No es la primera vez que vemos la legendaria figura del Minotauro en un videojuego, pero pocas veces se había visto al monstruo de la mitología griega en un concepto jugable tan apropiado, además de inteligente. Hemos jugado a Minos y nos ha fascinado su planteamiento roguelike apoyado en la simple pero potente idea de gestionar nuestros propios laberintos para acabar con todo aquel que se atreva a profanarlos.
La clave se encuentra en diseñar y modificar una serie de escenarios que se van sucediendo a medida que vamos logrando más y más victorias. Derribando muros y colocando otros establecemos el camino que seguirán nuestras víctimas.
Es posible dirigirlos directamente a trampas mortales, o directamente hacer que lleguen hasta nuestras manos una vez hayan agotado todas sus fuerzas y solo tengamos que rematarlos.
El maestro de los laberintos
Uno de los aspectos que más nos han gustado es que es un título profundamente estratégico. Al principio de cada laberinto tienes tiempo ilimitado para planificarlo todo. Sabrás desde donde vienen los enemigos, si son espadachines, arqueros o soldados equipados con enormes escudos. Esto determinará tu estrategia, ya que no dispones de recursos infinitos. Por cada ronda solo puedes activar un número de trampas, y además no siempre donde quieras, sino en los espacios habilitados.
Estas limitaciones ponen en marcha tu ingenio, tu capacidad para establecer cuál es la ruta más eficiente para que acaben todos muertos. Puedes colocar letales ballestas, puertas que se derrumban sobre sus cabezas, trampas incendiarias, estatuas que los atraen a un destino fatal y trituradoras camufladas bajo tierra. A medida que juegas, vas conociendo más de estos mortales dispositivos, los cuales suponen parte importante de la diversión. Descubrirlos y sacarles partido es de lo más satisfactorio.
El avance a través de niveles se basa en proponerte varias opciones entre las que escoger. Puedes optar por niveles más amplios o estrechos, algo que va a predeterminar la manera en que proceder. Y es interesante, porque incluso en esta decisión hay una componente táctica. Eso por no mencionar el sistema de progresión, que está basado en obtener puntos de experiencia e invertirlos en mejoras de salud para tu Minotauro, o también en su capacidad de ataque.
Porque esto no te lo hemos dicho, pero aparte de colocar trampas, manejas al Minotauro en cada partida. Los humanos que vienen a asaltar tu santuario realmente van a por ti, y en cuanto te descubran atacarán sin piedad. No obstante, tu personaje es tremendamente poderoso y es capaz de defenderse, aunque si te encuentran en superioridad numérica tendrás poco que hacer. Ahí está la magia de planificar bien la jugada y evitar que lleguen a alcanzarte. Es mucho mejor que caigan en las trampas, aunque si alguno sobrevive siempre podrás rematarlo. Cada laberinto se plantea por tanto como un pequeño puzle en que tú eres la mente pensante detrás de cada partida: el game master por así decirlo.
Pero todo tiene una contrapartida, y estás precisamente ante un roguelike. Por ello, cuando Asterión (el verdadero nombre del Minotauro) cae derrotado, es inmediatamente revivido pero con varias penalizaciones. Perdemos todas las gemas y oro, que resultan útiles para comprar trampas adicionales en cada nivel, además de los elementos de forja. También volvemos a la menor de las profundidades. Pero hay algo que se mantiene, que es la experiencia acumulada, así como los desbloqueos que hemos conseguido hasta ese entonces.
Por ello, no lo hemos sentido como un castigo demasiado elevado, sino bastante justo y que incentiva a seguir intentándolo. El objetivo final consiste llegar a la profundidad 20, derrotando a todos los invasores que nos vayamos encontrando. Sus oleadas son cada vez más intensas y con unidades mejor preparadas, así que el reto es incesante a medida que pasan las horas.
En definitiva, nos ha resultado interesante el planteamiento de Minos, pero esto era solamente era una demostración jugable y tendremos que esperar hasta que se produzca el lanzamiento. Está desarrollado por la compañía polaca Artificier, que forma parte de Devolver Digital. Aparecerá en PC en un momento todavía por concretar, probablemente a lo largo del próximo 2026.
Hemos realizado estas impresiones con un código de descarga para PC que nos ha ofrecido Cosmocover.






















