Los juegos de rol están viviendo en los últimos años un excelente momento de forma del que se han aprovechado tanto los estudios más importantes como pequeños equipos de desarrollo que han querido dar sus primeros pasos en este género.
Dentro de estos últimos encontramos a Nine Dots, un pequeño equipo de trabajo canadiense que apena cuenta con dos títulos a sus espaldas y que ahora quiere entrar pisando fuerte en el terreno de los juegos de rol de mundo abierto y libertad absoluta con Outward, un atractivo título que hemos podido probar durante unas horas y que nos ha dejado con muy buenas sensaciones, recordándonos a algunos grandes del género mientras añade interesantes mecánicas de supervivencia y un siempre querido modo cooperativo.
Encarnando a un mindundi
Normalmente, en los juegos de rol estamos acostumbrados a tomar el papel de un poderoso aventurero, un elegido de los dioses o la reencarnación de un gran héroe que ha nacido para salvar el mundo y que los bardos canten sus hazañas.
Sin embargo, en Outward somos un mindundi, un simple campesino con una familia que ha contraído una deuda de sangre por la que tiene que pagar, puntualmente, una buena suma de dinero a todo su pueblo por los errores cometidos por su linaje en el pasado, una situación que nos pondrá las cosas muy difíciles desde los primeros instantes de la partida.
De hecho, la aventura comenzará después de que sobrevivamos al naufragio de nuestro barco casi a las puertas de nuestro pueblo, perdiendo todo el dinero que habíamos recolectado para pagar la deuda en el accidente, fracasando desde el inicio y teniendo que empezar de cero ataviado con unas sencillas ropas y teniendo que usar nuestra imaginación para poder comenzar a ganarnos el pan y a revertir nuestra desdichada situación.
Esencia de rol clásico
A los pocos minutos de partida, nos vamos dando cuenta de la apuesta jugable de este título que será, como hemos dicho hace apenas un par de líneas, el de darnos libertad total para movernos por todo el mundo y vivir aventuras lejos del arco argumental principal que, de hecho, también tendrá varios caminos diferentes que recorrer lo que dará a Outward una gran rejugabilidad.
En ciertos aspectos como el desarrollo de misiones y la posibilidad de escoger entre varias ramas diferentes en la historia o la posibilidad de unirte a distintas facciones, el juego nos recuerda, a su manera, a entregas del rol clásico como Ghotic, uno de los títulos más venerados por los amantes del género.
La esencia del rol más clásico también la encontraremos en todo lo que se refiere al combate, la magia y nuestra aspiración por conseguir más y mejor equipo con el que poder enfrentarnos con más posibilidades a los monstruos o bandidos que nos encontraremos explorando el mundo, así como explorar las múltiples mazmorras, ruinas o fortalezas que nos iremos encontrando en nuestra partida.
Un gran mundo que explorar a nuestro antojo mientras luchamos por nuestra superviencia
La libertad casi sin límites que nos ofrece Outward y todos sus componentes de rol clásico no serían nada sin un mapa grande con zonas bien diferenciadas (desde un desierto hasta un bosque pasando por la crudeza del invierno) y un montón de enemigos, mazmorras y lugares que explorar, algo de lo que el juego, al menos tras nuestras primeras horas, parece no estar falto.
Un aspecto interesante es todo lo que se refiere a la supervivencia de nuestro personaje, que podrá enfermar, tener hipotermia o sufrir el castigo del hambre o la sed, por lo que tendremos que procurar tener las provisiones suficientes y el equipo adecuado antes de partir a la aventura.
Por supuesto, también podremos cazar, recolectar frutos y crear nuestras propias armas, ropajes, pociones, medicinas o enseres para aumentar nuestras posibilidades de supervivencia mediante un, al menos en principio, completo sistema de creación de objetos.
Además, nuestra orientación también será puesta a prueba ya que, en el mapa del mundo, no se nos indicará en ningún momento dónde se encuentra nuestro personaje, teniendo que tener en cuenta los puntos cardinales y las grandes torres o edificios que resalten a lo lejos para orientarnos.
Perderse, por lo menos al principio, es algo que puede ocurrir con bastante facilidad y, en nuestro caso, desembocó en una de las aventuras más divertidas que hemos podido vivir en Outward durante nuestras primeras horas de juego.
Después de morir y aparecer en un punto aleatorio del mapa (digamos que, cuando estamos a las puertas de la muerte el juego nos "resucita" de forma ingeniosa), perdimos totalmente la orientación y no tardamos en meternos en un lío siendo asaltados por un grupo de bandidos, eligiendo poner pies en polvorosa ya que, con nuestra salud al límite, pocas posibilidades teníamos de sobrevivir al combate.
En nuestra huida nos encontramos con una gran fortaleza en la que entramos en busca de cobijo, algo que nos iban a dar, aparentemente, sin ningún problema, para descubrir a los pocos segundos que ese cobijo tenía como precio… nuestra esclavitud.
Por suerte, pudimos ingeniárnoslas para realizar todo tipo de trabajos, colarnos en la fortaleza, recuperar nuestro equipo y sobornar a un guardia para lograr escapar mientras nos dábamos cuenta de que, como os dijimos al principio del texto, ni somos unos héroes ni Outward nos lo pondrá fácil en nuestras aventuras.
Todo en cooperativo
Otro de los puntos fuertes del juego, aunque no hemos podido probarlo en estas impresiones, es la posibilidad que Outward nos da de disfrutar de toda la aventura de forma cooperativa, pudiendo reunirnos con un compañero de aventuras para colaborar y tener más posibilidades de sobrevivir.
Este modo cooperativo podrá utilizarse tanto a través de la red, invitando a un amigo a nuestra partida, como de forma local con la correspondiente pantalla partida que tanto echan de menos algunos de los amantes de los juegos de cooperación.
Una buena apuesta para el aficionado del rol
Hemos disfrutado durante unas pocas horas y, de momento, nos ha gustado lo que hemos visto a pesar de que hemos detectado algunos pequeños errores técnicos (hay que tener en cuenta que falta un mes para su lanzamiento) y también algunos pequeños fallos a nivel narrativo que serán algo más difíciles de corregir.
A pesar de esos errores, el juego nos ofrece un rol con sabor a la vieja escuela que nos ha recordado a Ghotic u otros clásicos del género, dándonos la libertad que todo gran juego de rol se merece para tomar nuestras propias decisiones, acertar o equivocarnos y vencer o morir.
La libertad de acción y los distintos caminos que podemos escoger en la historia principal, muy diferentes los unos de los otros (lo que harán que el título sea altamente rejugable) se unen a unas completas mecánicas de supervivencia mediante las que tendremos que comer, beber, combatir el calor o el frío y tratar nuestras enfermedades si no queremos morir a manos de la naturaleza en lugar de sufrir una muerte "heroica" frente a un enemigo.
Otro punto a destacar es el modo cooperativo, tanto online como cooperativo con pantalla partida, que nos permitirá disfrutar de toda la aventura en compañía de un amigo con el que explorar todo el mundo que nos ofrece Outward.
Evidentemente, aún nos quedan muchas horas de juego por delante para saber en qué se queda Outward pero, al menos de momento, pese a que creemos que no será un referente del género, sí que tiene pinta de tratarse de un juego entretenido, adictivo y satisfactorio que gustará a todos los aficionados a los juegos de rol, sobre todo si vienen de la vieja escuela. Se pondrá a la venta el 26 de marzo en PC, PS4 y Xbox One.
Hemos realizado estas impresiones en PC con un código que nos ha proporcionado por Koch Media.