Como cada año, hay una cita en el E3 que se vuelve esencial: la de probar los juegos de fútbol. En la edición de 2013 esta tarea toma una mayor trascendencia –si cabe-, ya que, como todos sabéis, se estrena una nueva generación, y eso conlleva ciertos cambios y muchas expectativas.
Ojo, porque tenemos a los dos principales (y únicos) referentes en dos situaciones distintas. El primer caso es el de FIFA, con versiones tanto para las nuevas consolas como para las actuales. El segundo caso es el de Pro Evolution Soccer, que aparentemente parte con desventaja al solo contar con la edición para la actual generación.
Decimos aparentemente porque, pese a no estrenar plataforma, toma la delantera en algo tan ilusionante como es un cambio de motor gráfico: el salto al flamante Fox Engine de Konami.
Sabemos que Metal Gear Solid V hará uso de este motor, pero lo estrena, curiosamente, un juego de fútbol, y esto ya no solo supone una prueba de fuego para todos aquellos que han intervenido en su creación, sino que afecta directamente a una saga que necesita encauzar su rumbo si no quiere acabar a la deriva.
Todo esto seguramente lo tenéis más que machacado, así que vamos a pasar a hablaros de lo que hemos podido probar. Pero antes de nada, debemos avisaros de que el estado de programación de lo que hemos jugado se notaba muy prematuro, por lo que hay un gran margen de mejora. Aun así, y pese a sus fallos típicos de un alpha, nos ha encantado, y en estas líneas os explicaremos el porqué.
Fox Engine y el detalle
La demo a la que hemos tenido acceso nos dejaba jugar un partido entre el Bayern de Munich, campeón de Europa, y el Santos brasileño. Ningún equipo más, solamente esos. Nuestra primera toma de contacto se ha decantado por los alemanes frente a los de Neymar (que en esta demo todavía no ha fichado por el Barça), por eso de que sobre el papel y seguramente en la práctica son mejor equipo, y nuestra intención era la de machacar.
Toda esa secuencia que precede al pitido inicial nos ha dejado una sensación inmejorable. Vale que la tasa de fotogramas era muy irregular y que todo en general tenía un aspecto incompleto, pero las intenciones son tremendas. Tanto el graderío (con bengalas incluidas), como los jugadores y todo lo que los rodea: cámaras, cuerpo técnico y otros trabajadores a pie de campo, tienen sus propias animaciones. Unos festejan la entrada del equipo, otros graban con su peto de prensa, y los principales protagonistas, los que tocan el balón, agradecen al público su entrega.
Hemos visto dos ambientes distintos, y por lo que suponemos y a falta de confirmación oficial, dos campos. En un partido jugamos de noche y en otros dos de día, con entradas distintas de los equipos, que tratan de destacar quién juega de local y quién de visitante. Solo pudimos disfrutar al completo de una de estas previas en una ocasión, ya que nuestro rival tenía poca paciencia, y de ahí extraemos detalles como el de los jugadores aplaudiendo desde el círculo central a un público totalmente volcado.
PES se renueva de pies a cabeza
Cuando el árbitro dio el pitido inicial notamos enseguida que el dichoso Fox Engine es imponente. Los jugadores tienen muchas animaciones nuevas, sus rostros son enfermizamente realistas y la ropa ya no es estática. Si a eso le sumamos una iluminación mucho más verosímil, tenemos como resultado un juego que en lo visual se acerca más que ningún otro a un partido de fútbol real.
El miedo que teníamos todos es el de las animaciones, y creednos, PES 2014 parece otro juego. Se acabaron las transiciones bruscas y esas irregularidades en los movimientos que tanto daño han hecho a la saga. Aquí cada jugador tiene una cantidad infinita de recursos, con controles y remates de todo tipo, y no nos costará distinguir a Robben o a Neymar sin mirar su nombre, porque es muy fácil notar quién es el crack del equipo y qué puede llegar a hacer con tan solo entregarle la pelota y que éste dé unos pasos.
Otra de las cosas que han mejorado en esta edición, o por lo menos en esta demo, es el ritmo de juego. Si venimos con una filosofía arcade, aquí vamos a perder muchos balones, porque el juego es lento y requiere paciencia. Hemos tenido que medir cada pase y cada regate. No es nada sencillo llegar a la portería rival si tu adversario conoce las reglas básicas de la defensa, y eso ha propiciado que cada despiste se aprovechara para tener una oportunidad clara de gol.
No todo es magnífico, claro está. En esta demo la CPU tenía reacciones extrañas, y los porteros, que ahora cuentan con muchas animaciones nuevas, despejaban realmente mal. Tiros bastante flojos desencadenaban un rechace con puños que mandaba el balón poco más allá del punto de penalti, ideal para que un segunda línea rematara a puerta vacía. Así fueron la mayoría de goles, por cierto, que aunque pocos, coincidieron en ejecución por despejes fallidos.
De todas maneras, y aun con esas taras que esperamos que corrijan, nos debemos quedar con una infinidad de detalles. Todos los sistemas que Konami ha introducido en esta edición funcionan, o al menos hacen acto de presencia. El balón se muestra muy independiente, y hay veces en las que lo hemos perdido por intentar un giro demasiado brusco. Ha habido también algún movimiento que nos ha dejado sorprendidos y que ni siquiera era a nuestro favor, como por ejemplo que un jugador saltara a rematar un córner y que el salto fuera insuficiente para llegar al balón. Detalles, como decimos, muy naturales y aleatorios, lo que sin duda necesita un juego de fútbol si quiere asemejarse al deporte en el que se basa.
Impresiones esperanzadoras
Le queda un gran camino por recorrer, obviamente, pero la base es ambiciosa y se ha elegido la orientación correcta. Tuvimos facilidades defensivas contra la CPU demasiado flagrantes, porteros que "cantaban" demasiado y apreciamos detalles gráficos extraños como el de poder atravesar la red con el balón desde el lateral, pero analizándolo con perspectiva, este PES huele a un renacer de la franquicia en condiciones. De hecho, hay algunos detalles tan insignificantes, pero tan necesarios a su vez, que nos iban convenciendo más y más mientras jugábamos, como por ejemplo las lonas de publicidad de la línea de fondo, con una textura que le daba cierto relieve y esa disposición tan curiosa para que las cámaras puedan captarlas "al derecho".
Los 3 partidos que jugamos acabaron con resultados ajustados, y quizás no sirvan para juzgar el juego, pero hemos salido muy contentos. El nuevo sistema de regates parece bastante profundo, así como las posibilidades defensivas. Quizás chirría un poco la guía visual usada para saques de esquina y faltas, con una línea discontinua de puntos que le da un toque demasiado arcaico, pero están a tiempo de mejorar y corregir muchas cosas.
Como conclusión a estas primeras impresiones, un claro indicativo de que Konami ha encontrado el camino es que al escribir estas líneas nos están entrando ganas de volver mañana al Convention Center para volver a jugar. Queremos recrearnos, probar pases, combinaciones y demás. PES 2014 tiene por fin un motor gráfico a la altura de la generación, y aunque llegue tarde, servirá para sentar una base que le ayude a plantarle cara a FIFA, algo necesario para que los aficionados al fútbol en videojuegos sigamos teniendo cada año una competencia que nos regale horas y horas de diversión.