Mass Effect se convirtió por méritos propios en una de las sagas más exitosas de la anterior generación. Su impecable ambientación y adictivo sistema de juego, a medio camino entre la acción y el rol, fueron las excelentes bases de una franquicia que cerró su trilogía hace ya cinco largos años. También ha pasado mucho tiempo desde que el proyecto fuese anunciado en el E3 de 2015, y no ha sido hasta ahora, a un mes de su lanzamiento, cuando finalmente hemos podido comprobar que Mass Effect: Andromeda sigue siendo puro Mass Effect.
Durante las cerca de cuatro horas que pudimos jugar, tuvimos acceso al inicio de la aventura, a la cuarta misión de la historia y al editor de personajes. La trama nos sitúa en el año 2185 dentro de la nave Ark que, después de un largo viaje, ha llegado a la galaxia Andrómeda. Aquí nosotros somos los alienígenas y, aunque no vamos a entrar en más detalles argumentales, el comienzo deja claro que estamos ante una aventura de enormes proporciones.
El comienzo de una nueva aventura
Una vez asumamos el papel de Ryder (en su versión masculina o femenina, según nuestra decisión inicial) aterrizaremos en el planeta Habitat 7. Rápidamente descubriremos que no es un lugar apacible y que nuestra supervivencia será complicada. Adentrándonos en el control, la cámara vuelve a situarse en tercera persona, aunque algo más alejada de lo habitual. Por su parte, los controles, aunque se sienten muy familiares, han sufrido cambios importantes. El más significativo es que contamos con un jetpack que nos permitirá realizar saltos en todas direcciones, algo que será de gran ayuda en la exploración, pero sobre todo durante los combates.
Esta nueva habilidad también nos permitirá mantenernos en el aire durante unos segundos mientras apuntamos, consiguiendo con ello un control novedoso, preciso y repleto de opciones. Sin embargo, el título también ha modificado el sistema de coberturas, activándose ahora de forma automática al acercarnos a un parapeto. Esta novedad, que pretende ser funcional, es poco precisa y nos impide sentirnos plenamente cómodos en el campo de batalla.
Continuando con el sistema de combate, el nuevo título de BioWare ofrece un enorme elenco de armas muy personalizables. Entre el arsenal encontramos rifles de asalto, pistolas, granadas o, por ejemplo, escopetas, pudiendo editar una enorme cantidad de parámetros para potenciar algunos de sus múltiples atributos. Además, como ya sucedía en anteriores entregas, podremos personalizar la munición para ser más efectivos contra ciertos enemigos. Sin duda, las armas cuentan con un comportamiento muy preciso y de gran contundencia, lo que asegura una experiencia satisfactoria y realista.
Otro apartado fundamental para combatir en Mass Effect son los poderes bióticos. En esta ocasión vamos a contar con una enorme variedad de habilidades que nos permitirán, por ejemplo, lanzar bolas de energía o dejar a los enemigos en gravedad cero. Para utilizar cualquiera de estos poderes o mejoras de combate tendremos que asignarlos a uno de los tres botones de acceso rápido disponibles.
En este sentido, al contrario de lo que sucedía en anteriores entregas, ahora no tendremos que elegir nuestra clase nada más empezar, sino que iremos definiéndola a medida que juguemos. Conseguiremos puntos de habilidad al subir de nivel, que usaremos para desbloquear habilidades de combate, tecnológicas o bióticas. Las de combate se centran en el uso de armas, las bióticas en mejorar nuestros poderes y las tecnológicas en el uso de armamento experimental.
De esta forma, a media que vayamos activando una u otra habilidad, iremos definiendo nuestro estilo y abriendo nuevas opciones. Además, se nos da la opción de crear varias clases predefinidas, por lo que, simplemente desde el menú de acceso rápido, podremos activar la que más nos convenga en cada momento.
Nuevamente, en el campo de batalla estaremos escoltados por dos compañeros a los que podremos indicar la posición o su estilo de combate, algo realmente útil y que cuenta con un control muy intuitivo. Queda claro que BioWare ha puesto mucho interés, no solo en crear un sistema de combate profundo y repleto de opciones, sino también en otorgarnos una gran diversidad de habilidades y armas para crear un personaje a nuestra medida.
Mass Effect Andromeda no es solo un videojuego orientado a la acción, desde el primer momento queda muy claro que es tremendamente profundo en todos sus apartados. El escáner es una herramienta muy importante. Esta funcionalidad nos permitirá, no solo descubrir pistas en las localizaciones, sino también recoger datos de investigación. Gracias a estos datos podremos desbloquear nuevos planos de desarrollo, los cuales nos permitirán crear armas, armaduras o, por ejemplo, mejoras para la nave. Para ello, también necesitaremos recolectar distintos minerales, pudiendo conseguir así un equipo mucho más avanzado.
Explorando la galaxia
Una vez superada la primera misión en el planeta Habitat 7, pudimos disfrutar de la misión número 4 que, al contrario que la anterior, basaba toda su jugabilidad en los diálogos y la exploración de escenarios. Lo primero que pudimos hacer fue adentrarnos en la Tempest, la nueva nave que capitanearemos por Andrómeda. Este nuevo centro de operaciones nos permitirá no solo viajar por la galaxia, sino también empatizar con los diferentes compañeros, explorar el Codex, personalizar nuestra apariencia o, entre otras muchas funcionalidades, realizar investigaciones.
La Tempest tiene un diseño sensacional y, aunque es diferente a la Normandy, no deja de ser un espacio familiar para los fans de la franquicia. Sin embargo, muchas cosas han cambiado, y no solo en lo relativo a la disposición de las dependencias, sino también en el rendimiento. Los tiempos de carga se han reducido considerablemente y, aunque BioWare utiliza pequeños retardos en la apertura de las puertas para disimularlos, vamos a disfrutar de una jugabilidad bastante más rápida.
Dentro de la Tempest también vamos a poder investigar planetas y lanzar el Nomad. Este vehículo de exploración, muy parecido al Mako, nos permitirá, no solo desplazarnos a mayor velocidad por la gran cantidad de planteas disponibles, sino también buscar minerales gracias a su avanzado sensor de exploración y extracción. El nuevo transporte se muestra mucho más pesado y fácil de manejar y, aunque pueda tener problemas con el entorno, contará con un propulsor para salir de las situaciones más complicadas. Sin duda, el cambio ha sido muy positivo y ahora el control es mucho más realista.
Para comprobarlo desplegamos el Nomad en Kadara, lugar en el que pudimos comprobar que los planetas van a tener una enorme extensión. Al recorrerlo tuvimos que cumplir una serie de objetivos principales y secundarios, encontrando por el camino varias bases militares, algo de flora y fauna, y multitud de enemigos. Queda por ver la diversidad de planetas que encontraremos, su tamaño y los incentivos para la exploración, pero, si algo ha quedado claro, es que Mass Effect Andromeda pretende ser muy extenso en este apartado.
Durante esta cuarta misión también pudimos visitar la zona comercial de Kadara. Vestidos de calle y sin armas, compramos en varias tiendas, tomamos una copa en el bar y dialogamos con los distintos NPCs repartidos por el mapa. En este sentido, aunque la ubicación era grande y ofrecía una enorme cantidad de detalles audiovisuales, seguía presentando los molestos retrasos en la apertura de algunas puertas que entorpecían la exploración.
En nuestra estancia en Kadara quedó claro que las conversaciones vuelven a ser una de las piezas angulares de la jugabilidad y la narrativa. Continuando con la tradición, Mass Effect Andromeda incorpora el clásico sistema de selección radial. Cada una de las contestaciones tiene un símbolo que determina el perfil de la respuesta, pudiendo encontrar frases emocionales, profesionales, casuales o lógicas. Además, como suele ser habitual, existen multitud de líneas de diálogo optativas para descubrir más sobre la historia.
Este apartado ha sido mejorado gracias a una mayor fluidez en los diálogos, dejando en el olvido los clásicos y aburridos planos/contraplanos de anteriores entregas. Sin embargo, aunque las animaciones de Ryder eran muy realistas, varios personajes no estaban al mismo nivel y hubo problemas con los encuadres y las interacciones.
En este sentido, aunque Mass Effect Andromeda hace uso del potente y polivalente motor gráfico Frostbite, la versión de PC que pudimos jugar no terminaba de ser todo lo estable que se esperaría a un mes de su lanzamiento. Fallos en las texturas, animaciones poco pulidas o problemas con las físicas, fueron algunos de los defectos que, sin ser excesivamente preocupantes, estuvieron presentes durante la demostración. Es por ello que, aunque los gameplays que hemos visto hasta la fecha han mostrado una gran solidez visual, el equipo de desarrollo debe trabajar en este aspecto para lanzar un producto pulido.
A nivel artístico, Mass Effect presenta un acabado espectacular. BioWare ha utilizado todo el trabajo anterior para crear una nueva galaxia y, no solo consigue un producto con la misma esencia, sino que también es capaz de innovar creando nuevas armas, vehículos, razas y planetas, dotándolos además de una gran personalidad y profundidad. También el sonido ofrece un excelente acabado, con una banda sonora que nos cautivó desde el primer momento y una sonorización contundente y lograda. Por último, el doblaje en inglés vuelve a estar a la altura, algo de lo que disfrutaremos en nuestro país con subtítulos en castellano.
Para finalizar la presentación tuvimos acceso al editor de personajes. Esta herramienta, imprescindible para todos los amantes de la saga, es ahora mucho más detallada y polivalente. Además de poder definir el género de nuestro protagonista, tendremos la posibilidad modificar multitud de rasgos faciales, cambiar el peinado, utilizar maquillaje o incluir tatuajes. Finalmente, el editor también nos permite elegir nuestro entrenamiento inicial que, aunque no será tan importante como en anteriores entregas, determinará nuestras habilidades iniciales.
Después de este amplio repaso, queda claro que BioWare ha trabajado de forma concienzuda para crear un producto que no solo sea del agrado de los fans de la franquicia, sino que también suponga algo nuevo y estimulante. Un sistema de combate más ágil e intuitivo, una enorme variedad de armas y poderes, centenares de elementos de personalización, un renovado sistema de diálogo, nuevas formas de explorar multitud de planetas y una historia prometedora, son los apartados que más destacan en esta nueva entrega.
Sin embargo, pese a que el motor gráfico ha demostrado en cuantiosas ocasiones toda su versatilidad y potencia visual, la versión que probamos estaba algo verde en muchos de sus apartados y, aunque nos aseguraron que era una versión bastante antigua del desarrollo, habrá que estar atentos al resultado final cuando el título salga a la venta el próximo 23 de marzo en PlayStation 4, Xbox One y PC. En definitiva, después de varias horas de juego, queda claro que Mass Effect: Andromeda puede ser uno de los juegos del año.
Hemos escrito estas impresiones tras jugar a una beta de la versión de PC en las oficinas de Electronic Arts.
