Hace ya 12 años que TaleWorlds Entertainment publicó el primer Mount & Blade, un juego de acción y rol medieval que fue evolucionando con el paso de los años para convertirse en uno de los títulos más populares de PC, publicando una expansión en 2010 y regresando ahora con una segunda entrega, Mount & Blade II: Bannerlord, que acaba de ser publicada en la plataforma de acceso anticipado de Steam convirtiéndose en el lanzamiento de mayor éxito en 2020 de la plataforma de descargas de Valve.
En Vandal hemos podido jugar unas horas a esta segunda entrega, iniciando una aventura en un mundo medieval cruel y despiadado en el que podemos hacer, literalmente, lo que nos dé la gana, viviendo mil y una aventuras de forma totalmente libre mientras cazamos bandidos, comerciamos, nos aliamos con una de las facciones para conquistar el mundo o decidimos levantar nuestro propio imperio.
Gameplay comentado
Libertad desde el creador de personajes
La campaña empieza por donde debe todo juego de rol, por un extenso creador de personaje en el que elegimos la procedencia de nuestro protagonista, así como su aspecto físico y también definimos cómo ha sido su vida hasta ahora, con una serie de preguntas y respuestas que, en función de lo escogido, alteran las características del protagonista de una u otra forma. ¿Nos hemos criado como los hijos de un herrero y hemos dedicado buena parte de nuestra vida al comercio o hemos estado buena parte de nuestra vida rodeados de naturaleza para posteriormente recibir un entrenamiento en la milicia? Nosotros escogemos.
Tras crear nuestro personaje y escoger la dificultad del juego en diferentes aspectos podemos o bien completar un tutorial bastante recomendable tanto para novatos como para veteranos o, simplemente, adentrarnos sin más dilación en la aventura, creando nuestra propia familia escogiendo su nombre y su escudo para empezar a recorrer el mundo de una ciudad a otra, de un poblado a otro mientras nos vamos encontrando con distintos personajes y peligros.
Vive la vida medieval como quieras
Mount & Blade II: Bannerlord es un sandbox con muchos toques de simulación, rol y acción que es tan denso como lleno de posibilidades y satisfactorio, permitiéndonos vivir una vida medieval como queremos, sin imponernos ningún tipo de avance o aproximación a la aventura y, de hecho, no teniendo un orden prestablecido para superar las misiones más allá del número de nuestras fuerzas o nuestra riqueza.
Al principio del juego comenzamos en solitario y, a medida que avanzamos, vamos sumando dinero y unidades a nuestra familia o casa, reclutando tropas en diferentes poblados, compañeros de armas o incluso capturando prisioneros y ofreciéndoles pasar a formar parte de nuestro cada vez más extenso ejército con aspiraciones a conquistar este cruel mundo medieval lleno de pillaje, malhechores y personas sin escrúpulos total de llenar sus propias arcas.
El sistema de combate es bastante profundo, teniendo que dirigir el ratón de una u otra forma para golpear con la espada, la lanza o para protegernos, además de poder controlar nuestras tropas con total libertad en el campo de batalla, eligiendo su formación, sus movimientos, el momento en el que cargar contra el enemigo o, si lo preferimos, dejando que nuestras unidades decidan por sí solas lo que hacer en cada momento.
Como decimos, la aproximación de la campaña es totalmente libre y el combate es bastante denso y algo difícil de dominar, por lo que nuestra primera aventura con el juego comenzó optando por una vía de comerciante, realizando viajes para comprar y vender mercancías entre diferentes ciudades aprovechándonos de la demanda y de la producción de cada una para sacar un buen pellizco por cada oliva o tabla vendida.
Gracias a esto pudimos ir ganando una buena suma de monedas de oro y, con ellas, ir mejorando nuestro equipo y reclutando tropas para nuestro grupo (poderoso caballero es don dinero) para, cuando teníamos una cantidad de tropas suficiente, ir enfrentándonos contra diferentes forajidos que siempre estaban en inferioridad numérica para mejorar nuestra fama y aumentar nuestra pericia en combate (tanto la de nuestro personaje como la nuestra propia, como jugadores).
Todavía nos queda mucho que explorar de esta campaña, ya que puede ofrecer muchísimas horas de diversión pero, de momento, los combates a pesar de que son difíciles de dominar nos parecen una delicia, la libertad que nos deja para plantear nuestra vida medieval como queremos es única y, en general, estamos muy contentos con nuestras primeras aventuras en Mount & Blade II: Bannerlord.
Épicas batallas medievales en su multijugador
Si con la libertad de la campaña y las decenas de horas de entretenimiento que puede darnos no tenéis suficiente, Mount & Blade II: Bannerlord también cuenta con un modo multijugador con distintos modos de juego entre los que brilla con luz propia Asedio, un modo que recrea los asedios medievales y en los que se enfrentan 60 jugadores contra otros 60 en una batalla de lo más épica con máquinas de guerra y mucha acción.
Además, también podemos encontrar un modo Capitán en el que podemos controlar una unidad de tropas mientras conquistamos diferentes puntos de un campo de batalla o Escaramuza en el que tendremos que colaborar con otros jugadores para ir progresando y mejorando nuestro personaje mientras intentamos acabar con la moral o todas las fuerzas del bando enemigo.
Mods, música, gráficos…
Pasando a hablar del juego a nivel técnico, Mount & Blade II: Bannerlord no es puntero a nivel gráfico en cuanto a las unidades o al aspecto estético, aunque a nivel artístico las ciudades y los diferentes parajes están muy bien diseñados. No emplear demasiada carga gráfica se deberá, seguramente, a la gran cantidad de unidades que se ven en pantalla sin que se pierda un solo ápice de fps en el juego, con un trabajo de optimización que, al menos con nuestro equipo con gráfica NVIDIA GeForce RTX 2070 Super, procesador Intel Core i7-7700K y 16 GB de RAM solo podemos definir como bueno para tratarse de un early acces.
Nos hemos encontrado con algunos bugs en la carga de texturas y a la hora de controlar nuestras unidades en una misión en concreto, pero en ningún momento hemos visto fallos demasiado graves sobre todo si tenemos en cuenta que no estamos ante la versión final del título.
En cuanto al sonido, la música de Mount & Blade II: Bannerlord es una delicia y la recreación del sonido de las fechas, el choque de las espadas y los distintos sonidos nos parece bastante buena. Hay que decir, eso sí, que Tanto las voces como los textos del juego están en inglés y que, al menos de momento, no llegan en castellano, aunque es probable que lo hagan en un futuro, ya que la primera entrega sí acabó recibiendo textos en nuestro idioma.
Mientras tanto y ya enlazando, tendremos que conformarnos con una traducción hecha por fans que nos llegará en forma de mods porque, otros de los detalles interesantes de este nuevo Mount & Blade es que tendrá compatibilidad total con mods de la comunidad que podrán dar rienda suelta a su imaginación con el título.
Una satisfactoria y cruel vida medieval
Nos lo hemos pasado en grande jugando nuestras primeras horas a Mount & Blade II: Bannerlord. Es un juego denso que requiere que nos tomemos su tiempo para aprender sus mecánicas y dominarlo pero, en cuanto nos empezamos a sumergir en su mundo, es uno de esos sandbox que atrapa, que nos da libertad total para vivir nuestra propia aventura y que nos ofrece cientos de horas de diversión a la par que no tiene piedad si no dominamos sus mecánicas de combate.
Tenemos muchas ganas de ver cómo evoluciona el acceso anticipado de Mount & Blade II: Bannerlordd pero, por lo que hemos visto hasta ahora, los fans de la entrega anterior van a poder disfrutar de una secuela a la altura y todos aquellos que quieran disfrutar de un auténtico robavidas en los tiempos que corren van a tener una experiencia muy satisfactoria.
Hemos realizado estas impresiones gracias a un código proporcionado por TaleWorlds Entertainment.
