Es bien sabido por todos que una gran parte de los títulos del mercado japonés nunca llegan a traspasar las fronteras del país nipón. En muchas ocasiones el contenido está principalmente destinado a este público y las fronteras culturales impiden el éxito de éstos en países de occidente. Por otra parte, otra serie de juegos, que sí podrían funcionar en occidente, nunca ven la luz fuera de Japón quizás por miedo a escasas ventas o por las estimaciones de gastos e ingresos que puede suponer su distribución o doblaje. En cualquiera de los dos casos, es cierto que en el país del sol naciente existe un gran número de títulos desconocidos que pueden llamar la atención de más mercados y esperemos que durante los próximos años la distribución digital facilite la globalidad en el mercado nipón. Durante estos días, hemos probado el título desarrollado por Alvion denominado Malicious y que podría catalogarse dentro de este último grupo.
Malicious ha sido distribuido mediante Playstation Network en Japón y llama la atención por muchos aspectos, especialmente por el tipo de diseño y jugabilidad que ofrece y que supone algo parecido y a la vez distinto de los juegos de acción japoneses.
¿Existe Malicious?
El argumento de Malicious es bastante abstracto por lo que hemos podido ver. Los japoneses en ocasiones aportan una historia en cierto modo influenciada por su cultura y mitología y que el mercado occidental no alcanza a entender en su totalidad. Si a eso le añadimos su escritura basada en la significancia de los símbolos, el concepto del juego no puede ser más indefinido.
Al parecer Malicious es algo así como la encarnación del odio, de las malas acciones, para aclararnos mejor podemos decir que es la encarnación del lado oscuro. Ante este hecho, una serie de profetas con poderes mágicos otorgan un poder especial a ciertas personas con el fin de luchar contra Malicious (o la maldad) pero llegado el momento alguna de esas personas a las que cedieron esos poderes, han olvidado su cometido y ahora se niegan a devolver su preciado don.
Ante un reino (cuyo nombre no parece nombrarse) devastado por malvados dirigentes y donde las malas acciones están a la orden del día, al parecer la esencia de Malicious no para de alimentarse, hipotéticamente hablando claro. El grupo de profetas, viendo la necesidad de un héroe han creado un cuerpo a través de una especie de códigos matemáticos mágicos y han introducido nuestra alma en él. Para ayudarnos en nuestra épica aventura nos han proporcionado lo que se ha denominado un manto o capa de cenizas. Esta capa es la única arma que poseemos y parece que tiene vida propia. Podrá cambiar de forma (como si fuese un cambio de arma), además de permitirnos volar y planear por los diferentes campos de batalla. Por lo tanto, con nuestro manto y nuestro cuerpo místico, deberemos hacer frente a Malicious, es decir a la maldad, encarnado en cinco diferentes enemigos en cada una de las fases.
Jugabilidad
Lo primero que llama la atención en el título de Alvion es que no hay tiempo para las palabras. Una vez hemos oído la historia de boca de los profetas apareceremos en una especie de limbo. En este escenario podremos hablar con uno de nuestros creadores si deseamos interesarnos un poco por la situación o los diferentes enemigos. Al mismo tiempo veremos cinco lugares a modo de pequeñas señalizaciones donde podremos empezar cada una de las fases. Una de las curiosidades que aporta es que no hay un orden establecido para realizar cada una de estas pantallas, sino que podremos elegir cualquiera de las cinco en el orden que deseemos, aunque hay algunos "peros" que luego comentaremos.
Una vez escogida la fase que deseamos jugar seremos automáticamente teletransportados a un escenario bastante amplio donde se nos presentará al Malicious (jefe de pantalla) que debemos derrotar. Sin paños fríos ni calentamientos estaremos envueltos en una lucha a muerte con un poderoso enemigo junto con todos sus secuaces.
Para derrotarle contaremos con la ayuda de nuestra capa. Como decíamos, ésta cambia de forma dependiendo del tipo de ataque que queramos realizar. Al principio contaremos con dos ataques, uno que convertirá nuestro manto en unos puños y otro que nos permitirá lanzar misiles mágicos a distancia. Al acabar con cada uno de los jefes de fase, se nos proporcionará un poder adicional, de ahí que aunque el orden de las pantallas lo impongamos nosotros, sí que es cierto que ciertos poderes son muy útiles con algunos enemigos, y por lo tanto el orden puede importar significativamente. Entre los poderes que conseguiremos están también el de potenciar nuestra guardia, volar, convertir nuestra capa en una lanza o en una espada por ejemplo.
Con el pad analógico nos moveremos por el terreno mientras que el pad direccional nos servirá para cambiar entre las diferentes habilidades de nuestro manto. El botón R1 fijará nuestra vista en los enemigos y el botón L1 será usado para utilizar nuestra aura (luego pasaremos a eso). Los cuatro botones principales se usarán para saltar, cubrirnos y atacar. Dispondremos de un ataque principal (cuadrado) y uno secundario y más potente (triángulo). Por ejemplo con la habilidad de lanzar misiles mientras que con el cuadrado lanzaremos de uno en uno, con el triángulo podemos fijar a una gran cantidad de enemigos y lanzar decenas de misiles mágicos de forma instantánea y también muy vistosa. Por otra parte, con el poder de la lanza mientras que el ataque primario consta de arrasar con todo lo que hay a nuestro paso en un pequeño área en línea recta y horizontal, con el ataque secundario podremos apuntar en 360 grados y recorrer una mayor cantidad de terreno.
En cuanto a los saltos, a medida que consigamos los poderes podremos saltar varias veces en el aire, planear lentamente hasta el suelo a la vez que lanzamos misiles o recorrer volando a toda velocidad el campo de batalla. Este es uno de los apartados más conseguidos del juego y proporciona una verdadera visión apocalíptica en algunas pantallas. Mientras volamos a toda rapidez o levitamos lentamente esquivaremos los disparos de un gran número de cañones, escopetas y otros muchos artilugios.
Además de estos poderes, a medida que aniquilemos a los enemigos menores haremos aumentar nuestra aura mediante un valor numérico que se muestra en la parte superior izquierda de la pantalla. Esta característica es la base para nuestra supervivencia a largo plazo, así como nuestra principal arma contra los grandes jefes. A medida que nuestro cuerpo reciba daño, irán desapareciendo partes de él como los brazos o las piernas. Para recuperar nuestra salud y nuestras extremidades, deberemos pulsar L1 y círculo, realizando así una curación que tendrá cierto coste de aura. A más daño recibido, mayor será el coste. Al mismo tiempo, también podremos liberar nuestra aura. Esta táctica es peligrosa y fundamental a la vez. Al liberarla entraremos en una cuenta regresiva en cuanto a nuestra cantidad de aura, sin embargo todos nuestros golpes tendrán una mayor potencia. Como decíamos es vital para hacer grandes daños a nuestros enemigos, pero también muy arriesgada, ya que si llegamos a números muy bajos y más tarde recibimos daño no podremos efectuar una curación en nuestro cuerpo.
Este conjunto de características hacen que el combate se estructure de una manera clara. Primero deberemos matar enemigos menores para hacer crecer nuestra aura y luego liberarla para atacar al jefe final. Más tarde cuando nuestros números estén bajos, deberemos volver hacer otra "limpieza de carne de cañón" para volver aumentar nuestra apreciada característica y vuelta a empezar. Facilitando esta dinámica, los enemigos más débiles no dejaran de aparecer constantemente, haciendo que la recarga de aura sea sencilla en casi todos los escenarios.
Aunque la jugabilidad en una primera instancia parece complicada, rápidamente podemos conocer la mecánica del juego. Cada fase tendrá un tiempo límite y en ocasiones requiere de paciencia y un gran conocimiento de las tácticas del enemigo para vencerle. Además, si acabamos muertos, sólo dispondremos de tres posibilidades para continuar la partida. Esto nos ha parecido algo ilógico, ya que si morimos tres veces, a pesar de que el juego haya acabado siempre podemos cargar la partida.
Sonido y Gráficos
El potencial gráfico de Malicious no llega a la calidad de los grandes títulos actuales en PS3, sin embargo y teniendo en cuenta que se trata de un juego exclusivo de Playstation Network, sí que alcance un poderío notable. Al mismo tiempo, la belleza de algunos escenarios como el de la fase denominada "Escort of Queendom" es grandiosa. En dicha pantalla deberemos liquidar a un jefe ataviado con una armadura, un gran escudo y una enorme ametralladora. En un momento de la batalla, el enemigo volará por las cubiertas inferiores del barco volante y deberemos darle caza al mismo tiempo que nos maravillamos con la recreación del escenario.
Todos los entornos están ambientados un reino ficticio muy a lo japonés. Es decir en una época desconocida de un mundo desconocido donde las armas de fuego y las armas de filo conviven a la vez. Con enemigos ataviados con armaduras y grandes mazos o engendros indescriptibles cuyo diseño es bastante aceptable.
El sonido por su parte suele mantener una melodía épica distinta por cada una de las fases que hemos podido probar. Nuestro personaje no habla y las voces de los profetas no han sido dobladas a ningún idioma conocido siendo sólo una especie de susurros provenientes de algún lugar místico. Por lo tanto se disponen de una serie de subtítulos para narrarnos la breve historia de Malicious. La música que acompaña en el limbo es muy acertada y aporta un toque mágico y misterioso a toda la historia.
Conclusión
A pesar de aún no conocer los planes sobre la posible publicación fuera de las fronteras niponas, nos llamaba la atención el título por ser exclusivo de Playstation Network pero ofrecer una calidad gráfica notable.
Tras haberlo probado hemos quedado muy satisfechos de la jugabilidad por la que apuesta Albion y que podría considerarse una mezcla de muchos otros juegos en uno. La posibilidad de volar, de movernos por el escenario con una completa libertad, así como el diseño de algunos de los grandes enemigos está muy conseguida. También debemos mencionar que el aspecto del manto es genial, y en cierto modo nos recuerda un poco al propio de Vincent Valentine (personaje de Final Fantasy VII) en Advent Children.
La principal nota negativa podría estar ligada a su escasa durabilidad. A pesar de que una vez acabado el modo historia proponen algunos modos con tablas clasificatorias en Internet, no dejan de ser una repetición de las mismas fases. Aun así teniendo en cuenta la calidad que presenta y su escaso coste en la store japonesa (800 yenes = 7.5 euros) es una buena apuesta.