Rockstar con el paso de los años, aparte de millones de dólares, ha conseguido algo mucho más difícil: la confianza de los jugadores y el respaldo prácticamente continuo de la crítica internacional.
Aunque la compañía se ligue inmediatamente a la franquicia Grand Theft Auto (aunque no es de extrañar, se trata de un fenómeno de masas) Rockstar ha conseguido labrarse una segunda faceta con producciones más humildes pero cargadas de la idiosincrasia de la compañía: Bully, The Warriros, Table Tennis o el primer Red Dead Revolver son infalibles en las listas de juegos a rescatar de cualquier jugador hardcore.
Con el primer Red Dead hubo un choque entre el material original (recordemos, que cedió a última hora Capcom) y las propuestas propias de Rockstar, inmaduras y apresuradas.
Red Dead Revolver es un juego de acción competente y con un diseño robusto, pero que le faltó un ápice de la grandilocuencia y las pretensiones habituales de la compañía para ser un juego redondo.
Redemption es todo lo que un equipo con la resaca de éxito y aplausos de Gran Theft Auto IV puede ofrecer y a su vez es mucho más que una versión malota de Niko Bellic en el oeste. Han pasado cinco años desde el Red Dead original, el estudio ha madurado y la tecnología ofrece muchas otras posibilidades, pero el espíritu y la falta de principios del original siguen intactos.
La historia nos llevará a un punto ficticio de los EEUU de 1900, justo en el canto del cisne de la cultura Western y el inicio de la nueva civilización americana. No nos han podido dar muchas pistas sobre el guión (desde Rockstar son conscientes que ese siempre es uno de sus inamovibles santos griales, por lo que hasta última hora no se proporcionarán más detalles) pero sí nos han prometido que los hermanos Houser estarán ultimando las últimas líneas y que narrará la historia de redención de John Marston, en un mundo sembrado de venganza.
John no es el Red del primer Red Dead, pero sí un personaje con el carisma del original a líneas generales: de porte rudo, con habilidades superiores en el combate cuerpo a cuerpo y el pesar de los años a sus espaldas. Donde si encontramos un cambio sustancial de personalidad es en el universo de Redeption: ya no se trata de un devenir de pasillos en los que exterminar a enemigos: aquí el intensísimo escenario en el que deambularemos darán lugar a ciudadanos inocentes, mujeres a las cuales rescatar y viejos bastardos a los que ajusticiar.
A simple vista, las analogías con GTA parecen sencillas. Una M16 por un Winchester. Una Honda por un pura sangre. El look pimp de Niko Bellic por los pantalones tejanos y el sombrero de tipo duro del Oeste. Nada más lejos de la realidad, en RDR existe mucha más atención en el combate y las posibilidades con el entorno (como la inteligencia artificial de los enemigos) que en los enfrentamientos de GTA. A la hora de desenfundar tendremos en todo momento la opción de escoger entre una de las cuatro armas que podremos portar (donde por cierto, no saldrán de la nada, si no que cada una tendrá su "espacio visual" dentro del cuerpo de Jhon). La elección de cada arma en el momento preciso resulta esencial en los momentos más socorridos, ya que en RDR una bala bien impactada significa la muerte automática.
El combate incide en las coberturas como eje central, el gran acierto y la gran lacra depende de quien trabaje con este sistema. En Rockstar han tomado buena nota de los momentos puntuales de imprecisión de GTA IV, rediseñando y evolucionando este concepto en Redeption. Nuestra cobertura podrá ser destruida si se trata de madera, explotada en mil pedazos si nos encontramos en una residencia o atravesada por un proyectil demasiado fuerte (por ejemplo, podremos disparar en un momento dado a un animal vivo para utilizar su cadáver de protección).
El escenario también es muy importante, ya que en medio de una escaramuza podremos planear una estrategia introduciéndonos dentro de un bar o una casa sin cargas de por medio. Esto plantea múltiples posibilidades, especialmente si tenemos en cuenta que en ocasiones tendremos a lacayos como ayudantes (aunque de momento desconocemos si podremos darles órdenes en combate).
Aunque existen grandes diferencias con el primer Red Dead, sí que se ha cuidado las peculiaridades de Revolver: si utilizamos la concentración de John, podremos seleccionar puntos clave en los que descargar nuestro arma y aplicar cuatro o cinco veces más daño en el tiempo que al enemigo tan sólo podrá pestañear.
Redeption es un sandbox que tiene muy presente las posibilidades del viejo oeste. Aquí no hay urbes, ni una multitud de vehículos (aunque sí podremos coger el ferrocarril para desplazarnos de forma más veloz entre ciudades). El medio de transporte habitual serán los caballos, "robables" en todo momento aunque podremos comprar equinos de mejores aptitudes. El escenario, en su gran mayoría desértico dispone de una gran cantidad de eventos aleatorios que pondrán puntos y comas a los grandes desplazamientos: forajidos nos tenderán emboscadas, podremos mediar trifulcas entre ellos o simplemente observar el ciclo de la vida en la naturaleza: Rockstar ha trabajado en un sorprendente y espectacular sistema de naturaleza evolutiva, donde los animales insignificantes tendrán miedo a los superiores y reaccionarán ante nuestra presencia, escapando o atacándonos.
El apartado gráfico utiliza el motor de Rockstar para GTA IV o Table Tennis, aunque se han depurado los efectos medioambientales, la luz, las partículas y la distancia de dibujado: todo el mapa que divisemos será explorable, casi duplicando la extensión respecto a cualquier otro juego de la compañía. Las animaciones de muerte cuando liquidamos a nuestros adversarios no se han reciclado, los enemigos se precipitarán con imitaciones a las películas western, siempre respetando el realismo del motor Euphoria y sus detalladísimas reacciones.
Las ciudades (de distintos tamaños y que de momento no se han explayado mucho en mostrarnos sus impactos) propondrán varios descansos al jugador entre los enfrentamientos mortales de Redeption. Podremos trabajar, cazando animales y vendiendo pieles, ser un hombre de apuestas o jugarnos las manos, literalmente, en el clásico juego del cuchillo (uno de los mini-juegos de secuencias de botones más macabros y duros tras el fracaso que he visto jamás).
El primer vistazo de Redeption no puede ser más positivo: robusto, potente y cargado de carisma. Otra superproducción de Rockstar con la que prometen ser más ellos mismos que nunca, aunque aún nos quedan dudas, como el multijugador, de momento un misterio o de la desproporcionada cantidad de mapa que tendremos que recorrer hasta la próxima misión.
Redeption es una de las apuestas más informales de Rockstar, sobre todo, por el amor y respeto que el estudio ha demostrado tener a la cultura cinematográfica del oeste y su dureza. Sentimos el olor al oeste, su hedor a sangre y azufre y no podemos aguantar más para conocer más detalles sobre el incierto futuro de John.
