Need for Speed es una saga que tiene en su haber auténticos juegazos, pero, por desgracia, de eso hace ya mucho. En los últimos años, la serie solo nos ha ofrecido una decepción tras otra con títulos que no han terminado de convencer y que se han quedado muy lejos del altísimo nivel de calidad que la serie representó en su día con joyas como los Most Wanted.
Gameplay comentado
Ahora, Electronic Arts lo quiere volver a intentar este año con Need for Speed Heat, un título que promete traer de vuelta por todo lo alto las persecuciones policiales y las carreras callejeras por las que se caracterizaron algunas de las entregas más queridas de la saga. Coincidiendo con la celebración de la Gamescom 2019, hemos tenido la oportunidad de echarnos nuestras primeras carreras en un primer contacto que nos ha dejado con sensaciones encontradas y muchas dudas.
Los peligros del éxito
Esta vez el desarrollo de la aventura alternará entre el día y la noche, ofreciéndonos dos propuestas muy diferentes según la hora que sea.
Por la mañana, podremos explorar su mundo abierto con total libertad, buscando coleccionables y participando en todo tipo de desafíos y actividades dentro de un marco algo más legal del habitual, aunque si hacemos demasiado el cafre, tened por seguro que la policía vendrá a por nosotros.
En cambio, al ponerse el sol es cuando empieza la auténtica diversión, ya que es el momento en el que se celebran las carreras ilegales, donde podremos forjarnos un nombre y subir nuestra reputación en las calles. Eso sí, las fuerzas del orden no se andan con chiquitas por la noche y desplegarán auténticos ejércitos con tal de meternos entre rejas a poco que nos pillen saltándonos las normas de circulación. Y cuando decimos ejércitos, nos referimos a helicópteros, blindados que solo buscarán embestirnos para destrozarnos el vehículo de un porrazo y marabuntas de coches policiales que saldrán por todas partes para asegurarse de que no nos escapamos.
Aunque no hemos tenido la posibilidad de explorar su mundo abierto, en esta demo nos han permitido jugar dos carreras que nos han servido para hacernos una primera idea de lo que podemos esperar de esta entrega.
La primera de ellas se desarrollaba de día en un circuito cerrado y legal, por lo que pudimos enfrentarnos a nuestros rivales sin preocuparnos de tener que sortear obstáculos y buscando únicamente llegar los primeros, disputando una carrera muy clásica y tradicional en un trazado relativamente sencillo. Como era de esperar, dispondremos de una barra de turbo dividida en tres cargas distintas para impulsarnos, algo que deberemos de usar activamente para no quedarnos atrás.
Tras esta prueba nos tocó correr por la noche en una espectacular y larga carrera nocturna donde no solo teníamos que esquivar el tráfico, sino evitar que la policía nos arrestase mientras nos perseguía en plena competición, lo que nos dejó con algunos momentos muy llamativos y desafiantes.
Sin embargo, el peligro no acababa al cruzar la línea de meta, ya que para completar la demo teníamos que despistar a nuestros perseguidores, algo que resultó una auténtica odisea, ya que corrían más que nosotros, salían de todas partes y no se despegaban de nosotros ni de casualidad, embistiéndonos y colaborando conjuntamente para desestabilizarnos y hacernos perder el control.
En relación a esto, decir que ahora existe una nueva mecánica llamada Heat que mide nuestro nivel de reputación y fama en las calles, el cual sube conforme ganamos carreras y realizamos diferentes acciones, como chocarnos contra las fuerzas policiales o destruir el mobiliario urbano.
La gracia está en que esto es un arma de doble filo, ya que aquellos empeñados en detenernos nos buscarán con más ahínco y cada vez nos costará más movernos por la ciudad sin acabar metidos en algún tipo de lío, aunque a cambio también podremos acceder a más pruebas y con mayores recompensas.
Como veis, sobre el papel todo suena muy bien, aunque las impresiones que hemos tenido jugando no son tan positivas como deberían por culpa de un manejo algo torpe y rígido de los vehículos y de unas físicas muy mejorables.
Irónicamente, la sensación de velocidad también falla muchísimo, algo a lo que tampoco ayuda el rendimiento tan inestable que tiene el juego actualmente, por lo que esperemos que se optimice de cara a su versión final, ya que tal y como reza su propio nombre, "necesita velocidad".
Y es una pena, ya que el trazado y desarrollo de la carrera nocturna nos ha gustado bastante y las persecuciones policiales son todo un espectáculo de lo más tenso, lo que demuestra que el título hace bien lo que se propone, pero al fallar en cosas tan básicas su disfrute se ve muy mermado.
La IA también necesitaría una ligera revisión, pues se comporta de una forma muy irreal, no compite consigo misma y no comete errores de ningún tipo, por lo que un solo choque o un simple error nos suele condenar a la cola de la carrera sin darnos posibilidad alguna de remontar. Podríamos pensar que esto era una impresión nuestra, pero nos bastó con echar un vistazo al resto de stands para comprobar que era algo generalizado entre todos los que lo probaban.
A nivel gráfico tampoco es la panacea, con unos efectos discretos y un sistema de daños decepcionante, aunque los modelados de los coches sí que están muy conseguidos y la iluminación es bastante buena. También hay algunas texturas de baja resolución, aunque esto es algo de lo que solo nos daremos cuenta cuando no estemos corriendo y si no fijamos de forma intencionada en ellas. Por desgracia, la versión que hemos jugado no tiene todavía la banda sonora implementada, así que solo hemos podido jugar con el imponente rugido de los motores.
Mucho por demostrar
Need for Speed Heat tiene todavía mucho que demostrarnos. Nuestro primer contacto con él ha sido un tanto agridulce, compaginando buenas ideas y mecánicas interesantes con una ejecución algo torpe y fallos muy básicos que empañan la experiencia más de lo que le conviene. No sabemos si conseguirá solucionar todos estos errores de aquí a noviembre, pero si quieren que la saga haga su regreso triunfal, más vale que Ghost Games se ponga las pilas.
Hemos escrito estas impresiones tras probar una demo en su versión de PS4 en la gamescom 2019.