Medal of Honor siempre ha sido uno de los modelos a seguir en cuanto al género de la acción bélica en primera persona. Con una envidiable colección de títulos a sus espaldas, Electronic Arts ha concebido uno de los mayores logros en la industria de los videojuegos: recrear de una manera fiel e intensa los conflictos bélicos de la Segunda Guerra Mundial. Los seguidores de esta famosa serie -y de los juegos de acción en general- están de enhorabuena, puesto que el regreso de una de las grandes firmas del mundillo tiene todas las de la ley para convertirse en uno de los mayores bombazos del año.
Fue a finales del año pasado cuando Electronic Arts decidió anunciar lo que sería el regreso de la famosa serie Medal of Honor a las videoconsolas domésticas, justo después de haber probado suerte en PlayStation Portable y Wii -con Heroes- y de haber saboreado la alta definición con Airborne. Sin embargo, la multinacional estadounidense ha decidido comenzar un videojuego completamente de cero, lo que implica nuevas ideas, nuevos rumbos, y, sobre todo, nuevos objetivos a la hora de hacer sentir al jugador una experiencia de juego irrepetible.
Quizá sea por eso, que lo primero que nos llama la atención de este nuevo Medal of Honor sea su título propiamente dicho, que carece de los incontables subtítulos que acompañaron a la serie desde su segunda entrega. Este hecho hace que la obra se consolide como una verdadera secuela, recogiendo los elementos del pasado y potenciandolos al máximo para la nueva generación de videoconsolas, así como la inclusión de nuevos elementos que, sin duda alguna, darán mucho que hablar de ahora en adelante.
El primer factor clave a la hora de desarrollar la nueva entrega ha sido la decisión de mover la entrega hacia el futuro, evitando así caer en la tentación de volver a revivir el conflicto bélico más explotado de la historia: la Segunda Guerra Mundial. Después de tantos exponentes en el género abarcando el tema, es normal que incluso el jugador más experimentado acabe por desechar algunos videojuegos por culpa de la sensación de déjà vu constante que suelen dejar algunas obras. No obstante, sí que hay algunos títulos dignos de mención, como la serie Call of Duty, que siempre consiguen darle una vuelta de tuerca al conflicto para mantener al jugador expectante por su siguiente entrega. Sea como fuere, la multinacional ha decidido poner pies en polvorosa y adentrarse en terreno políticamente prohibido, llevando a sus soldados a las tierras de Afganistán, lugar donde se desarrollará por completo la trama del videojuego y donde, precisamente, tropas de los Estados Unidos están indagando día sí día también en busca de armas en de dudosa existencia.
Introduciendo a los nuevos héroes
Siguiendo la tónica de personajes capaces de cualquier cosa para terminar la misión, Medal of Honor reniega de su colaborador y protagonista más activo, James Patterson, que ofreció a los seguidores de la serie un buen puñado de horas de intensa batalla y combates de lo más brillantes, con mención especial al desembarco en la playa de Normandía en Frontline. De esta manera se introduce , el cual carece de nombre pero no de rango, ya que llevaremos a un "Tier 1 Operator", un soldado de fuerzas especiales que realiza las misiones imposibles en las intervenciones militares. El realismo que quiere transmitir la desarrolladora no queda únicamente en el conflicto actual, sino que se han contratado a varios miembros de la US Special Operations Community para transmitir una sensación de fidelidad y realismo al concepto de Medal of Honor, algo que sin duda aumentará gradualmente la experiencia de juego si saben plasmarlo como es debido.
Sin querer entrar en conflictos políticos, la desarrolladora ha escogido la ubicación de Afganistán para abrir fronteras a nuevos conceptos bajo el yugo de la acción en primera persona, alejándose completamente de las intervenciones militares que suceden en el día a día y abogando por una historia única, donde los personajes aportarán su granito de arena en una misión que se irá desarrollando poco a poco, a medida que vayamos completando objetivos dentro del videojuego.
De esta manera, el profesional al que encarnaremos tendrá que vérselas con multitud de enemigos en un buen número de situaciones al límite que pondrán los pelos como escarpias al jugador más sensible. Sólo hace falta ver un par de videos promocionales del juego para darse cuenta de la gran cantidad de situaciones que están por venir, así como las sorpresas todavía sin desvelar que Electronic Arts guarda debajo de la manga. Habrá que ver si los nuevos personajes consiguen superar el legado de Patterson.
Diversión a balazos
Con la estandarización del juego online en las consolas domésticas es impensable que títulos de esta envergadura vengan sin su componente multijugador más allá del modo local. De hecho, uno de los detalles más significativos de esta franquicia ha sido la buena recepción que ha tenido en cuanto a modos online, sobre todo en sus versiones para compatibles, con multitud de opciones, y clanes de diversa índole que dieron al juego cientos de horas de diversión para los más competitivos. Todavía no se han desvelado demasiados detalles acerca de los modos multijugador de Medal of Honor, pero sí que se conoce que detrás del telón están los actuales desarrolladores de Battlefield, lo que supone un punto muy a tener en cuenta a la hora de preguntarse si satisfará al jugador más experimentado.
Sin ir más lejos, Electronic Arts ha declarado el desarrollo de Medal of Honor corre a cargo de dos estudios completamente diferentes. El primero, enfocado a la campaña individual, será producido por EA Los Ángeles, mientras que su vertiente multijugador correrá a cargo, como decíamos, de EA DICE. Lo más curioso es que ambos modos de juego correrán bajo un motor de juego completamente diferente, empleando el más que explotado Unreal Engine 3 para la versión solitaria y el motor propio Frostbyte -del estudio sueco- para los modos online. Habrá que ver si las diferencias no son demasiado palpables, puesto que lo que se ha mostrado al público han sido imágenes y videos de las misiones en solitario, que, por cierto, cuentan con un apartado técnico que sobrepasa la media en todos los aspectos, con unas animaciones de lo más realistas, una utilización de la luz de última generación y una acción trepidante que nos hará saltar de la butaca en los momentos más tensos.
Antes de terminar el año
El esperado regreso de Medal of Honor tendrá lugar el próximo mes de octubre para las consolas de alta definición y compatibles. Todavía faltan meses de desarrollo para poder pulir como se merece a una de las series más emblemáticas de los últimos años, y esperamos que el retorno sea como tiene que ser: por la puerta grande. Eso sí, el objetivo de la multinacional es restablecer y recomenzar la saga para una nueva generación, lo que podría suponer un punto y final al conflicto de la Segunda Guerra Mundial para dar paso a nuevas guerrillas más actuales o ficticias, tal y como ha hecho Infinity Ward con su obra maestra Call of Duty.