Desde Vandal os traemos las últimas novedades de SSX, el juego de snowboard que un día triunfó en PlayStation 2 y que ahora vuelve para quedarse en la nueva generación. Un trabajo fantástico que los chicos de EA preparan para su próxima salida en marzo de este mismo año. Después de la última prueba realizada en Barcelona se puede afirmar, sin lugar a dudas, que el título ha vivido un desarrollo en la nueva generación en el que los buenos gráficos, la jugabilidad y el juego online se han combinado para crear una opción muy buena para los seguidores de los títulos deportivos de nieve.
En el arranque del juego destacan tres grandes áreas: World, Explore y Global, a las que se le une Ridernet, la utilidad mediante la que, de manera similar al Autolog de Need for Speed, podremos enfrentarnos a nuestros adversarios en el modo online. La exploración de estas tres opciones, en las que podremos actuar en solitario, jugar con amigos o acceder a un gran número de eventos y pruebas online, nos abre las puertas a un mundo masivo concebido a partir de 29 montañas del mundo y un total de 153 eventos repartidos en zonas tan diferentes como Estados Unidos, Siberia, Los Alpes o incluso alguna localización en África. Diferentes pruebas que se han adaptado para que el jugador note diferencias dependiendo del lugar en el que se desarrolla la acción.
Y sí, puede que acción sea una palabra que describe perfectamente lo que el juego busca: transmitir lo que siente un campeón del mundo de esta modalidad montado encima de su tabla surcando las pistas más inverosímiles.
Ser principiante o jugador experimentado no hará que el que está al mando tenga una mayor o menor experiencia de juego; lo bueno de SSX es que tiene la capacidad de hacer disfrutar a cualquier tipo de persona haya o no jugado a juegos del género anteriormente. Gracias a un completo y original tutorial los menos acostumbrados a la nieve y las tablas serán arrojados desde un helicóptero para practicar diferentes movimientos antes de tomar tierra. Así, los botones irán apareciendo para indicar las diferentes posiciones y trucos que podremos realizar durante la carrera para conseguir acumular puntos que después veremos para qué pueden servirnos.
Con la primera toma de contacto con la nieve, el primer pensamiento es: ¿Cómo he hecho esto? o ¡Wow…qué dominio! Palabras que el jugador se comerá al encontrar el primer árbol de frente. La velocidad en este SSX ha mejorado sustancialmente y la sensación de estar dentro del juego aumenta de forma muy considerable. Gracias a ello podremos contar con una inmersión mucho más destacada que consigue atrapar al jugador desde el primer momento. El resumen que podríamos hacer sobre la nueva jugabilidad es que el juego es muy arcade, fácil de jugar aunque muy profundo a la hora de dominar todas y cada una de las figuras que el jugador nos permite realizar… máxime si disponemos del "Tricky", un estado en el que los movimientos aún son, si cabe, más espectaculares.
En cuanto a la jugabilidad también escogeremos diferentes formas de jugar. La más extendida, que combina botones y stick, o la más innovadora – que empieza a tomar fuerza en muchos juegos de EA – realizada mediante los dos sticks acompañándonos siempre de los gatillos y botones superiores del mando.
Un gran mundo que descubrir
Si algo podemos decir del entorno que nos rodea es que es, sencillamente, espectacular. Las montañas descubren una veintena larga de zonas del mundo en las que se han desarrollado las pistas más variopintas. Árboles, pendientes, rampas, tubos, paredes… todo ello forma parte de un decorado activo que podremos utilizar para puntuar y realizar las más de cien animaciones que el estudio pone en nuestras manos. A este centenar de acciones "puras" se le suman otras decenas que resultan después de mezclar estas entre ellas. Un catálogo de piruetas que parece que no acaba nunca para descender a la máxima velocidad posible para llegar los primeros a la meta.
Si bien el entorno está bien diseñado y se disfruta de unas vistas y presentaciones muy destacadas, la introducción a estas también es digna de mención. Para llegar a cada carrera el jugador navega por una bola del mundo que le hará viajar por diferentes latitudes. Al final, una vez escogido el país, se cuenta con la opción de supervisar los diferentes tramos y modalidades para decidirnos por una y poner la tabla en la nieve.
A partir de ahí depende de cada uno escoger la actividad que desea realizar. Si bien las primeras tomas de contacto las haremos solos para probar las nuevas piruetas que SSX nos ha preparado, pronto tendremos ganas de enfrentarnos contra un rival -o varios de ellos-. Para ello dispondremos de un modo solo, en el que iremos desarrollando una carrera a lo largo de todo el mapa mediante pruebas tanto de velocidad como de acrobacias y habilidad, y también de diferentes propuestas de carreras con otros jugadores que se extenderán desde los colegas más cercanos en los eventos privados a un gran número de amantes del snowboard a través de Ridernet… y ahí entra el fenómeno del "Social Gaming" que desde EA han querido potenciar.
Desde este punto de vista SSX tendrá vida más allá del juego en modalidad solo para pensar en un mundo mucho más amplio que permitirá al jugador sacar todo el juego a un título que promete largas horas de diversión y "piques". Una de las iniciativas que más engancharán a los jugadores serán los "ghost" de sus amigos. Estas figuras no son más que un "snowboarder" que emula nuestros tiempos anteriores para que tengamos una referencia a la que batir. Un punto bello tocado también por las diferentes estelas que los jugadores dejan tras de sí, de modo que los que vienen detrás puedan seguir sus pasos para puntuar mejor que estos. Una forma de ganar puntos venciendo a amigos directamente o superando sus tiempos aunque no estén conectados al mismo tiempo que nosotros.
Buena personalización y look cuidado
Dentro de las posibilidades que el juego deja en manos del jugador existe la posibilidad de gozar de un gran abanico de artículos que se pueden comprar a partir del dinero y experiencia que acumularemos en la carrera. Cada final de pantalla nos informará de la cantidad de puntos que hemos obtenido y que servirán para desbloquear objetos ocultos o acceder a mejoras que nos harán ser más rápidos o habilidosos en ciertas acciones.
En este apartado existen tres opciones diferentes: Suit, en el que compraremos los diferentes trajes, "Board", donde las protagonistas son un número ingente de tablas de diferentes colores, formas y acabados, y finalmente, "Gear", un apartado en el que los cascos, protecciones y demás nos atribuyen nuevas posibilidades dependiendo de nuestras elecciones.
Además de comprar también dispondremos de ítems que se nos desbloquearán durante la carrera e incluso algunos que estarán disponibles en el modo online. La gran variedad de estos hace que el jugador pueda tener uno de los 12 personajes que existen en el juego totalmente personalizado a su gusto. Personajes como Mac o Kaori que desde EA han querido conservar como guiño a los seguidores de un título que ahora pretende demostrar para que han servido estos años de maduración.
Un toque original también para la música
Si hay algo que EA también se encarga de cuidar especialmente, este es el apartado de la música. El ambiente visual del que os hemos hablado tiene un trasfondo musical que lo acompaña. En este caso las melodías que oiremos durante la carrera se mezclarán de modo que en el aire la presión ambiental sea menor aumentando su volumen mientras estamos en el suelo. Un toque especial que hace que el producto parezca muy pensado y madurado para que la experiencia del jugador sea mejor. Esta ambientación dinámica nos permite gozar de diferentes momentos en el que la banda sonora se adapta a nuestro juego. Asimismo, además de gozar de grupos como The Hives o Digitalism, también podremos incorporar una serie de canciones propias que nos permitirán hacer carreras, saltos o los Deadly Descents -bajadas a vida o muerte por la montaña- oyendo nuestras melodías favoritas.
La conclusión que el juego nos deja, a falta de tenerlo en nuestras manos para realizar todas las probaturas posibles del modo offline, es que su vuelta a la montaña no dejará indiferente a nadie. Un buen juego en el que diversión y jugabilidad nos permiten volver a gozar de un título que pretende marcar tendencia en una nueva generación con ganas de títulos de este tipo.
