Los caminos de la promoción de videojuegos son inescrutables, y desde el año pasado hasta hace muy poco Deep Silver se ha centrado en mostrar el modo cooperativo de Homefront: The Revolution, del que os hablamos hace unas semanas, y que tuvo una beta cerrada que muchos de vosotros pudisteis probar. Decimos esto porque el multijugador cooperativo tan solo es un complemento del auténtico núcleo del juego, su campaña para un jugador, que por fin hemos podido probar y que nos ha parecido mucho más interesante.
Al ser un juego de acción en mundo abierto en el que tenemos que conquistar las calles Filadelfia realizando todo tipo de objetivos, tanto misiones principales como secundarias, lo fácil sería decir que Homefront: The Revolution se ha inspirado en la exitosa serie Far Cry, pero si nos remontamos al origen del proyecto, descubrimos que tienen todo el derecho a hacerlo.
Originalmente era una producción de Crytek (desarrollada por su estudio en Nottingham, anteriormente conocidos como Free Radical Design), los precursores de los juegos de acción en mundo abierto, con el primer Far Cry y Crysis, y aunque ahora el estudio que se encarga de él ha cambiado de nombre (Dambuster Studios) y de editora (Deep Silver), la idea original ha permanecido inalterada.
Del juego de THQ de 2011 apenas queda nada, ya que han cambiado hasta los motivos por los que Corea del Norte invade los Estados Unidos, que no les parecían convincentes. Han pasado cuatro años desde la invasión, con el país vencido y con Filadelfia, la antigua cuna de la Independencia, brutalmente reprimida por el KPA, que gracias a su avanzada tecnología mantiene a raya a la población. Nosotros nos uniremos a un pequeño ejército de revolucionarios, y poco a poco tendremos que revertir la situación, poniendo en práctica la llamada guerra de guerrillas.
La ciudad está dividida en tres grandes distritos, con diferentes niveles de opresión, y tendremos que ir realizando diferentes tipos de misiones y de actividades secundarias para recuperar los barrios y que más gente se una a nuestra causa. El ejército del KPA nos supera en cualquier aspecto, tanto en número como en armamento y tecnología, y la confrontación directa y la fuerza bruta no valen de mucho, por lo que tenemos que realizar sabotajes, emboscadas, infiltración y todo lo que sea necesario para hacer de la necesidad virtud, e ir minando poco a poco la moral del ejército ocupante.
Ni siquiera podemos usar libremente las armas del KPA porque están codificadas biométricamente, así que la rebelión ha tenido que crear sus propias armas, introduciéndose aquí el interesante concepto del armamento modular. Podemos modificar las armas sobre la marcha, añadiendo diferentes tipos de miras, cañones y munición, por lo que con los accesorios adecuados, en un arma podemos tener varias a la vez, pudiéndonos adaptar a cada situación.
Las armas y los accesorios nos los tenemos que ganar poco a poco, así como las herramientas de guerrilla, que le dan una gran profundidad jugable. Diferentes tipos de explosivos como cócteles molotov o bombas para acabar con los vehículos enemigos, petardos para distraer, y herramientas de pirateo para utilizar los drones y las torretas de los enemigos a nuestro favor durante unos segundos. También hay divertidas variaciones, por ejemplo poner un explosivo en un coche teledirigido, o dentro de un oso de peluche.
Para construir todos estos objetos necesitamos recursos, por lo que tendremos que recoger multitud de objetos de los escenarios, teniendo que explorar concienzudamente los entornos, algo que tiene una valiosa recompensa. Para movernos por su mundo abierto podemos utilizar motocicletas, con las que incluso podemos explorar edificios semiderruidos, y también nos encontramos por la ciudad con otros miembros de la guerrilla, a los que podemos pedir que nos echen una mano, y nos acompañen durante un rato para realizar alguna misión u objetivo secundario.
Como es habitual en este tipo de aventuras de mundo abierto hay muchas cosas que hacer en Filadelfia además de las misiones principales de la historia, con distintos tipos de coleccionables e instalaciones enemigss que podemos asaltar y conquistar. Lo interesante es que realizando este tipo de actividades vamos subiendo el medidor de Corazones y mentes, un termómetro de la moral de los ciudadanos reprimidos, viendo progresivamente cómo se van rebelando. Salen a la calle, protestan, realizan pintadas y cuelgan carteles, dando una sensación de que la ciudad está vida, y que lo que estamos haciendo sirve para algo y se refleja en los escenarios, un detalle que nos ha gustado mucho.
Como ocurre en la saga Far Cry su estructura abierta se utiliza para dar libertad al jugador para afrontar las situaciones como quiera, con sigilo o acción directa, y la variedad de armas, la posibilidad de modificarlas y la cantidad de herramientas que tenemos para fastidiar a los enemigos, hacen que la jugabilidad sea bastante rica y llena matices, y al menos en las primeras horas elude la monotonía. Hay dos detalles importantes que no nos han terminado de convencer en este primer contacto con la campaña. Por un lado la inteligencia artificial de los enemigos, muy deficiente en estos momentos, y esperemos que mejore de cara al producto final, y por otro el llamado gunplay, el manejo de las armas, al que no nos hemos acabado de acostumbrar, no es sencillo, aunque puede que jugando más tiempo le pillemos el truco.
Sus gráficos cumplen sin grandes alardes, con detalles bastante buenos, como el modelados de los personajes principales o la gran cantidad de detalles con los que están diseñados los interiores, con otros no tan buenos, como las animaciones o las físicas, y en general un uso del color en su dirección de arte que no nos termina de convencer, con muchos colores grises y apagados, que le dan un tono demasiado plomizo, casi desagradable. Jugamos a la versión de PC, así que habrá que ver qué tal luce en consolas, ya que la beta no dejó buenas sensaciones, con graves problemas de rendimiento.
Prepárate para la revolución
Si os gustan este tipo de juegos de acción en mundo abierto, Homefront: The Revolution promete ser una aventura muy entretenida y llena de contenidos, con una historia y ambientación bastante dura, con momentos de violencia que nos han llegado a sorprender. La saga Far Cry ha tenido mucho éxito en los últimos años, y ya era hora de un juego diferente que compitiera en el mismo terreno, aportando sus propias ideas y personalidad al género. El 20 de mayo en Xbox One, PlayStation 4 y PC comprobaremos si estamos ante un rival a la altura.
Hemos jugado a la campaña en su versión de PC en un evento organizado por Deep Silver en Londres.