Hoy es un día especial para la saga Dragon Quest, ya que la veterana y querida serie de juegos de rol japoneses cumple 30 años, desde que debutara en NES un 27 de mayo de 1986. Una institución del mundo de los videojuegos que como no podía ser de otra manera quiere celebrar un cumpleaños tan especial por todo lo alto, y no van a ser pocos los juegos que van a llegar en los próximos meses. Desde Dragon Quest VII y Dragon Quest VIII para Nintendo 3DS que por fin llegarán a Occidente, pasando por Dragon Quest Heroes II, que todavía no tiene fecha por estos lares, hasta el esperadísimo Dragon Quest XI, que no lo disfrutaremos hasta 2017 por lo menos.
Pero mientras llegan todo estos títulos, hoy sí podemos anunciar que dentro de no mucho podremos disfrutar en América y Europa de Dragon Quest Builders, un juego que se lanzó el pasado mes de enero en Japón para las tres consolas de Sony, pero que a Occidente solo va a llegar en su versión de PS4 y PS Vita, quedándose la de PS3 por el camino.
Hace unos días asistimos a un evento celebrado por Square Enix en Londres donde pudimos probar muchos de los juegos que llevarán al E3 2016, y entre ellos estaba Dragon Quest Builders en su versión de PS4, al que pudimos jugar aproximadamente una hora, todo el inicio de la aventura, lo que nos sirvió para hacernos una buena idea de lo que va a ofrecer. Como parecía desde que se anunció el año pasado, es un Minecraft en el universo de Dragon Quest, y es algo que no intenta ocultar o disimular en ningún momento.
Como es normal un éxito tan enorme como el de los suecos Mojang ha sido copiado en multitud de títulos durante los últimos años, pero casi todos han sido juegos indies, y es curioso que pocas compañías de las grandes han intentado hacer su propio Minecraft, hasta ahora. Ahí tenemos LEGO Worlds de Warner, que todavía está en Acceso anticipado y que apunta maneras, y dentro de poco tendremos Dragon Quest Builders, que después de haberlo probado nos ha dejado un buen sabor de boca, y nos parece una buena alternativa a Minecraft, con su propia personalidad.
Todo lo que no tiene de original en lo jugable, al copiar una fórmula por todos conocida en los últimos años, solo que con una cámara en tercera persona, lo compensa con la gran personalidad que imprime el universo Dragon Quest, con su colorido diseño de personajes y monstruos, sus melodías, y todo el encanto que destila esta saga tan veterana, aplicado a una aventura de "crafteo" y construcción. De hecho es curioso que argumentalmente es una especie de secuela del juego que se lanzó hace 30 años, ya que uno de los finales de aquel título era unirse a Dracolord y sembrar el caos en el mundo de Alefgrado, y así comenzaremos la aventura, en un mundo completamente destruido que tenemos que reconstruir.
Los primeros minutos e incluso nos atreveríamos a decir que horas son un largo tutorial, en el que te van introduciendo y explicando todas las posibilidades del juego, que son muchas, pero que no se te atragantan al estar tan bien explicadas, por lo que parece un juego muy apropiado para todos los públicos. Al poco de comenzar en una cueva ya nos pedirán que comencemos a crear nuestros primeros objetos en una mesa de construcción, y descubriremos la mecánica de recolectar materiales destruyendo objetos del entorno.
Colocando cubos de materiales como piedra o tierra podremos crear estructuras y escaleras, y esto nos servirá para salir al exterior y descubrir un mundo enorme que está esperando a ser explorado. Antes de emprender nuestras primeras aventuras por Alefgrado tendremos que reconstruir la ciudad de Merkid, de la que apenas quedan unas ruinas. Es aquí donde aprendemos a crear casas, con sus muros, puertas, camas, baúles y antorchas, y una vez hayamos construido el primer hogar, muy sencillo, llegará uno de los primeros habitantes a la ciudad.
Según vayamos reconstruyendo Merkid volverán sus antiguos habitantes, y estos nos encargarán misiones y nos ayudarán de diferentes maneras. Por ejemplo a defender la ciudad, ya que en ciertos momentos podremos recibir oleadas de monstruos, y todos los habitantes nos echarán una mano combatiendo. Básicamente por lo que hemos visto el inicio de la aventura se basa en reconstruir la ciudad, aumentar el número de habitantes, y e ir adentrándonos en territorios cada vez más lejanos y peligrosos, como mazmorras o incluso otras tierras a las que accederemos mediante unos portales, para conseguir mejores objetos y materiales.
En este primer contacto nos ha gustado mucho que hayan apostado por una cámara en tercera persona, porque permite que construir estructura resulte muy cómodo, al tener siempre una buena perspectiva. Además también han acertado en cómo han colocado las diferentes acciones en los botones del mando, y la manera de gestionar el inventario, algo que no siempre es fácil en un juego de estas características, pero que han resuelto muy bien. A los pocos minutos de empezar a jugar ya estábamos totalmente acostumbrados a los controles y construyendo sin problemas, lo que habla muy bien del juego.
Aunque combatimos contra enemigos en tiempo real, no esperéis un sistema de combate muy elaborado o entretenido, no es un action RPG, y es algo en lo que se nota que no le han dado importancia, a pesar de que haya bastantes monstruos contra los que luchar. Podremos obtener y crear diferentes armas, y realizar un ataque simple y cargado, pero poco más, la aventura está totalmente centrada en la recolección de ingredientes y en la construcción, con algunos toques roleros, como los personajes que nos encargan misiones.
Visualmente se nota que es un juego que ha salido también para PS3 y PS Vita, y técnicamente es discreto en PS4, pero el diseño artístico de la saga es tan encantador, que pese a ello estamos ante un juego muy resultón, y que se ve bastante bien. Lo mismo ocurre con las melodías y sonidos clásicos de la saga, imperecederos, y todo el juego desprende ese entrañable aroma de Dragon Quest, que tanto gusta a los amantes de los juegos de rol japoneses.
No pudimos ver en acción la versión de PlayStation Vita, pero por lo que hemos probado en PS4 nos parece un juego perfecto para la portátil de Sony, que soporta tanto largas partidas como sesiones de 5 minutos. De hecho Minecraft es uno de los juegos más vendidos de esta consola, y Dragon Quest Builders va a ser sin duda de los más apetitoso que va a recibir PS Vita este año.
Celebrando 30 años
Si el salto de la saga a la acción con Dragon Quest Heroes nos pareció un completo acierto, lo mismo vuelve a ocurrir con Dragon Quest Builders, un Minecraft en el universo Dragon Quest, que creemos que va a encantar a los amantes de este tipo de juegos, pero que también puede convencer a aquellos que no han probado el título de Mojang o alguno de sus muchos imitadores. La estética retro, indie o "barata" de muchos de estos juegos a algunos jugadores se les atraganta, y se puede hacer más llevadera con los siempre agradables diseños de Akira Toriyama, en una aventura más centrada y con elementos de rol, con objetivos concretos. En octubre podremos disfrutarlo en PlayStation 4 y PS Vita, y además con textos en español.
Hemos escrito estas impresiones tras probar el juego en su versión occidental para PS4, en un evento organizado por Square Enix en Londres.
