales, tipo de cuerpo, la manera en la que saca, la nacionalidad, la voz y muchos otros aspectos que se pueden modificar en cualquier momento (a excepción del nombre y el país). No faltarán un catálogo amplísimo de accesorios y elementos cosméticos, ni tampoco, claro, pases de temporada y microtransacciones. No nos han explicado en qué consistirán, pero viendo cómo se ha desarrollado NBA 2K en los últimos años, estamos más que pendientes.
Cambiando de tercio, nos ha convencido menos el apartado visual, que por supuesto ha mejorado enormemente desde la última entrega de la serie, lanzada hace dos generaciones de consolas. Hay que tener en cuenta que estamos ante un juego intergeneracional, pero aun así, los modelados de los tenistas y las canchas palidecen ante los deportistas y los campos de títulos deportivos de equipo de los últimos años. Hay elementos reseñables, eso sí, como las pisadas en el terreno, las físicas de la ropa (aunque a veces hacen extraños) y pequeños detalles, como la respuesta háptica del DualSense cuando el tenista se resbala en tierra batida. La ambientación sonora es dinámica y tiene algún toquecito genial, como cuando alguien del público empezó a toser en una bola que parecía que no se iba a terminar.
Nos vemos en la pista el 26 de abril
Como veis, Top Spin 2K25 no pretende reinventar una rueda que durante más de una década le dio a la serie el título de mejor juego de tenis, pero añade mecánicas que fomentan el riesgo-recompensa y la concentración absoluta en la partida, lo que al menos en este primer contacto nos ha parecido genial. Por supuesto, nos queda muchísimo por ver: el modo carrera, la manera de evolucionar a nuestro avatar en MyPlayer, los partidos en línea, y por supuesto, cómo se abordan los pases de temporada y los micropagos. Pero de momento solo podemos alegrarnos de que haya vuelto el mejor tenis.
Hemos realizado estas impresiones tras probar una versión preliminar para PS5 en un evento invitados por 2K Games.