Presentación
Cuando el año pasado llegó a la nueva generación de consolas, FIFA apuntaba a un nuevo camino: el de las emociones. Este año profundiza en ese sendero en las versiones para PS4 y Xbox One, a las que se suma la de PC. El nuevo motor Ignite amplía las plataformas y aporta una serie de novedades gráficas y jugables. El FIFA que hemos podido ver en este avance logra ser más veraz y te acerca más a lo que sucede en un partido real.
Bajo el lema Feel the Game, FIFA 15 ha presentado cuatro de sus objetivos este año en la nueva generación. En primer lugar, busca transmitir la intensidad de los partidos a los jugadores del videojuego. En segundo lugar, pretende tener un aspecto más cercano que nunca a la realidad. También ha trabajado la inteligencia artificial para que se aproxime a lo que sucedería en un campo de fútbol y, en cuarto lugar, intenta que los futbolistas hagan lo que tú quieres que hagas y sin retraso.
Goles celebrados por diez jugadores
Hasta ahora el juego tenía distintas celebraciones para los goles, pero poca más expresividad mostraban los jugadores ante las jugadas de sus compañeros, o el encontronazo intencionado con un rival. Pero en FIFA 15 hay un elemento nuevo: las relaciones de los jugadores con sus compañeros y los rivales según lo que suceda en el terreno de juego.
Al parecer, el juego es capaz de decidir las emociones de los jugadores, de forma que cada uno tiene una actitud hacia sus compañeros de equipo y los rivales. Es algo que no influye realmente en la jugabilidad, pero sí puede ocasionar distintas reacciones si un portero tiene una "cantada" o un delantero no sabe aprovechar una ocasión clara.
Dentro de esta línea hay un cambio en las celebraciones de los goles. El año pasado el jugador que había marcado lo celebraba con un compañero mientras los demás aplaudían. Este año meter el balón en la portería se vive con más intensidad y el goleador se verá abrumado porque nueve compañeros se echarán encima de él para mostrar su alegría por haber marcado. Es una de las peticiones de la comunidad de jugadores que Electronic Arts ha escuchado.
Las distintas reacciones ante lo que sucede en el terreno de juego las hemos notado en la demo quizá con menos intensidad de lo esperado en encontronazos directos, aunque sí se aprecia en los gestos de fastidio de los compañeros cuando fallas una jugada clara.
El público también sabe aportar emociones. El año pasado ya ganaron mucho las gradas en realismo 3D, y ahora se personaliza un poco más ya que los hinchas se comportan de manera distinta en cada país. En un vídeo hemos podido ver cómo los seguidores del Manchester actúan con más cánticos y los de Boca Junior son mucho más movidos.
Los resúmenes que el juego ofrece a medio partido y al final también serán más atractivos este año. El juego calcula en tiempo real lo que ha sucedido para ofrecer las mejores jugadas, las tarjetas, las paradas del portero y hasta realiza efectos de postprocesado.
Mejoras visuales en los jugadores y el césped
El productor jefe Sebastian Enrique se muestra muy satisfecho con cómo se adaptó el juego el año pasado a la arquitectura de las nuevas consolas, pero considera que es sólo el primer paso. Este año el juego intenta conseguir una mejora visual en el aspecto de los jugadores.
Enrique lo ejemplifica con Benzema en una imagen de FIFA 14 en la que se le ve quizás demasiado corpulento. El estudio se ha esforzado en potenciar una imagen más atlética, incidiendo en los brazos y hombros para evitar posturas antinaturales en los jugadores.
La iluminación también se ha redefinido, de forma que ahora hay distintas fuentes de luz que, además, rebotan en los distintos objetos y futbolistas constituyendo una iluminación global. Puede parecer un cambio pequeño, pero el aspecto del cambio se percibe muy distinto, y supone un gran avance unido a otra de las innovaciones que llegan a la nueva generación y PC con FIFA 15: el césped se va deteriorando según avanza el encuentro.
A esto se añaden nuevos efectos, como que los tres palos de la portería se mueven cuando reciben un balonazo (aunque no estaba incorporado en la demo), la parte posterior de la red se levanta ante un remate fuerte, el banderín de córner se mueve cuando un jugador choca contra él y los anuncios se han mejorado con el cambio constante de anuncios.
Cuando empieza un partido, cada paso del futbolista deteriora un poco el campo, sobre todo si llueve, de forma que el césped no tarda en estar surcado por señales de resbalones, patadas y frenazos. Estas mejoras combinadas logran que el campo se vea muy diferente al de FIFA 14. Todo es mucho más natural y real y parece más vivo al ser cambiante. Quizá en los partidos más largos el campo termina demasiado deteriorado.
Jugadores más atentos a lo que sucede
Además de estos cambios que, aunque interesantes y efectivos, no dejan de ser estéticos, EA ha presentado algunos de los cambios en la jugabilidad de FIFA 15. Bajo la definición Beat the Defender hay una mayor visión estratégica en los equipos.
Ya el año pasado el estudio logró que los jugadores supieran anticiparse a las acciones del rival en cada jugada, pero ahora la idea es que la inteligencia artificial tenga una visión más amplia de lo que sucede en el campo, de forma que si el otro equipo va perdiendo en los últimos minutos de la final de la Champions, los jugadores entienden que deben ser más agresivos en su juego.
Se trata de que los equipos sean capaces de establecer objetivos a medio y largo plazo en el partido, no sólo en cada jugada. No pudimos probarlo en la demo, pero se supone que los jugadores pueden llegar a perder el tiempo en los últimos minutos de un partido decisivo que van ganando o lanzar balones al área a la desesperada.
La mayor capacidad de los futbolistas de establecer esas estrategias viene acompañada por nuevos movimientos que permiten, por ejemplo, más juego horizontal para aumentar las oportunidades de ataque o harán que el último defensor, en lugar de intentar robar el balón como en FIFA 14, contenga el avance del atacante hasta que lleguen refuerzos.
Mejor respuesta de los futbolistas y el balón
El control del futbolista también se ha pulido en algunos detalles respecto al título anterior: se han añadido nuevas animaciones para que el giro de 360º sea más rápido y responda mejor al movimiento del jugador, el futbolista no parará y girará para eludir al marcador, sino que lo hará todo en un mismo movimiento, el dribling mostrará con más realismo cómo golpean el balón algunas de las estrellas más conocidas del fútbol -y lo hará en detalles tan nimios como si golpea con el interior o el exterior del pie-.
El año pasado ya se reescribió la física del balón, y ese año se está afinando en aquellos momentos en que la pelota se aleja de la tierra, de forma que cuando rebota o llega a puerta sus movimientos sean los esperados.
La lucha por el balón en las situaciones de uno contra uno es más intensa para defender la pelota ante el rival. Desde hace unos años EA intenta que sientas cómo es la lucha física por un balón, y ahora la idea es que no siempre el jugador se tire al suelo mientras hace la entrada, hay otras opciones para intentar robar el balón, controlando la pelota mientras te levantas, usando el hombro o incluso estará la posibilidad de agarrar al contrario por la camiseta (que suceda uno u otro es contextual) y puedes llegar a ver una tarjeta si te excedes.
Muy interesante es la característica Teammate Control, con la que puedes pasar a controlar a los compañeros en un córner o un saque presionando el stick derecho. De esta manera es mucho más fácil que la jugada salga como tú quieres. Ya en el primer partido se convierte en uno de esos pequeños cambios que agradeces como agua de mayo.
Más adelante EA ha prometido que desvelará las novedades referentes a las ligas y las que afectan más a la jugabilidad. Lo único que Enrique avanzó es que este año habrá 40 gold packs con la reserva del juego durante otras tantas semanas para Ultimate Team frente a los 24 packs que hubo esta temporada pasada.
Impresiones jugables
Aunque es evidente que en ferias como el E3 de Los Ángeles suelen tener protagonismo otro tipo de juegos, no podemos dejar de lado la entrega anual de FIFA. Es cierto que desde fuera puede parecer "el mismo juego", pero como siempre, encierra novedades que los más puristas aprecian y agradecen.
Este año el lema elegido para la campaña publicitaria nos invita a involucrarnos más en el ambiente del fútbol. El público está más vivo, los jugadores reaccionan temperamentalmente ante rivales y compañeros y en general todo es más realista. Hay detalles sorprendentes por todas partes, algunos pedidos por la comunidad y otros que quizás nunca se nos habrían ocurrido, pero lo importante es cómo se siente. Nosotros hemos tenido la oportunidad de jugar unos cuantos partidos a una versión prematura, y las sensaciones que nos ha dejado son inmejorables. Fallan algunas cosas, como era de esperar en este tipo de betas, pero hemos salido muy contentos después de probarlo y os vamos a transmitir nuestra experiencia a través de este texto.
Lo primero a destacar es el modelado de los jugadores. Desde la pantalla de selección de uniforme se nota con facilidad el rediseño de los cuerpos. Los jugadores son atléticos, profesionales con un físico trabajado, de espalda ancha y cintura estrecha, sin ese efecto extraño que producía la ropa holgada de FIFA 14. Bale por ejemplo impone, con la camiseta pegada a la piel de tal manera que se marcan sus hombros y pectorales. En el campo pasa lo mismo, y desde lejos nos va a ser fácil reconocer a los jugadores, porque ahora hay una diferencia de estatura y forma más clara que en anteriores entregas.
Nos han sorprendido otros detalles como la física en el pelo largo, las manchas de barro o el efecto mojado sobre las camisetas, y especialmente la nueva iluminación, mucho más realista y natural. Aunque el cambio estrella sin duda es el césped, que ya no solo impresiona en planos cortos, sino que su estado se ve afectado conforme vamos pisándolo. Si llueve, por ejemplo, todas las entradas que hagamos a ras de suelo dejan surcos que descubren el barro interior, y no es muy difícil llegar al minuto 80 con el campo hecho un patatal.
En lo jugable hemos percibido cambios que apuestan por mejorar la reacción de los jugadores. Messi y Cristiano, por ejemplo, son explosivos, y no pierden el tiempo con animaciones eternas si necesitan levantarse del suelo para seguir el sprint. A la hora de conducir el balón se usan más recursos, como el exterior de la bota, y si manejas a una estrella, es fácil proteger el balón cambiándolo de pie, pisándolo, etc. Pero no solo se mejora de esta manera el ataque, más orgánico que nunca y con posibilidades infinitas, sino que la defensa tiene un mayor protagonismo. Desde esta demarcación se puede robar el balón y controlarlo directamente, sin hacer un pequeño despeje. Esto significa que si ponemos el pie en el momento justo podremos arrebatar la posesión sin necesidad de pelearla en una carrera contra el delantero, simplemente pararemos la trayectoria en seco. También podemos dar empujones con el hombro para desestabilizar por completo al rival, desentendiéndonos del esférico. Las típicas cargas al límite que siempre causan polémica.
Nos ha dado tiempo a ver animaciones como las de un defensa protegiéndose ante un posible pisotón o patada, tanganas espontáneas que acaban con una amarilla para los involucrados o taconazos tan forzados que mandan al jugador al suelo. Detalles aparentemente insignificantes que ayudan a que el juego se sienta más vivo que otros años. La inteligencia artificial también nos ha dejado destellos como el típico "autobús" que planta la defensa cuando juega con el resultado a favor, pérdidas de tiempo flagrantes que nos han sacado de quicio y delanteros arrastrando defensas para abrir huecos. Que se den estos comportamientos propician que ante un robo inesperado o un rebote se den segundas jugadas totalmente aleatorias, con desenlaces imprevisibles que nos dejan momentos de fútbol puro.
Por ejemplo, recordamos meter un golazo con Alexis Sánchez en el último minuto, con celebración desde el suelo, los jugadores corriendo a abrazarlo y a los pocos segundos darnos cuenta de que el árbitro lo había anulado, con el consiguiente enfado del equipo. O un sutil quiebro en carrera con Cristiano Ronaldo que ha roto la cintura del defensa, llevándolo al suelo. Muestras de que FIFA 15 viene cargado de pequeños retoques que nos darán grandes alegrías. No se han olvidado de pulir el tiro de calidad, ahora bastante más impreciso, o el pase al hueco elevado, que solo nos ha funcionado en ocasiones muy claras. También han aumentado las posibilidades en las jugadas de estrategia, con una selección de rematador en los saques de esquina, aunque de primeras nos ha parecido una opción demasiado poderosa.
El trabajo de EA este año es aparentemente silencioso. Los cambios en el césped, iluminación y modelados no se esconden ni siquiera en fotos, pero el verdadero potencial se aprecia cuando cogemos el mando después de haber dedicado casi un año a FIFA 14. Muchos fragmentos que forman un conjunto más completo, y que a falta de conocer el resto de novedades (modos de juego), hacen de esta edición un valor seguro, que una temporada más tiene pinta de traernos el mejor fútbol virtual.