Ya han pasado casi tres años desde que nos aventuramos por segunda vez en las tierras de Tyria gracias a Guild Wars 2. Durante este tiempo, hemos vivido todo tipo de aventuras junto a otros jugadores, pero si hay una faceta del juego con la que realmente nos hemos divertido, esa es sin duda su vertiente PvP. Ya sea en las grandes batallas masivas de Mundo contra Mundo o en los campos de batalla, combatir contra otros usuarios es una de las experiencias más divertidas de Guild Wars 2.
Por eso, cuando se anunció que Heart of Thorns, su primera expansión, incluiría entre sus novedades un nuevo modo de juego PvP llamado Fortaleza, a pocos pilló por sorpresa, ya que estaba claro que ArenaNet aprovecharía la ocasión para mejorar y expandir uno de los puntos fuertes de su juego estrella.
La semana pasada se celebró una gran beta pública de 24 horas que permitió probar esta modalidad en uno de sus nuevos mapas exclusivos, El Crepúsculo del Campeón, a todos los usuarios que se conectaron al título, y nosotros tuvimos la ocasión de jugar varias partidas con sus desarrolladores y con algunos compañeros de prensa, lo que nos ha permitido hacernos una buena idea de lo que ofrecerá.
Fortaleza nos ofrece una batalla entre dos equipos de jugadores con un objetivo bien claro: eliminar al Señor del clan enemigo.
Como siempre, esto es algo más fácil de decir que de hacer, ya que para alcanzar este objetivo primero nos tocará superar las defensas del contrario a la vez que evitamos que caigan las nuestras, por lo que el juego en equipo y una buena organización es aquí más importante que en cualquiera de los otros modos, especialmente cuando nos damos cuenta de que hay multitud de objetivos de los que tendremos que estar pendientes.
El mapa en el que jugamos se divide en dos carriles distintos. Cada uno de ellos guía hacia la base contraria, defendida por varias puertas, soldados y jugadores enemigos. Si bien podemos avanzar simplemente matando jugadores enemigos y guardias (lo que también nos dará puntos), si solo nos dedicamos a ello lo más probable será que acabemos sufriendo una amarga derrota.
Una de las claves de este modo es que podemos generar unidades adicionales para que nos ayuden a presionar por nuestro carril. Para ello, tendremos que ir al centro del mapa a conseguir recursos, aunque mucho cuidado, ya que el punto de recogida es el mismo para ambos equipos y necesitaremos unos segundos sin que nos aturdan o interrumpan para hacernos con ellos. Una vez los tengamos, tendremos que ir a la muralla de nuestra fortaleza para invertirlos, donde nos encontraremos con dos puertas distintas.
Dependiendo de la puerta que toquemos, generaremos arqueros o destrozapuertas. Los primeros son especialmente efectivos contra los guardias rivales y conseguirán eliminarlos en segundos si les damos algo de apoyo, mientras que los segundos, tal y como su propio nombre indica, tienen la función de destrozar las puertas de la fortaleza enemiga y así ayudarnos a abrirnos camino por sus defensas. Eso sí, esta unidad no puede defenderse y tendremos que escoltarla.
De esta forma, nos tocará decidir quiénes atacan para presionar, quiénes defienden y quiénes se ocupan de conseguir suministros para generar más unidades. Además, como podréis imaginar, no siempre podremos mantener la misma estrategia, por lo que muchas veces nos tocará desviar efectivos de un sitio para apoyar a otro, tender alguna que otra emboscada, etcétera, según lo requiera la situación.
Para darle algo más de emoción a la batalla, cada equipo cuenta con un gigantesco trebuchet que se puede utilizar tanto para atacar como para defender, aunque este puede ser también destruido por los rivales. La buena noticia es que podremos repararlo instantáneamente usando suministros, aunque si no disponemos de ellos se acabará regenerando con el paso del tiempo. En las partidas que jugamos, los trebuchets no se usaron demasiado, aunque los pocos momentos en los que supimos sacarles partido marcaron la diferencia.
El último elemento diferenciador de este modo lo tenemos en los Héroes. Estas unidades son, con diferencia, las más temibles que se pueden generar, ya que son capaces de aplastar las defensas del equipo contrario con una facilidad pasmosa como no se las detenga a tiempo, aunque hacerse con un héroe no es una tarea nada sencilla.
Cada cierto tiempo, una esencia de niebla comenzará a generarse en uno de los dos puntos claves del mapa (o incluso puede que en los dos a la vez). Una vez pasen 30 segundos desde que empezó a generarse la niebla, tendremos la oportunidad de tocarla para realizar un hechizo de invocación que generará a un héroe para que se una a nuestra causa. Hacer esto es una tarea que nos llevará 10 segundos y que, evidentemente, puede ser interrumpida por el equipo rival, de modo que os podéis hacer una buena idea de las batallas campales que llegan a tener lugar cada vez que toca ir a por un héroe, ya que estos se convertirán en nuestra mayor prioridad.
También hay que destacar que los Héroes son especialmente efectivos contra los Señores enemigos, de modo que si conseguimos que uno llegue hasta el comandante del equipo contrario, este podrá desatar su ataque definitivo para acabar con él, aunque dicho ataque puede ser interrumpido por los rivales si consiguen estarse atentos.
La primera partida que jugamos en Fortaleza fue un auténtico caos y no conseguimos enterarnos muy bien de lo que estaba pasando en el campo de batalla ni de lo que teníamos que hacer, ya que no nos organizamos demasiado bien, aunque a partir de la segunda y ya con todo bastante más claro, con una estrategia bien definida y con nuestros objetivos y puntos de interés bien localizados, las cosas cambiaron considerablemente y empezamos a disfrutar de verdad de este nuevo modo.
Cada batalla tiene una duración aproximada de 15 minutos y nos lo pasamos genial organizándonos con nuestros compañeros, desarrollando estrategias al vuelo para adaptarnos a lo que iba sucediendo durante la partida, abriéndonos camino hacia la base del equipo contrario y, sobre todo, pegándonos de tortas contra nuestros enemigos.
Es un modo muy ágil, rápido, frenético y que requiere de mucho trabajo en equipo, por lo que no tenemos demasiado claro cómo de divertido va a ser de jugar con desconocidos, un problema que arrastra de los MOBA, género en el que se inspira ligeramente esta modalidad. Eso sí, preparad un grupo organizado con gente de vuestra hermandad y chat de voz, y os lo pasaréis en grande, ya que nos ha parecido una fantástica inclusión que aporta una nueva forma más estratégica y divertida de disfrutar del PvP de Guild Wars 2.
Estamos deseando ver cómo serán el resto de mapas de este modo y si incluirán características únicas que los diferencien de Crepúsculo del Campeón, pero, de momento, tenemos aquí un buen motivo para hacernos con Heart of Thorns cuando se ponga a la venta este año. Y todo ello sin olvidarnos de las nuevas zonas, las nuevas aventuras, la nueva profesión y el resto de novedades que nos esperan.