Un año más, y por las mismas fechas de siempre, Pro Evolution Soccer y FIFA se verán las caras en las tiendas, con el objetivo de lograr que los fans del deporte rey los elijan para acompañarlos durante los próximos doce meses como su simulador favorito. En esta eterna competencia FIFA ha sacado bastante ventaja durante los últimos años. Si FIFA 07 y 08 lograron mejorar con creces la imagen del juego entre los jugadores, FIFA 09 fue considerado el mejor juego de fútbol del momento, honor que repitió la entrega del año pasado. Sobre la excelente base de FIFA 10, Electronic Arts no se ha dormido en los laureles y ha mejorado numerosos detalles de este último para lograr el juego de fútbol definitivo, al menos hasta dentro de un año.
En el juego del Mundial ya vimos algunos de los caminos que iba a tomar la saga FIFA en su evolución, y tras probar una versión casi final de FIFA 11 podemos contaros algunas de las novedades que trae este año. Una vez consolidado su motor gráfico y sistema de simulación, Electronic Arts ha intentado retocar aquellos pequeños detalles del juego que no han convencido a todos los jugadores y, sobre todo, aportar más modalidades de juego y opciones, tanto para un solo jugador como para el multijugador.
Y, siendo difícil mejorar la simulación de los partidos, este año se han centrado en diferenciar a los jugadores e intentar convertir su personalidad y forma de jugar en un factor más de los partidos.
Personality + es uno de los caballos de batalla de este FIFA 11, un término que se ha ido repitiendo en notas de prensa, presentaciones y otros eventos donde la prensa ha tenido oportunidad de ver los avances del juego. La idea es no solo hacer que un jugador toque, pase, corra, regatee y tire con la misma calidad con que lo hace su homónimo real, sino hacer que su personalidad también influya en el juego. El mejor ejemplo de esto es la forma de replegarse hacia atrás del clásico delantero poco aficionado a implicarse en tareas defensivas, o la forma de subir hacia el campo contrario en el típico lateral con vocación de extremo.
La idea es buena, pero no nueva, porque en esencia es una adaptación a FIFA del sistema de estrellas que tan famoso hizo Pro Evolution Soccer en su día, y que ahora ha convertido en "cartas" en las dos últimas versiones (la anterior y la próxima). FIFA hace más o menos lo mismo, pues aparte de sus aptitudes de control de balón, pase, precisión de tiro y ese largo etcétera que determina el devenir de cada jugada, ahora cada jugador tiene una serie de "rasgos" y "especialidades" que le hacen ligeramente diferente y alteran su forma de jugar en determinadas situaciones.
Es decir, independientemente de la precisión de tiro que tenga un jugador, si tiene el rasgo de goleador tendrá una mayor capacidad y posibilidad de marcar gol en un mano a mano con el portero. Es un préstamo de la saga Pro Evolution Soccer, una de las pocas cosas en las que FIFA todavía podía inspirarse y, aunque el alcance de este cambio se tendrá que comprobar con la versión final del juego y varias decenas de partidos más, nos parece uno acertado. Diferencia a los jugadores, hace que ciertas individualidades pesen más, y le da a los partidos un carácter más impredecible, tal y como es el fútbol, al mismo tiempo haciendo que FIFA sea algo más "juego", y no tanto un simulador que aspira a la precisión matemática. Así es más divertido. Habrá que ver hasta qué punto influyen estos rasgos individuales en la versión final, porque si se notan exageradamente, el efecto será justo el contrario.
El sistema Personality + tiene más facetas, ocultas para el jugador, como la forma de parar de los porteros y el comportamiento táctico de los jugadores, y también se aprovecha esta "marca" para acentuar el trabajo extra que se ha hecho para diferenciar los cuerpos de los jugadores, una de las asignaturas pendientes que arrastraba FIFA en los últimos años. Ahora los jugadores tienen un cuerpo mucho más similar a sus "versiones reales", gracias a que hay una variedad de modelos mucho mayor, y al trabajo de EA de hacer que cada jugador, especialmente los más famosos, tenga un cuerpo más parecido en el juego. Los cambios no son solo visuales, sino que también afectan a la forma de moverse del jugador, lo que se combina además con sus atributos de habilidad, sus rasgos y otros atributos de personalidad. El resultado es un mayor realismo, una facilidad mayor para identificar a los jugadores con su aspecto visual, forma de moverse y forma de jugar, y al cabo de unos partidos esto sí que se nota.
La jugabilidad en sí se ha pulido un poco más. Una de las grandes promesas de los desarrolladores era eliminar lo que llaman "pases ping-pong", es decir, pases rápidos con gran precisión, para los cuales eran necesarios los desmarques y la dirección, pero que eran demasiado precisos y hacían un tanto artificial el ritmo de juego. Esto se ha subsanado en parte, que no completamente, y ahora los pases, ya sean manuales o asistidos por la máquina, tienen algo más de margen de error y no son tan rápidos y automáticos como en el anterior juego. Al mismo tiempo, la velocidad y el ritmo de los partidos ha disminuido ligeramente, reforzando esta mejora, que no es radical pero suaviza ese efecto "ping-pong" del juego anterior.
Los choques entre los jugadores son más completos y tienen más posibilidades, lo que permite que las pugnas por el balón sean más realistas y, por que no decirlo, intensas. Hay que medir bien cómo metemos el cuerpo para que no nos piten carga legal, pero en este sentido FIFA sí que cumple la promesa de la "lucha por el balón en 360 grados". Las luchas por el balón se han enfatizado sin llegar al a exageración, lo que mejora el juego.
Aparte de mejorar el ritmo de los partidos subiendo un peldaño más en las posibilidades que ofrece, el modo carrera se ha mejorado y ampliado, y se ha mezclado mejor con el modo online. La posibilidad de jugar 10 contra 10 se ha convertido ahora en 11 contra 11, y el jugador que hayamos creado ("Virtual Pro") podremos usarlo en partidos online y en el modo carrera; podremos formar parte de un club online con él mientras jugamos con él en el otro modo, donde además ahora podremos ser jugadores, entrenadores, o jugadores-entrenadores, una premisa un tanto irreal pero muy divertida.
El sistema de evolución de nuestro Virtual Pro es ahora constante y se parece a los sistemas de logros de las consolas. En medio de un partido en el que controlemos a nuestro jugador, aparte de modificarse en tiempo real la valoración que recibe (del 0 al 10, una novedad incluída en el juego del mundial), iremos recibiendo mensajes de las mejoras que hayamos obtenido. Mete un gol por la escuadra e, inmediatamente, el juego nos indicará que ha mejorado nuestra habilidad goleadora y la precisión de nuestros tiros. Como todos los sistemas de logros, esto hace que el modo carrera se vuelva más adictivo que nunca, y además este sistema de evolución va abriendo posibilidades más superfluas, pero también divertidas, a nuestro jugador (por ejemplo, que lleve la camiseta por fuera). Este sistema de evolución está presente en todo momento que controlemos a nuestro jugador, tanto en el modo carrera como en los partidos online, e incluso en las pantallas de carga en las que nuestro jugador se enfrenta a un portero.
El apartado técnico ha vuelto a mejorar, manteniendo y ampliando esa excepcional variedad de animaciones y contando ahora no solo con un mejor modelado de los cuerpos, sino también de las caras, que han vuelto a aumentar su nivel de detalle. La banda sonora sigue contando con un extenso repertorio de canciones del momento procedentes de todo el mundo, los efectos de sonido vuelven a asombrar por la abrumadora cantidad de cánticos del estadio, y los comentarios están a cargo de los clásicos Manolo Lama y Paco González, que en FIFA no se han visto afectados por el "culebrón" entre la cadena SER y este último.
FIFA 11 mantiene y cumple la promesa que David Rutter y el resto del equipo de FIFA no ha parado de repetir durante los últimos años: no dejar de mejorar, haciendo caso a las sugerencias de los jugadores y probando nuevas formas de hacer más divertido un juego de fútbol en consola. Los que quedaron satisfechos con el anterior FIFA seguirán igual de contentos con la versión de este año, que pese a la importante mejora de PES incluye las suficientes novedades como para defender su estatus de rey de los juegos de fútbol.