StarHawk, anunciado unas semanas antes del E3, se trata de la secuela, al menos espiritual, del juego de acción multijugador Warhawk lanzado en PlayStation 3 en 2007. En el tráiler mostrado durante la conferencia de Sony se vio que era un juego de acción en el que recursos caían del cielo mientras se creaban construcciones por doquier y humanos y alienígenas luchaban hasta la muerte en un paraje desolador. Al probar el multijugador del título hemos podido entender estas ideas que al principio se nos antojaron algo extrañas y ver como dan forma al juego.
En la partida que jugamos había dos equipos y nos enfrentábamos en el modo de juego de la captura de la bandera. Aparte de usar las herramientas típicas de los juegos de acción, esto es, matar más que los demás y evitar que te maten a ti mientras tratas de capturar la bandera de los enemigos. Pero además de usar las cosas clásicas de los juegos de este género, la gracia de StarHawk es la posibilidad de construir edificios que nos den ciertas ventajas.
Para ello debemos gastar energía (la cantidad a invertir dependerá del tipo de edificio que sea), energía que conseguiremos matando a otros enemigos o recogiendo ciertos objetos que hay en el escenario, y elegir donde queremos colocarlo. Una vez colocado, algo que nos llevará unos segundos, se levantará la construcción y tendremos nuestra ventaja, como un vehículo con torreta o una armadura voladora en la que poder subirnos.
Estos vehículos no sólo nos servirán para ser más devastadores con nuestros enemigos sino que debido al tamaño de los mapas, serán parte importante de la estrategia. Por ejemplo, en el caso de la armadura, si nos metemos en ella podremos volar y tirotear al bando contrario desde el aire, aunque deberemos tener cuidado, porque si hay otro jugador en nuestra misma condición, podemos acabar envueltos en un combate aéreo, algo que sin duda no es típico del género. Nos ha gustado mucho este concepto de combatir a varios niveles y es que mientras unos combaten en el aire, otros pueden estar luchando a muerte en tierra con las armas de asalto. Lo cierto es que por lo que hemos visto, StarHawk da la sensación de que será un juego muy estratégico en el que la coordinación con los compañeros será vital, más que en otros títulos del género, ya que la batalla se presentará en varios flancos.
A la hora de hacer edificios nos encontramos con un buen número de ellos, accesibles todos desde un menú en forma de rueda. Aunque no pudimos ver todos, sí nos encontramos con varios que crean distintos vehículos y otros que generan un campo de energía para proteger una zona. Como decíamos antes, cada vez que queramos construir algo deberemos asegurarnos de que tenemos suficiente energía o de lo contrario tendremos que ir a cazar a algunos enemigos para poder empezar la construcción. Un detalle que nos ha gustado y que también puede afectar a la partida es el hecho de que al caer, una nave nos lanza a la tierra, pudiendo elegir nosotros, hasta cierto punto, donde caer, algo especialmente útil si vemos que por nuestra zona de aterrizaje hay un enemigo que puede morir si casualmente nosotros le caemos encima.
Gráficamente el juego se ve bien, aunque algo alejado de los más grandes del género (aunque tampoco se ve mal para nada). Nos encontramos con una vista en tercera persona que nos muestra un paisaje bastante desértico (nos recuerda a algún planeta, como Marte). Aparte de los modelos de los personajes que lucen bien aunque resultan un poco genéricos (aunque esto puede ser debido al estado de la demo) nos encontramos con escenarios amplios que, aunque en un principio parecen medio abandonados pronto se convierten en un hervidero de edificios y construcciones, las cuales pueden ser destruidas. Quizás lo que más destaquen sean los vehículos, especialmente las armaduras voladoras, y es que cuando vuelvan parece que estemos en un juego de combate de aviones.
StarHawk nos ha sorprendido y viene dispuesto a ofrecer algo diferente al resto de las apuestas del género. Es cierto que su principal baza es la acción, no trata de engañar a nadie, pero también es innegable que la gestión de recursos (encontrar energía o conseguirla matando enemigos) unida a la construcción de edificios y el uso de ciertos vehículos y piezas tecnológicas hacen que el componente estratégico sea vital. En este sentido podemos estar ante un título que nos va a ofrecer experiencias nuevas en el multijugador que lo hace ideal para los que están cansados de jugar siempre a lo mismo. De momento nos quedamos con su nombre y esperamos tener una oportunidad de probarlo más a fondo muy pronto.