El lanzamiento hace unos años de Virtua Tennis abrió de nuevo un mercado que parecía condenado a la desaparición: el de los juegos de deportes que no estuviesen incluidos en lo habitual. El tenis no es un deporte poco conocido ni poco practicado, pero en el mundo de los videojuegos ningún juego había tenido el seguimiento y el éxito que alcanzó en su día el Virtua Tennis de Hitmaker. Se ha abierto la veda, y deportes que anteriormente tenían una representación casi nula en el mundo del videojuego han empezado a plasmarse en discos redondos y brillantes de varios centímetros de diámetro y elevado PVP recomendado. Esperando hacerse un hueco en el ocupado lector de GODs de la GameCube llegará Beach Spikers, un juego de Volley Playa, conversión de recreativa, que viene directamente de AM2, el mejor estudio de desarrollo de Sega.
Y el haber visitado antes los arcades puede ser una de las razones de un posible éxito del juego en Japón y en el resto del mundo, y además es lo que permite que podamos ofreceros una avance en profundidad de un título que pese a su aparente simplicidad tiene una capacidad de diversión impresionante, cosa que por otra parte no sorprende, viniendo de quien viene.
Beach Spikers utiliza el esquema "cuanto menos botones mejor" de la mayoría de juegos de la placa Naomi, y su manejo resulta insultantemente simple: con el joystick y dos botones estaremos servidos y rematados para hacer frente a otras selecciones y hacerles morder la arena a base de bloqueos y smashes (o spikes). Las reglas del volley playa son muy sencillas: dos jugadores por equipo, tres toques a la pelota por posesión y ningún toque consecutivo por parte de un jugador; si el balón toca el suelo de un equipo, el punto es para el equipo contrario. Con estas simples premisas nos introduciremos en unos partidos de volley playa muy divertidos, en los que con ese sencillo esquema de control y una jugabilidad excelente, podremos hacer virtualmente de todo con el balón de volley.
El desarrollo de los partidos se puede explicar fácilmente: la jugada empieza con el saque de un equipo, que se hace pulsando el botón en el momento adecuado para fijar la potencia y ajustando el tiro con el stick de control; el otro equipo, a través de una de sus jugadoras, tendrá que recibir. Para las recepciones y para todos los movimientos que no sean mates, tendremos un círculo que nos indica donde va a caer la pelota, y cuanto más dentro del círculo estemos, mejor será nuestra recepción; para recibir sólo tendremos que pulsar el botón A (fuerte) o B (débil), y ajustar la dirección del golpeo a donde nosotros deseemos; el segundo movimiento será típicamente el de colocarle el balón a la otra jugadora para que remate, siguiendo el mismo esquema anterior; el remate, al fin, se hará automáticamente, teniendo que fijar nosotros la potencia del disparo (el límite ideal variará según la disposición de los contrincantes) y pudiendo dirigir más o menos el balón hacia el campo contrario. Sin embargo, nuestros rivales no estarán ociosos e intentarán bloquear nuestros disparos (al igual que nosotros en la situación inversa), y tendrán varios movimientos para intentarlo (alto, bajo, especial). Nosotros también podremos hacer tres remates: el fuerte, el débil, y el "buscando el toque del rival" con los botones A+B. Por último, para engañar al rival es posible lanzar la pelota al campo contrario antes del remate pulsando los botones A+B.
Eso, y apenas nada más, es todo lo que hay que saber para jugar a Beach Spikers, que pese a tener este sistema tan sencillo encierra una profundidad digna de un juego supervisado por Yu Suzuki. Con estos simples movimientos basta para crear unos geniales partidos de volley playa, en los que la pelota irá de campo a campo buscando el suelo continuamente, y el juego adquiere un ritmo casi frenético. Beach Spikers es muy fácil de dominar en un principio; se trata de mover a las jugadoras rápidamente al lugar indicado, crear una jugada peligrosa y rematar bien (una barra de energía que se llenará a toda velocidad y que tendremos que parar en el mejor momento); sin embargo, tardaremos mucho más tiempo en saber qué jugada es la ideal en cada momento, en rematar de forma que al contrincante le sea más difícil salvar la pelota, en bloquear correctamente y, en definitiva, a utilizar nuestras posesiones con inteligencia para hacernos con el punto. Como habréis adivinado, nosotros sólo controlaremos a una jugadora en un determinado momento, mientras que la otra se moverá según una inteligencia artificial bastante lista; el único fallo que se puede notar es que, al ser automático el cambio de jugadora, cuando las dos están muy cerca del balón podemos confundirnos (ya que cambia a la jugadora que esté más cerca, y puede oscilar de una a otra) y que la pelota acabe cayendo al suelo.
A nivel gráfico, la versión arcade utiliza la placa Naomi 2 y la versión GameCube estará a la altura de ésta, como ya ocurrió con Virtua Striker 3. Beach Spikers no llama demasiado la atención gráficamente: las jugadoras tienen unas proporciones normales y AM2 no utiliza los pechos saltarines como reclamo visual. Las animaciones son más que correctas, y el único alarde tecnológico es el comportamiento de la arena, que se verá afectada por nuestras caídas y planchazos.
Beach Spikers acaba de salir en Japón, y llegará a España el día 13 de Septiembre distribuido por Infogrames. El no contar con la publicidad y nombre de otros títulos puede afectar a este desarrollo de Sega, y aún más considerando que su lanzamiento es muy cercano al de Super Mario Sunshine. Si AM2 traslada bien la jugabilidad del arcade e incluye los suficientes modos de juego para alargar la duración, podríamos estar ante uno de los juegos de deportes más divertidos de este año, y aún más teniendo en cuenta que parece hecho a medida para cuatro jugadores.
