Sin duda alguna, Resistance 2 esconde en su haber una de las propuestas más ambiciosas del catálogo de PlayStation 3 de cara a final de año, potenciando considerablemente todas y cada una de sus facetas jugables respecto al original. Con ello, los modos de multijugador y cooperativo en línea prometen elevar las horas de entretenimiento, dejando de manifiesto el empeño y buen hacer por parte de Insomniac, y trasladando la acción más frenética a niveles donde la adrenalina y la ambición coexisten por un mismo objetivo: diversión máxima. Humano o quimera, elige tu bien tu bando pues la invasión golpea sin tiempo para la tregua.
Trabajo en equipo
Primer gran bloque en esta toma de contacto, el modo cooperativo en línea ofrece soporte para un total de ocho jugadores de manera simultánea.
Adherido a la historia principal, aunque diferente al mismo tiempo del apartado para un solo jugador, esta modalidad nos permitirá enfundarnos en alguno de los tres tipos de combatientes de cara a la batalla.
En lo que a la beta concierne, Orick será el nombre del nivel mostrado para testear las posibilidades jugables del título de Insomniac. Así, nuestra elección pasará por un soldado base, ideal para las escaramuzas a pie de calle, un médico, vital para la supervivencia del conjunto, o un soldado de operaciones especiales que estará provisto de un rifle de largo alcance. Es interesante destacar la estructura de mejoras y habilidades de cada uno de ellos, que en un llamamiento al tiroteo incesante, irán adquiriendo más peso a medida que las potenciemos abatiendo enemigos. De esta forma, y lejos de quedarse quieto si se quiere progresar, la correcta coordinación de cada uno de los integrantes será crucial en caso de querer sobrevivir con éxito al constante peligro.
Como un goteo recurrente, las oleadas de quimeras nos obligarán a tomar las mejores posiciones y distribuir de forma óptima el fuego de nuestras armas, intentando siempre estar atento a nuestras capacidades de combate. Aquí, los soldados habituales harán uso de la metralla rápida para ir despejando el camino, mientras que los que hayan seleccionado a un médico deberán velar por la vida del resto de sus compañeros, pudiendo en última instancia revivir a los jugadores que hayan caído en combate. Además, estos eficaces sanitarios contarán con la posibilidad de recuperar su nivel de vida gradualmente, convirtiéndose en pieza fundamental para la victoria.
Por último, los grupos de operaciones especiales, equipados con un preciso rifle de precisión, serán los encargados de tomar las posiciones más elevadas del escenario, haciendo mella de manera contundente sobre las desprevenidas cabezas hostiles que pululen por el entorno. Como era de esperar, no todo serán grupos de grotescas quimeras, puesto que los enemigos de mayor envergadura supondrán auténticos retos de proporciones desmedidas, teniendo que esforzarse al máximo para poder derribar auténticas monstruosidades que nos pondrán a prueba en cualquier momento. Así, la solvencia de estas situaciones límite dependerá casi en su totalidad de la adecuada coordinación con nuestros camaradas.
En cualquier caso, las partidas que hemos disputado se rigen por una correcta organización de los jugadores, siendo especialmente importante que cada uno de los soldados tenga bien claro su cometido y cual es la manera más óptima de resultar útil para el equipo, ya que por el contrario, las andanzas por libre de cualquier jugador darán como resultado la más que posible desconexión o cierre de la partida.
Tormenta de balas
Compartiendo protagonismo con la modalidad citada anteriormente, el apartado multijugador competitivo en línea sufre una considerable actualización (incluyendo pero las variantes clásicas de muerte por equipos y capturar la bandera), logrando que frases hechas como "más gente que en la guerra" cobren el mayor y más divertido sentido que podamos llegar a imaginar. No en vano, el número de jugadores que podrán lidiar en el mismo mapa asciende a la nada desdeñable cifra de 60, dependiendo claro está de la capacidad del escenario en cuestión a la hora de albergar el gentío.
En cuanto a los mapas disponibles, Chicago y Orick contarán con el soporte máximo de jugadores simultáneos, siendo el metro de San Franciscoel tercero en el que el número de combatientes estará restringido a diez (en parte claro, por las propias dimensiones más reducidas del emplazamiento). De este modo, Chicago contará con sórdidos callejones repletos de escombros, perfectos para esconderse, donde una buena cobertura para sorprender al enemigo será nuestra mejor opción. En cambio, Orick se jugará a plena luz del día con unos entornos más rurales repletos de vegetación, cabañas de madera, y numerosas zonas de terreno abierto donde disputar auténticas batallas campales. En una primera instancia, el hecho de formar parte de un equipo de treinta personas que ha de terminar con otro bando del mismo número puede dar una sensación de caos total, pero lo cierto es que las numerosas posibilidades jugables a la hora de usar nuestras armas y los diferentes ítems para activar en el momento preciso logran dar pie a situaciones de lo más increíbles.
Desde fusiles de metralla rápida, rifles de precisión, hasta una mortífero artilugio para lanzar discos cortantes, el surtido y rotundo armamento se dará la mano con potenciadores que nos harán casi inmortales de manera temporal, creando un escudo a nuestro alrededor que repelerá la metralla enemiga. Y es que no podemos olvidar, que ante todo, prima el espectáculo puro y duro, aderezado por unas posibilidades muy diversas, y sumergiéndonos de lleno en la vorágine de balas y proyectiles varios que se suceden sin descanso.
Al poco, el bucle de morir y reaparecer en pantalla da lugar a una locura ordenada que se apodera de los mandos de nuestra consola, por lo que nuevamente, nuestra elección previa de categoría determinará el equipamiento a usar en las refriegas. Volviendo a la mejora de habilidades, la beta no contempla ningún tipo de subidas de nivel en el personaje, por lo que es de esperar que esta característica se implemente en su versión final.
Por su parte, el aspecto técnico de la beta muestra una profundidad en los escenarios totalmente acorde con el desfile masivo de jugadores, presentando un diseño fabuloso que se sustenta sobre una estructura de niveles sólida como una roca. E incidimos en esa solidez, puesto que el motor gráfico del título no se resiente en absoluto a la hora de gestionar hasta sesenta jugadores disparando al unísono, interactuando con la física del entorno que los rodea, y tomando protagonismo en un guateque de partículas y cascotes que inundarán nuestras pantallas. A lo comentado, deberemos sumar un inteligente uso de la luz que bañará los escenarios de forma correcta, incidiendo en los reflejos de nuestras armas y de los riachuelos que encontremos.
Sin apenas objeciones, lo único que hemos echado en falta ha sido algo más de detalle en las texturas de algunas paredes, así como en el modelado de las dos facciones, algo que habitualmente también pasa factura en los grandes del género, y que en absoluto empaña el laborioso trabajo que respalda al multijugador.
A tenor de lo visto en este acercamiento, Resistance 2 augura un modo multijugador que promete mejorar mucho lo visto en el original, que ya de por sí resultaba sobresaliente. Si a ello le sumamos el también prometedor juego en solitario, no nos queda la menor duda de que estamos ante uno de los títulos más fuertes de cara a finales de año. Con la guerra más cerca que nunca, sujeta firme tu versátil Bullseye o perecerás en el intento.