Aunque Shaun White es conocido sobre todo por su habilidad en el snowboard, deporte en el que ha conseguido multitud de premios también ha hecho sus pinitos con otra tabla, la del monopatín, disciplina en la que, aunque no es tan famoso, también ha conseguido victorias muy importantes. Si hasta ahora sólo había aparecido en los videojuegos rodeado de nieve, ahora Ubisoft nos lo trae en un juego de skateboard que busca diferenciarse de sus competidores trayéndonos algo diferente.
Aunque aún no se han dado demasiados detalles de la historia se sabe que todo se desarrollará en una ciudad en las que las autoridades han convertido a los edificios y los habitantes en algo gris y triste gracias a la propaganda y las prohibiciones. Afortunadamente no todo está acabado, ya que a base de acrobacias y florituras con el monopatín la urbe recuperará sus colores e incluso su música. Y es que al más puro estilo de Blob, deberemos recorrer la ciudad, en este caso haciendo piruetas, para que recupere su antiguo aspecto. Para ello tendremos unos escenarios bastante grandes en los que podremos, o bien realizar las misiones que se nos van presentando (y que nos permitirán avanzar en la historia) o dedicarnos a interactuar con todo lo que veamos para así descubrir todos los secretos que habrá en cada nivel.
Hemos dicho que las acrobacias serán un aspecto importante en el juego, ya que nos permitirán ganar puntos y devolver el color, aunque para realizarlas deberemos tener muy en cuenta lo que nos ofrece la ciudad. Y es que, aparte de los elementos típicos de una ciudad, como barandillas o rampas, deberemos tener en cuenta que determinados elementos (que tendrán color naranja) nos permitirán moldearlos cuando nos pongamos sobre ellos. Por ejemplo, si subimos en una barandilla naranja, cuando lleguemos a su fin podremos alargarla en la dirección que queramos, dando giros o subiendo y bajando. Esto, además de para permitirnos sumar una gran cantidad de puntos serán muy útiles para llegar a sitios que de otra forma serían inaccesibles. A veces el camino a seguir es sencillo de ver, pero otras veces deberemos encadenar varios elementos que previamente hemos moldeado, lo que no siempre será fácil de averiguar y mucho menos de conseguir. Afortunadamente en cualquier momento podremos borrar lo que hemos hecho (individualmente de cada plataforma) y volver a modelar de cero.
Moldea la ciudad a tu gusto
Este sistema de juego hace que el título tenga grandes posibilidades, ya que nos da bastante libertad a la hora de movernos por la ciudad y alcanzar nuestros objetivos. Además, la sensación de poder moldear la ciudad a nuestro gusto, consiguiendo que vaya recuperando el color, es muy gratificante. Es cierto que la primera impresión del juego es algo dura si no estamos acostumbrados y la primera media hora nos la pasaremos chocándonos con cosas hasta que nos acostumbremos a la inercia y los saltos, pero pasado un punto, comenzaremos a pillarle el truco y a encadenar trucos por aquí y por allá. Otro detalle que nos ha gustado es que en lo que pudimos jugar nos encontramos con algún que otro secretillo, como una fuente en la que si hacíamos acrobacias conseguíamos que cambiase su forma y volviese la música a la ciudad. Si el juego tiene muchas de estas sorpresas sin duda nos dará un aliciente más para explorar todos lo escenarios y probar a toquetear todo lo que veamos.
Gráficamente el juego se ve bien, con un buen contraste entre el mundo en blanco y negro y el mundo colorista. Tiene un aspecto visual muy particular que mantiene el estilo de los anteriores juegos de Shaun White. A la hora de moverse, la estrella sigue siendo un experto, con unas animaciones suaves y fluidas. En el nivel que jugamos el escenario era bastante grande y tenía buen nivel de detalle, aunque quizás le faltaban más elementos, como más peatones u otras cosas decorativas, aunque puede que eso vaya cambiando según devolvamos el color a la ciudad y venga más gente.
Hemos de decir que estuvimos jugando al juego en 3D y que en la hora y media que le dedicamos no llegamos a sentir mareo o molestias en ningún momento (algo que preocupa a algunos jugadores). Es cierto que el efecto 3D no es muy exagerado (por ejemplo, no presenta elementos en primer plano) pero ayuda mucho a calcular las distancias a la hora de saltar y realizar acrobacias, por lo que, aunque no supone una gran revolución si es una mejora que se agradece.
Shaun White Skateboarding es un juego de skate que busca diferenciarse de otros juegos del género mediante una jugabilidad que presenta una ciudad más abierta y la posibilidad de modelar el escenario para hacer todo tipo de acrobacias y llegar a sitios imposibles. Quizás al principio cuesta un poco hacerse con el control, pero pasado un rato haremos todo tipo de acrobacias y recorremos la ciudad a nuestro antojo. La primera toma de contacto ha sido buena, aunque todavía debemos jugar más a fondo para ver como evoluciona el juego y si nos ofrece la suficiente variedad, tanto en las misiones que se nos proponen como en los tipos de elementos con los que podremos interactuar.