Una verdad incómoda de la que todos somos muy conscientes es que los días de gloria de los juegos de estrategia en tiempo real terminaron ya hace años. No es que hayan desaparecido por completo, pero sí que es cierto que los lanzamientos de este tipo escasean y que la mayoría de ellos intentan modificar la fórmula clásica para intentar atraer a nuevos jugadores. Por ello, no es de extrañar que algunas compañías prefieran ir a lo seguro trayendo de vuelta los clásicos de antaño que definieron la mejor época del género. Juegos de incuestionable calidad que además cuentan con la ventaja de apelar a la nostalgia de muchos de nosotros.
Gracias a esto, recientemente recibimos Age of Mythology: Retold, una cuidadísima y trabajada remasterización de todo un clasicazo que ningún fan de los RTS debería perderse, ya que tiene prácticamente todo lo que nos gusta: un trasfondo mitológico fascinante, un buen remozado gráfico, una cantidad de contenidos abrumadora tanto para jugar en solitario como en multijugador, opciones para todos los gustos, facciones bien diferenciadas y una profundidad jugable con la que muy pocos pueden competir.
Ahora, tras su paso por PC y Xbox Series X/S, por fin llega a PS5, continuando así con la nueva estrategia multiplataforma de Microsoft, un lanzamiento que coincide, además, con el estreno de Immortal Pillars, su primera gran expansión, la cual trae consigo a los chinos como facción, entre otras novedades muy interesantes que creemos que van a hacer las delicias de los fans.
Una nueva facción tan única como divertida
Algo que tenemos que dejar muy claro desde ya es que Immortal Pillars no tiene nada que ver con Tale of the Dragon, la increíblemente decepcionante expansión lanzada en 2016 del Age of Mythology original.
Sí, se centra en la introducción de los chinos, pero tanto el funcionamiento de esta facción como los contenidos adicionales que se han incluido son completamente nuevos, así que no tenéis nada que temer. Aclarado esto, este primer DLC trae consigo, además de la nueva facción junto a todo su panteón, una nueva campaña para un jugador y 7 nuevos mapas.

Si hay algo que podemos decir sobre los chinos es que nos ha parecido una de las facciones más divertidas y únicas de todo el juego. Se nota que el equipo de desarrollo se ha tomado muy en serio su trabajo a la hora de crear un bando totalmente diferenciado de los ya existentes introduciendo montones de mecánicas específicas que aportan nuevas formas de jugar y un sinfín de posibilidades estratégicas adicionales.
A modo de resumen general, los chinos basan su estilo de juego en la expansión de su territorio gracias a la nueva mecánica de tierra favorecida. A medida que construyamos nuestra base y conectemos edificios colocándolos en posiciones cercanas, iremos creando y expandiendo un terreno bendecido por los dioses, lo que nos permite disfrutar de distintas ventajas únicas dependiendo de nuestras deidades, las cuales suelen potenciarse cuanto más terreno favorecido tenemos.
Adicionalmente, cuando jugamos con esta facción, podemos crear a los Kuafu, unos gigantes que pueden recolectar oro y madera con mucha más eficiencia que los aldeanos normales. Además, pueden luchar en el caso de que sea necesario y construyen edificios a una velocidad muy superior. Evidentemente, son más caros, pero merece la pena tener un buen puñado de ellos si queremos expandirnos con rapidez por el mapa.

Otro aspecto donde se nota el toque tan único que se le ha dado a este panteón lo tenemos en las ventajas que nos dan sus tres dioses principales, las cuales cambian por completo nuestra forma de jugar y son de lo más originales. Por ejemplo, Fuxi se basa en el Yin y el Yang y cada cuatro minutos de partida cambia el bonificador que recibimos entre recolectar recursos un 10 % más rápido y que nuestras unidades militares realicen un 10 % más de daño. Además, cuenta con un héroe legendario que se va haciendo más fuerte a medida que avanzamos de edad, entre otras muchas cosas.
Por su parte, Shennong nos permite invocar unidades míticas de forma gratuita en nuestros templos a medida que ganamos favor, las cuales se curan automáticamente al estar en tierra favorecida. De hecho, es un dios con el que podemos acabar teniendo muchas formas distintas de sanar a nuestras unidades y hacerlas más resistentes.
Finalmente tenemos a Nüwa y es justo aquí donde creemos que radica el gran problema de esta expansión. Si bien creemos que las otras dos divinidades hacen que los chinos sean algo más fuertes que el resto de facciones por las grandes ventajas que obtienen de sus dioses menores (notablemente superiores a los de otros panteones), Nüwa directamente rompe por completo el equilibrio de poder actual.

Esto se debe a que cuenta con la habilidad de construir edificios y estructuras de forma automática dentro de su tierra favorecida. Es decir, no necesita tener aldeanos dedicados a las labores de construcción, lo que le permite construir numerosas edificaciones de manera simultánea mientras tenemos a la plebe y a los Kuafu recolectando recursos sin parar, lo que destroza por completo la economía del juego. Esto, de hecho, crea situaciones a medio y largo plazo que pueden resultar extremadamente frustrantes para los rivales, ya que nos abre las puertas a, por ejemplo, construir montones de murallas a la vez extremadamente resistentes a un coste nimio sin tener que preocuparnos por la seguridad de nuestros aldeanos.
Sinceramente, no sabemos cómo van a solucionar el enorme problema de equilibrio que ha traído consigo esta diosa por culpa de esta mecánica, pero es algo que requiere una revisión urgente si se quiere garantizar unas partidas multijugador justas en la que todo el mundo tenga las mismas posibilidades de ganar independientemente de la facción y la divinidad escogida.
Por lo demás, jugar con los chinos ha sido una experiencia muy gratificante y las diferentes combinaciones de dioses menores nos ofrecen una enorme cantidad de posibilidades estratégicas para que podamos definir nuestro estilo de juego y adaptarnos a cada tipo de partida. Todo este buen trabajo también se nota incluso en las nuevas unidades míticas, las cuales además de tener un diseño fantástico, cuentan con mecánicas muy originales, como una que puede comerse a sus rivales para crecer de tamaño y hacerse más fuerte u otra capaz de provocar el pánico entre las tropas enemigas para que pierdan el control y salgan huyendo, por mencionar tan solo un par de ejemplos de los muchos que hay.

En lo que respecta a la campaña como tal, nos ha gustado mucho cómo nos introduce en la mitología china y cómo nos permite descubrir, poco a poco, las posibilidades de esta nueva facción, aunque debemos decir que nos ha resultado extremadamente corta, ya que solo aporta 9 misiones que podéis completar en unas 3 horas (aunque hay 6 niveles de dificultad, así que si vais a por los más altos la cifra sube notablemente). En cuanto a las misiones como tal, están a un buen nivel, aunque hemos echado en falta algo más de variedad en los objetivos y más sorpresas en su desarrollo.
Eso sí, los 7 nuevos mapas que se han introducido nos han parecido fantásticos. No solo es que los nuevos biomas inspirados en China sean preciosos, es que tienen unos diseños geniales que dan pie a partidas muy diferentes y frescas, como uno en el que el mapa está dividido por una gigantesca muralla u otro repleto de bases que podemos capturar para crear nuestra propia ruta comercial.
Finalmente y como apunte adicional para quienes tengáis curiosidad, decir que hemos podido probar la versión de PS5 de Age of Mythology: Retold. Como podréis intuir, esta ofrece exactamente lo mismo que la versión de Xbox, por lo que podéis conectar un teclado y un ratón si los controles con mando se os hacen demasiado complejos y existe juego cruzado que nos permite jugar partidas contra los usuarios de PC y Xbox, garantizando así que siempre encontremos jugadores. Por lo demás, el juego se ve genial, incluye infinidad de opciones de configuración y el rendimiento es impecable a 60 fps.

Como veis, Immortal Pillars nos ha parecido una buena expansión. Se nota que se ha priorizado la calidad de sus contenidos frente a la cantidad y como resultado ahora podemos disfrutar de una facción divertidísima y muy única, por no hablar de sus nuevos y fantásticos mapas. Y si bien la campaña se nos ha hecho corta, no deja de ser muy entretenida para quienes se quedaran con ganas de más.
Ahora mismo el único problema real es que el panteón chino creemos que es demasiado poderoso y requiere ajustes de equilibrio urgentes, especialmente la diosa Nüwa, cuyas mecánicas rompen por completo la economía del juego, dejando en la estacada al resto de facciones. Pero si esto se consigue solucionar, aquí encontraréis un añadido de lo más jugoso para seguir disfrutando de este fantástico RTS que tantas alegrías nos ha dado.
Hemos escrito este artículo gracias a un código de descarga para PS5 que nos ha facilitado Microsoft.