Cuando pensamos que un tipo de juegos lo tiene todo en la palestra suele aparecer un título nuevo para desmentirlo. En este caso ocupa nuestro análisis la estrategia de batalla con la Guerra Mundial como punto principal y un juego muy sencillo a la par que entretenido.
Ruse es de aquellos juegos que intentan innovar para hacerse un sitio en el mercado.
Pese a la superpoblación de este tipo de juegos en el mercado, se intenta crear una estrategia de movimientos rápidos en la que podremos ejecutar desde una campaña hasta una partida tipo "host" donde nos enfrentaremos a otros jugadores a través de internet.
La mecánica es sencilla, se trata de montar nuestro campamento a lo largo y ancho de un mapa predefinido que siempre será real. En el caso de la primera versión del juego se ofrece un completísimo mapa de la zona italiana de Sicilia, concretamente en los pueblos de Catalanisetta y Enna, en la que el jugador tiene un tiempo marcado para crear unas instalaciones militares capaces de luchar contra el enemigo. Lo importante es saber crear nuestras unidades rápidamente haciendo un balance de lo que vamos a necesitar para así, mientras seguimos construyendo, atacar primero a nuestro enemigo.
La elección es el puntal del juego. Desde el inicio se nos permitirá elegir un bando entre los aliados, los nazis, Gran Bretaña o la Unión Soviética además de un país oculto que deberemos desbloquear. Una vez empezada la partida dispondremos de veinte minutos para acabar la partida en los que tendremos que distribuir las tareas de construcción y ataque contra el enemigo.
Lo principal será crear nuestras primeras bases y edificios administrativos, que nos darán la oportunidad de crear nuevos ítems. Por ejemplo, la construcción de barracones nos dará la posibilidad de crear unidades de infantería, granaderos y unidades motorizadas. Otras construcciones como las bases de la armada nos permitirán crear unidades de tanque a escoger entre diferentes tipologías según el dinero disponible.
La parte económica se basará en la disponibilidad de algunos edificios que cada cierto tiempo producen activo económico, como por ejemplo los cuarteles generales, que cada cuatro segundos producen un dólar u edificios de oficinas que también nos otorgan un dólar por cada cuatro segundos. La clave está en intentar construir a la vez que atacamos para que nuestro enemigo no consiga acumular mucha maquinaria de guerra.
Lo que más destaca de este título es la gran cantidad de carros de combate, unidades, aviones, bombarderos, jeeps y acorazados que podemos crear. Esta variedad también la encontramos en las edificaciones, que irán desde aeródromos a bunkers pasando por las ya citados acuartelamientos de diferente índole. Los cuarteles principales solo serán el sitio de mando de las sub sedes: bases de la armada, cuarteles secundarios, acuartelamientos de ingenieros, etc.
Una guerra más profunda
La originalidad del mapa, del que podremos escoger el tamaño antes de iniciar la partida, es que se trata de una mesa física dentro de un cuartel. La visión de cámara más lejana nos situará a los pies de una mesa cual Hitler o Churchill para dirigir la gestión completa de nuestro ejército. La recreación de los terrenos es fidedigna a los pueblos reales de la época y nos parecerá estar jugando a la guerra en un mapa como google maps. Los gráficos se han trabajado con grandes resultados y la recreación de las máquinas es también muy fiel a las de antaño.
Una vez creados los diferentes vehículos que utilizaremos para asediar las instalaciones de nuestro adversario llegará el momento de atacar. Una vez en nuestro haber cada máquina permanecerá inmóvil hasta que no le demos una orden concreta, desde cubrir un sector hasta permanecer en un cruce de caminos por donde creamos que va a atacar el enemigo.
El azar jugará muchas veces a nuestro favor y muchas en contra. Para ayudarnos en la planificación del ataque tendremos la ayuda de tácticas que el juego tiene predeterminadas. Las zonas del campo de batalla se han dividido en diferentes sectores por lo que podremos operar sobre uno u otro con estos nuevos ítems denominados "ruse".
El hecho de tener estas "armas" nos permitirá influenciar los diferentes sectores del mapa causando incrementos de poder en la zona para nuestros acorazados, causar fanatismo en nuestras tropas durante cierto periodo corto de tiempo o camuflar a nuestras tropas de forma que el enemigo no las vea aunque esté utilizando sus "ruses".
Otro tipo de acciones son las de espionaje. Dentro del mismo grupo podremos escoger la opción espía, que revelará situaciones de carros de combate y edificaciones, la de "silenciar radio" que inhabilitará las comunicaciones del enemigo durante unos cuantos minutos o la de desencriptar, que permitirá revelarnos las acciones que el enemigo está llevando a cabo, que normalmente no podemos conocer.
Estas acciones las podremos ordenar a lo largo de toda la partida combinándolas con el ataque y la construcción tantas veces como el marcador nos indique. Cabe destacar que Ruse es un juego hecho para mezclar las diferentes posibilidades y que abusar de las armas de espionaje en algunos sectores puede hacer que el jugador deje otras más colgadas. Realmente se ha jugado un buen papel en la distribución del mapa posibilitando unas maniobras que pueden cambiar según el tipo de estrategia que utilicemos. El abuso de una dejará la otra sin cobertura, agujero que si nuestro rival es avispado sabrá aprovechar para destruir nuestras unidades.
Los resultados de la partida se miden según la destrucción que cada jugador produce sobre el rival y la victoria será no para el que tenga más infraestructura tanto edificada como móvil sino en aquel que ocupe más sectores y sepa situar mejor sus recursos. Además de los activos móviles encontraremos otros que serán fijos, es decir, defensas que servirán para controlar un punto concreto como son los cruces de caminos o los almacenes y edificios secundarios que podremos colocar en zonas ya existentes.
En el juego será tan importante saber cubrir y defender nuestras dependencias que saber por dónde atacar a nuestro contrincante. El posicionamiento correcto de los tanques – que son muy lentos al desplazarse – nos permitirá llegar a tiempo o no a algunas actuaciones donde si no tenemos grandes vehículos acabaran tanto con defensa como con edificación.
Otro apartado a destacar es del de la aviación. La construcción de uno o dos aeródromos serán imprescindibles para crear un buen ataque y cobertura aérea. Este edificio será el que nos permitirá crear los aviones – de muchos tipos – que nos permitirán patrullar la zona para defender nuestras zonas de construcción y acceder al campo enemigo.
El juego de cámaras, muy cuidado durante toda la partida, nos permitirá ir de la cámara más lejana, que permitirá ver una oficina con el campo de batalla sobre la mesa hasta la más cercana, que permitirá ver los diferentes pueblos y campos hasta el último detalle. En nuestro caso, podemos navegar por todo el mapa gracias al ratón y el scroll nos permite mover la cámara. Mientras con un zoom amplio podemos ver nuestras unidades tipo ficha al acercarnos pasarán a comportarse como una figura normal en movimiento con todo lujo de detalles.
El hecho de que al escoger uno u otro país cambien las unidades y los tipos de vehículo, es decir, que el estudio haya abandonado la generalización para dar un aspecto fidedigno a las máquinas de guerra de cada país rompe una lanza a su favor y crea en el jugador una sensación de jugar con un producto genuino a la altura de los grandes de la estrategia.
Ubisoft ha hecho un gran trabajo. La guerra ha comenzado y ahora son los jugadores los que tienen que librarla. La existencia de más títulos de este tipo hace que los nuevos juegos tengan que pasar por un largo purgatorio antes de cuajar. El objetivo del estudio es el de llegar a un gran número de jugadores con un juego fácil y atractivo con un multijugador de buena calidad. Tanto gráficos como jugabilidad están a la altura y los acompañan una historia estudiada y reproducida hasta el último detalle, un título a tener en cuenta en el momento de su salida.