Hace un año, con motivo de la pasada edición de la Games Convention de Leipzig, ya destacamos la grata impresión con la que nos dejó Midnight Club: Los Angeles para Xbox 360 y PlayStation 3. La nueva entrega de esta popular serie de títulos de velocidad extrema desarrollada por Rockstar San Diego logró sorprendernos con todas las novedades que planteaba, así como también, por supuesto, por su apartado técnico, que sin duda será una de sus principales bazas.
Ahora, durante la presente edición de la Games Convention, hemos tenido la oportunidad de disfrutar durante una hora de este juego, y de nuevo debemos resaltar lo satisfechos que nos ha dejado. Principalmente, porque estamos ante un juego tremendamente espectacular y muy divertido que promete mantenernos horas y horas frente al televisor desafiando a todos los rivales que se atrevan a competir contra nosotros.
Más grande, más variado… más divertido
No hace muchas semanas ya os ofrecimos unas extensas impresiones en las que os desvelábamos las principales novedades con las que contará esta entrega. Entre ellas, además de la posibilidad de correr libremente por las calles de una Los Ángeles recreada de una forma fantástica, destaca el completísimo editor de vehículos con el que nos encontraremos, y que nos va a permitir, como hemos podido comprobar de primera mano, crear auténticas obras de artes –y también vehículos estrafalarios, todo es posible- con suma facilidad.
En este sentido, nuestro objetivo principal en el juego no será otro más que el incrementar nuestra reputación a base de ganar carreras para así ascender al número uno en el ranking de pilotos temerarios y, de paso, hacernos con una gran fortuna. En el primero de los casos, el respeto, este recurso va a permitirnos acceder a nuevos desafíos y rivales que con un nivel de reputación bajo no se dignarían ni a acercarse a nuestro automóvil. En cuanto al dinero, como os podéis imaginar, podremos invertirlo en adquirir nuevos vehículos –habrá entre 40 y 50 distintos-, comprar mejoras para los mismos, pagar los gastos del taller, o directamente invertirlo todo en personalizar al máximo el coche.
En todos estos casos, la interfaz resulta tremendamente simple, lo que va a facilitarnos muchísimo las cosas; es decir, que no vamos a necesitar más que un par de segundos para aumentar la potencia del motor de nuestro coche, su velocidad, maniobrabilidad, etc. Igualmente, si hablamos de las opciones de personalización, éstas resultan también de lo más sencillas e intuitivas, aunque en este caso, sí podemos tirarnos un buen rato diseñando el coche perfecto. No en vano, las opciones que se nos ofrecen son elevadísimas, hasta el punto de que tanto el exterior como el interior del vehículo podrán variar de una forma espectacular. Además, todas las piezas son reales y, en muchos casos, exclusivas de una marca concreta de vehículo; algo que sin duda agradará a los aficionados al tuning.
Después de esto, lógicamente, podremos salir a las calles de Los Ángeles para presumir de coche, aunque más importante aún será el demostrar que somos los más rápidos. En este punto, hay que destacar lo divertidas que son todas las pruebas de velocidad que propone el juego, así como la sencillez en el manejo de nuestro automóvil, con el que podremos esquivar el densísimo tráfico con el que nos encontraremos sin excesivos problemas, dentro de lo que cabe. Por otro lado, la policía también hará de las suyas, permitiéndonos disfrutar en algunos casos de persecuciones tremendamente divertidas. En este sentido, si respetamos las normas de tráfico los policías no harán nada, pero en cuanto nos vean infringir las leyes, irán a por nosotros sin contemplaciones.
Tampoco podemos olvidar la vida que transmite la ciudad de Los Ángeles en el juego. Aquí, disfrutaremos de ciclos de días en tiempo real, podrá ponerse a llover de improviso, y la afluencia de tráfico variará dependiendo de la hora del día en la que nos encontremos. Y este último aspecto resulta importantísimo en el desarrollo de las carreras ya que éstas pueden ser más o menos fáciles –y no hablamos solo de nuestros rivales- dependiendo de los obstáculos que se crucen en nuestro camino. En este caso, nosotros disfrutamos de carreras más o menos apacibles en las que prácticamente solo nos preocupamos de que nuestro contrario no nos adelantara, y otras en las que la afluencia de tráfico era tal que tras llegar a la meta, adelantando además al rival en los últimos metros gracias a un acertado uso del turbo, no podíamos más que respirar tranquilos por haber salido con vida de tal desafío.
En definitiva, éstos son detalles que mejoran de una forma sustancial la experiencia de juego de este título de velocidad que se está haciendo de rogar, pero que sin duda, tiene todas las papeletas para convertirse en uno de los grandes juegos del año.