La saga OPUS no es particularmente popular, pero cuenta ya con varios juegos a sus espaldas, generalmente, bien acogidos por su público. Quizás, la mayor barrera que ha experimentado hasta la fecha es que jugablemente pueden ser un tanto limitados, incluso arcaicos para algunos, y con esta nueva entrega busca, nunca mejor dicho, alcanzar una nueva dimensión para ofrecer un título mucho más accesible a los mandos que pueda llegar a un nuevo público. ¿Lo conseguirá? Os contamos qué nos ha parecido nuestro primer contacto con ella.
Una experiencia tan onírica como misteriosa
OPUS: Prism Peak es una aventura narrativa en tercera persona con un importante enfoque en la fotografía y la exploración. La historia nos pone en la piel de un fotógrafo que, perdido por accidente, busca volver a casa, y deambula por un mundo habitado por seres oníricos, conectados de alguna manera a las fotografías que podemos tomar. Al parecer, la humanidad desapareció hace mucho, y solo quedaron los espíritus de los animales que aún rondan sus ruinas, quienes creen que podrán seguir existiendo si capturan los momentos de los demás. De igual modo, a demo nos presentó a la que parece ser nuestra compañera de aventuras, una joven igualmente enigmática que, de alguna manera, sabe hacia dónde ir.
En la breve demo que hemos probado, hemos podido ver la introducción del juego, que nos presenta al protagonista, justo antes de saltar a un tramo bastante más avanzado, donde únicamente armados con nuestra cámara, tenemos que explorar una estación de tren aparentemente abandonada. Aquí hay un enorme salto temporal, y ya estamos acompañados de la mencionada joven, perdidos, intentando averiguar qué ha pasado. Todo fue un poco abrupto, y nos habría gustado más descubrir cómo hemos llegado hasta aquí, pero entendemos que al ser un título donde la historia tiene tanto peso los desarrolladores haya preferido llevarnos a un tramo donde explorar sus mecánicas jugables sin destripar mucho.
Centrándonos en esto, es un título igualmente extraño. Básicamente, estamos «atrapados» en una zona limitada –en este caso, la mencionada estación de trenes– donde podemos explorar el entorno, que nos dará pistas sobre la historia, hacer fotos, e interactuar con un par de objetos y personajes. En este caso, una especie de animal fantasmal que, tras una charla con nosotros y, por supuesto, una fotografía, se dispondrá a ayudarnos para que podamos coger el tren.
Así, lo que hemos podido experimentar se limita a encontrar la fotografía necesaria para progresar, y presentársela al personaje u objeto de turno. No es particularmente difícil, y es más un mecanismo para guiarnos por la historia que nos quiere contar. Hay un mínimo de «habilidad», por decirlo de alguna manera, que nos obliga a hacer las fotos centradas o desde un ángulo concreto, pero no esperéis demasiado desafío.
Una vez completada la «misión» –repetimos, coger el tren–, el juego nos llevó a una zona más extraña que, entendemos, representaba la mente del fotógrafo, donde teníamos que explorar una zona que cambiaba a nuestras espaldas mientras intentábamos organizar nuestros pensamientos. Qué le pasaba a los personajes que habíamos conocido, por qué actuaban de una manera u otra... e incluso organizar algunas de nuestras fotos, todo ello en una especie de diario. Esto, que no deja de ser otra tarea sencilla, funciona muy bien para ir atando cabos en la historia que, claramente, es el pilar principal de la aventura.
Un bonito mundo animado
OPUS: Prism Peak es un juego muy sencillito en lo técnico, pero muy bonito. Como podéis ver en las imágenes, apuesta por un estilo anime muy elegante, donde la sencillez juega a su favor. La versión que hemos podido probar, en PC, no tenía ningún tipo de opciones de configuración, pero como os podéis imaginar se movía sin problemas. Se nota que es un juego con presupuesto limitado, pero también se nota que está hecho con mucho cariño en las animaciones, e incluso la dirección artística, que sabe hacer mucho con muy poco.
Lo sonoro nos ha parecido bastante más discretito. Es cierto que apenas hemos tenido tiempo para apreciar la música o incluso las actuaciones, algo que en una aventura con tanto peso narrativo va a tener muchísima importancia, pero por ahora creemos que, desde luego, cumple su trabajo con creces. También habrá que ver la traducción, ya que llegará con textos en nuestro idioma.
Uno de esos juegos que nos dejan con más preguntas que respuestas
Llevamos ya muchos años analizando juegos y, generalmente, tras probar uno podemos hacernos una idea de hacia dónde va a tirar. Con OPUS: Prism Peak, esta demo nos ha dejado con más preguntas que respuestas. No creemos que sea un juego para recomendar a los amantes de la fotografía, pero sí a quienes disfrutan con las llamadas historias de realismo mágico, donde podemos tomar decisiones y descubrir más sobre el pasado de nuestro protagonista, sus arrepentimientos y cómo aprende a vivir con sus errores. Si esto os llama la atención, ponedlo en vuestra lista de deseados.
Hemos realizado estas impresiones tras probar una demo en PC con un código proporcionado por Dead Good Media.























