Recientemente tuvimos la suerte de quedarnos a solas casi dos horas con uno de los juegos más esperados del año, Assassin´s Creed. Para la partida, estuvimos en una cómoda sala acompañados en todo momento por una persona del equipo que nos aconsejaba que hacer cuando nos veía perdidos y que fue nuestra guía en el juego. En nuestro caso, tuvimos acceso a la versión de Xbox360, aunque en todo momento se nos aseguró que la versión de PlayStation 3 sería idéntica.
Antes de poder probar el juego, pudimos ver como Altair escalaba lo que parecía una catedral o un templo y al conseguir llegar a la cima, pudimos disfrutar de una impresionante vista que mostraba una enorme ciudad perfectamente detallada.
Tras esa primera impresión, que no era más que un preludio de lo que nos íbamos a encontrar al cabo de un rato, pudimos ver como Altair, el protagonista, hacia el salto del ángel y caía decenas de metros para así aterrizar en un carro de heno colocado en la calle, algo que ya habíamos podido observar en algunos videos anteriores del juego.
Tras este espectáculo, se inició una nueva partida y pudimos ver una escena cinemática en la que el mentor de Altair le daba instrucciones acerca de los pasos a seguir. En dicha escena, podíamos mover en todo momento tanto a Altair como el punto de vista de la cámara, permitiéndonos observar casi cualquier detalle. Algo que nos sorprendió muy gratamente fueron las voces, las cuales se encontraban en nuestro idioma y con un doblaje que nos pareció soberbio. A continuación se nos mostraron los controles básicos del personaje mientras recorríamos una pequeña aldea. Hemos de decir que la forma de manejar a Altair es muy sencilla e intuitiva, a pesar de permitirnos un gran número de acciones.
Usamos los botones a, b, x e y para distintas acciones, que cambian según tengamos o no presionado el botón lateral derecho, mientras que el botón lateral izquierdo sirve para fijar el objetivo. De este sencillo modo, nuestras acciones iban desde fingir rezar para así poder pasar desapercibido hasta atacar, pasando por empujar a la gente o trepar. Hemos de admitir que el control de juego es bueno, y no parece que vayamos a tener ningún problema para controlar a nuestro protagonista.
Una vez aprendidos los controles básicos, se nos animó a montar un caballo e ir hasta la ciudad de Jerusalén. Para ello tuvimos que atravesar Los Reinos, una zona intermedia que conecta las tres ciudades del juego y la aldea en la que empezamos. A lomos de nuestro caballo recorrimos el escenario, el cual, a pesar de ser una zona de paso, no dejaba de estar lleno de guardias y de campesinos que llevaban a cabo sus quehaceres diarios. Tras un recorrido de varios minutos, llegamos a la ciudad de Jerusalén, a la que no podíamos entrar debido a que varios guardias nos bloqueaban el paso. Es en este momento cuando nos dimos cuenta de la gran libertad que nos ofrecerá el juego, pues para conseguir entrar podremos optar por distintos caminos, como acabar con los guardias, conseguir congraciarnos con ellos o colarnos por algún recoveco.
Esta libertad es algo que podremos experimentar a lo largo de todo el juego y es que en todo momento podremos escoger de qué manera cumplimos nuestros objetivos. Podemos ser sutiles y tratar de pasar desapercibidos, acabando sólo con aquellos que sean imprescindibles para el éxito de nuestra misión o por el contrario, siempre nos quedará la opción de liarnos la manta a la cabeza y tratar de acabar con todo lo que tengamos delante. Este último camino nos presentará ciertos inconvenientes, por supuesto, ya que nos encontraremos con todos los guardias de la ciudad persiguiéndonos con el único objetivo de matarnos. Aún así, la última palabra la tendremos nosotros.
Una vez dentro de la ciudad nos impresionó la sensación de vida que hay en ella, y es que en todo momento las calles están llenas de decenas de personas que se comportan como si estuviesen vivas y reaccionarán a nuestras acciones. A partir de ese momento podíamos acceder al mapa de la urbe, donde se nos marcaban los lugares donde teníamos objetivos por cumplir, ya fueran principales o secundarios, así que tan sólo tuvimos que marcar un objetivo y guiarnos por nuestro radar para dirigirnos a él. En nuestro primer paseo, quedamos sorprendidos por la cantidad detalles que recreaban a la perfección la ciudad, dándonos la sensación de estar en una visita virtual. Todo está tratado con esmero, desde el puesto de pescado que gotea sangre hasta la niña que pide perdón a su madre por algo que ha hecho. Por supuesto, según recorrimos la ciudad, pudimos oír las voces de los ciudadanos, lo que hacía que nos metiésemos aún más en lo que veíamos.
Como hemos dicho antes, el juego nos presenta distintos objetivos a conseguir. En la demo que probamos, algunos de estos objetivos eran subir a construcciones elevadas para tener una mejor vista de la ciudad - lo que nos permitía ampliar el mapa -, escuchar conversaciones ajenas, proteger a ciudadanos de los guardias y, por último, matar a un importante miembro de la ciudad. Como vemos, las misiones que nos ofrecerá el juego son lo suficientemente variadas como para no aburrir, y parecer que su número será tan elevado que desde luego hará que el título no se nos haga corto en absoluto. Muchos de estos objetivos serán opcionales, aunque si los realizamos nos darán ayudas, que podrán ser objetos o el congraciarnos con los habitantes de la ciudad.
El tamaño de la ciudad es otro punto digno de comentar, y es que a pesar de estar recreada con total detalle, la Jerusalén del juego es enorme, tanto que no pudimos llegar a recorrerla por completo en el tiempo que estuvimos jugando. Según nos aseguraron, las otras dos ciudades serán igual de grandes, aunque totalmente diferentes, lo que hace que estemos ante un juego de grandes proporciones.
Hemos hablado de que la ambientación del juego es impresionante, pero no hemos hecho mención ni una sola vez a los gráficos, y esto es debido a que nos sumergimos tanto en las calles de la ciudad que nos olvidamos de todo. Eso se debe en gran parte a que los gráficos tienen un nivel sobresaliente. Estos nos presentan unas texturas espectaculares que recrean a la perfección el material que representan, como la piel humana, el cuero o el metal. Además, el modelado de los personajes es muy bueno, sobre todo teniendo en cuenta que contamos con decenas de personas paseándose a la vez por la pantalla. Por último, debemos destacar las animaciones de nuestro protagonista, que son extremadamente suaves y fluidas, lo que hace que el juego sea una delicia en este sentido.
En la versión que jugamos, la partida estaba, por lo que se nos comentó, en un punto bastante avanzado del juego, lo que hacía que los guardias estuviesen en alerta y sospechasen de nosotros en cuanto hiciésemos algo raro. De este modo pudimos comprobar como, cuando tratábamos de huir, mientras algunas personas nos empujaba o bloqueaba para así ponerles a los guardias más fácil su tarea, otras simplemente se apartaban de nuestro camino atemorizadas. A la hora de escapar, el juego nos presentará un buen puñado de opciones, como perdernos por los estrechos callejones, subir a los tejados o tratar de escondernos en ciertos puntos para así poder esperar a que pase el revuelo.
Pero este no es ni mucho menos el único detalle de inteligencia artificial del juego que hace que sintamos que estamos recorriendo una ciudad con personas de verdad. Por ejemplo, cuando los guardias nos atacan, si somos superiores a ellos y conseguimos matar a varios seguidos, los que queden se atemorizarán, adoptando una posición defensiva y pensándose mucho más el atacarnos e incluso, si se ven superados, no dudarán en echar a correr para salvar sus vidas. Además, los habitantes de la ciudad, y en especial los agentes del orden, reaccionarán de forma bastante lógica a nuestro comportamiento. Por ejemplo, el hecho de que subamos a un tejado con una escalera no será sospechoso, pero si lo hacemos trepando, enseguida todas las miradas se centrarán en nosotros.
En este punto, conviene comentar el sistema de combate que, aunque en un primer momento nos costó comprender, luego se demostró ser un aliciente más del juego. En Assassin´s Creed, Altair no se dedicará a atacar a sus enemigos sin más, como en la mayoría de los juegos a los que estamos acostumbrados, sino que usará sus dotes de asesino para contraatacar y acabar con sus enemigos de un rápido y mortal golpe. De esta manera, deberemos esperar hasta que un enemigo nos aseste un golpe para, en el momento justo, contraatacar y acaba con su vida. En un principio es algo complicado, pero con un poco de práctica y manteniendo la calma en los combates, podremos acabar con todos los enemigos que se enfrenten a nosotros.
Antes hemos comentado que la partida que pudimos jugar se encontraba bastante avanzada en la historia, por lo que no conocemos grandes detalles de ella. Sin embargo, pudimos observar que esta avanzará no sólo a través de grandes escenas, sino con conversaciones que podamos oír en distintos puntos de la ciudad, algo que da un toque mucho más realista al juego. Por otra parte, cuando estemos perdidos y no sepamos bien cual es nuestro siguiente paso a dar, o simplemente hayamos completado ciertas misiones y queramos que se nos asigne la siguiente, podremos ir a la guarida del gremio de asesinos, donde se nos comunicará cuales deberán ser nuestros siguientes pasos.
Después de haber podido dedicar un largo rato a Assassin´s Creed hemos de admitir que estamos bastante impresionados con el resultado. Está claro que estamos ante un juego al que Ubisoft está tratando con especial mimo y eso se traduce en la cantidad de detalles que de seguro convertirán al juego en algo muy grande. La versión que probamos parece estar bastante avanzada, y salvo unos pocos errores gráficos que pudimos observar y que, suponemos serán corregidos para la final, será muy similar a la que salga a las tiendas. Todavía es pronto para ver si se cumplen todas las promesas que Assassin´s Creed ha lanzado, pero si el juego mantiene lo que hemos podido ver, de buen seguro nos encontraremos ante uno de los mejores juegos de este año.
