Sacred puede que no sea una de las sagas más conocidas de la actualidad, pero lo cierto es que su primera entrega es recordada con mucho cariño por muchos de los que tuvimos la suerte de disfrutarla en su momento. Siempre a la sombra de Diablo II, el juego se las apañaba para ofrecernos una aventura enorme y repleta de contenidos bastante divertida que sin llegar a las cotas de excelencia de la saga de Blizzard, sabía cómo hacerte pasar un buen rato frente a tu PC.
Pero entonces fue cuando llegó Sacred 2: Fallen Angel, una secuela muy limitada y bastante inferior que consiguió que más de uno, de dos y de tres le diera la espalda a la saga, motivo por el cual el anuncio de esta tercera entrega no nos terminó de entusiasmar demasiado cuando se realizó.
Por suerte, ahora hemos tenido la ocasión de jugar a una versión previa del juego y si bien los parecidos con la primera parte son pura casualidad, nos ha alegrado comprobar que estamos ante un título realmente divertido de jugar.
Lo primero que debe quedar claro es que si bien la cámara se sitúa desde una perspectiva aérea al más puro estilo Diablo, las diferencias son más que obvias. Para empezar, estamos ante un título que reduce a la mínima expresión sus componentes roleros para enfocarlo todavía más si cabe a la acción sin descanso, lo que lo acerca más a un hack and slash que a un título de rol y acción.
Así pues, y tras escoger uno de los cuatro personajes seleccionables y vernos su vídeo de introducción, nos sueltan en su primer nivel, donde no pasarán más de unos segundos antes de que nos veamos asediados por criaturas de todo tipo a las que tendremos que dar muerte para que nos dejen en paz. Los pocos niveles que hemos podido jugar son muy lineales, así que básicamente nos limitaremos a avanzar por el camino principal, con algún que otro desvío para encontrar secretos como cofres del tesoro, por lo que no hay demasiadas posibilidades de perderse explorando.
El sistema de combate, si bien es algo simple, se hace sorprendentemente entretenido, con un botón para atacar, otro para defender y esquivar, otro para realizar golpes fuertes capaces de romper defensas y dos habilidades especiales que podremos equipar antes de cada nivel. Como era de esperar, cada tipo de personaje están muy bien diferenciados y tienen sus propias técnicas y estilos de juego, algo que ayuda a añadir algo de profundidad.
Los enemigos son lo suficientemente variados como para obligarnos a tener que aplicar diversas estrategias contra ellos, por lo que dependiendo de las combinaciones de ellos con las que nos encontremos los combates se sentirán muy diferentes. Además hay muchos jefes finales y minijefes, así como ciertas situaciones especiales en la que el propio terreno de juego se convertirá en nuestro enemigo (o aliado si sabemos sacarle provecho a estas desventajas), trampas de todo tipo, etcétera, lo que demuestra un gran esfuerzo por intentar evitarnos caer en la monotonía y en la repetitividad, algo no muy difícil en un género como este si no se hace bien, ya que no haremos otra cosa más que matar y matar.
Dada su propuesta jugable, nos ha parecido un acierto que durante los niveles no nos dejen gestionar ningún tipo de menú para que nos centremos únicamente en lo que realmente importa: divertirnos masacrando hordas de enemigos, y si es en compañía, mejor. Por lo tanto, la personalización de personaje queda relegada a los momentos entre misiones, en los cuales podremos invertir el oro que hayamos recaudado en aprender nuevas habilidades, mejorarlas y personalizar las armas que consigamos.
Esto quiere decir que no hay equipo como tal, ya que lo único equipable que conseguiremos serán armas, habilidades y los llamados Espíritus de Arma. Estos últimos son en realidad las almas de antiguos y poderosos guerreros, los cuales podremos vincular a nuestro personaje para que obtenga beneficios adicionales. No es que sean especialmente abrumadoras las opciones que tenemos, pero son suficientes para darle ese toque único a nuestro héroe que todos buscamos.
Tal y como hemos dicho antes, al juego donde mejor partido se le saca es en el multijugador, ya que aniquilar monstruos solos es divertido, pero con amigos la diversión se multiplica e incluso se expanden nuestras opciones de combate, ya que muchas habilidades, mejoras y Espíritus de Arma están enfocados en el juego cooperativo. Además, como este puede ser local, online o incluso una mezcla de ambos, poca o ninguna queja tenemos al respecto de cómo se ha implementado su multijugador.
En el apartado técnico tenemos un título, que al menos en PC (la versión a la que hemos tenido acceso), se mueve de forma fluida y se ve bastante bien, con unos escenarios muy detallados, variados, muchos efectos visuales y unos modelados de personajes y enemigos más que aceptable. No es que vaya a exprimir demasiado los equipos más potentes del mercado, pero sí que es muy agradable a la vista.
Eso sí, la versión que hemos podido probar todavía no tiene ni opciones de configuración de vídeo ni de controles (solo hemos podido jugar con mando), por lo que tendremos que esperar a su lanzamiento para descubrir si no se olvidan de todas esas opciones mínimamente exigibles para cualquier jugador de PC (al menos, la posibilidad de jugar con teclado y ratón ya está confirmada).
En cuando al sonido, nos encontramos con una banda sonora de corte épico y con mucho ritmo que se adapta muy bien a todo lo que vemos en pantalla, aunque de momento no nos hemos encontrado con ningún tema que nos haya marcado demasiado, pero como decimos, cumple su papel muy bien. Por otra parte, el doblaje está en inglés (con textos en español) y los actores cumplen su papel de forma meramente funcional y sin deslumbrar en ningún momento. Eso sí, si no tenéis buen oído con el inglés, ya os avisamos que leer las constantes conversaciones que se suceden mientras jugamos puede ser algo bastante caótico.
Como habéis podido ver, por lo que hemos podido jugar hasta el momento, Sacred 3 nos ha gustado mucho y nos lo ha hecho pasar realmente bien. Eso sí, hay que tomarlo por lo que es y no por lo que nos gustaría que fuera. Si esperáis encontrar en él una aventura como lo fue su primera entrega, tenemos que avisaros que os sentiréis muy decepcionados, aunque si simplemente queréis pasarlo bien masacrando hordas y hordas de enemigos en compañía, lo nuevo de Keen Games promete darnos toda la diversión que necesitamos. Mientras tanto, nos tocará esperar al 1 de agosto, fecha en la que se pondrá a la venta, para poder salir de dudas sobre su calidad final y comprobar si es capaz de mantener el nivel durante el resto de la aventura.