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Fecha de lanzamiento:
WiiU:
Switch:
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: Retro Studios
Producción: Nintendo
Distribución: Nintendo
Precio: 47,95 €
Jugadores: 1-2
Formato: Wii U Optical Disc
Textos: Español
Voces: No
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ANÁLISIS

Impresiones Finales Donkey Kong Country: Tropical Freeze

Donkey Kong vuelve acompañado de Diddy, Dixie y Cranky en un plataformas tan desafiante y divertido como su predecesor, pero más bonito si cabe gracias a la alta definición.
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Actualizado: 21:31 17/8/2020
Versiones Wii U, Switch. También disponible en Nintendo Switch.

Con Donkey Kong Country: Tropical Freeze nos encontramos ante un caso parecido al de Super Mario 3D World. Un juego anunciado en el E3, que no era lo que se esperaba, pero que finalmente acabó callando cualquier crítica y convenciendo a todos, gracias a una calidad indiscutible. Era un secreto a voces que Retro Studios, los creadores de la trilogía Metroid Prime, iban a presentar su nuevo juego en el pasado E3, creándose grandes expectativas que se vieron insatisfechas al comprobar que "solo" se trataba de una secuela directa de Donkey Kong Country Returns, el sobresaliente juego para Wii de 2010.

Aparentemente sin demasiadas novedades, ni en lo visual ni en lo jugable, nadie dudó de que estaríamos de nuevo ante un gran plataformas, pero esperábamos algo más ambicioso por parte de Retro Studios. Esto al final va a jugar a favor de Donkey Kong Country: Tropical Freeze, ya que hace unos días fuimos a jugar sus primeras horas sin demasiadas expectativas, y nos dio un contundente bofetón con su derroche de virtudes: divertido, bonito, adictivo, simpático, desafiante, largo y completo, un plataformas sobresaliente, que va a enamorar a los fans del género.

Lo primero que sorprende es su apartado gráfico, mucho mejor de lo que puede parecer en pantallas y vídeos a través de internet. Es cierto que aparentemente luce muy similar al juego de Wii de hace tres años, pero a su cuidada estética y enorme colorido la alta definición le sienta fenomenal, y los escenarios están mucho más vivos, llenos elementos en movimiento y con los que podemos interactuar, y hasta el pelaje de Donkey Kong y compañía está realizado con sorprendente detalle y mimo. Los 60 fotogramas por segundo son sólidos como una roca, y estamos fácilmente ante uno de los juegos en dos dimensiones más bonitos que hemos visto nunca, una afirmación que puede sonar exagerada, pero que podréis comprobar en vuestras casas dentro de muy poco.

Evidentemente la mayor virtud de Donkey Kong Country: Tropical Freeze no son sus gráficos, sino su apartado jugable, que como podéis imaginar, y siguiendo la línea de Donkey Kong Country Returns, es simplemente fantástico. Seguimos teniendo las mismas acciones que en el juego de Wii, pero corrigiendo un error de aquel, ya no hace falta agitar el mando para rodar, lo podemos hacer pulsando un botón, lo que es mucho más fiable. También de manera acertada desde el principio podemos elegir con qué mando queremos jugar –GamePad, Wii U Pro Controller, mando de Wii-, ya que la pantalla del mando de Wii U no se usa para nada, y más vale que estemos cómodos, porque el desafío que nos espera es de órdago.

Ya en el primer mundo superar ciertas situaciones o conseguir algunos secretos nos costará lo suyo, y en el segundo mundo la dificultad no deja de subir y las pasaremos canutas en más de una ocasión, no queremos imaginar lo que no esperar en los mundos más avanzados… Estamos ante un juego descaradamente difícil, muy desafiante, pero a la vez amable, evitando, como en todo buen juego de Nintendo, la frustración. A poco que exploremos los escenarios conseguimos abundantes vidas, y durante los niveles –que son sorprendentemente largos- hay varios puntos de control, a veces hasta tres o cuatro.

La dificultad no está solo en superar las fases, también en encontrar los secretos que estas esconden, como las cuatro letras de la palabra KONG, o los distintos trozos de una pieza de puzle, de cantidad variable. Como en los Super Mario Bros. de toda la vida, en los escenarios también encontramos caminos ocultos que nos llevan a niveles secretos, por lo que hay que estar atentos a cualquier detalle que nos pueda estar revelando uno de estos camino. Especial mención merecen los jefes finales, largos, elaborados y muy difíciles, ya el del segundo mundo os lo hará pasar muy mal.

La mayor novedad jugable la ponen, además de los enemigos, un elenco totalmente nuevo y muy simpático de morsas y pingüinos vikingos, los nuevos personajes de la familia Kong que acompañan a Donkey. Diddy Kong vuelve a repetir aparición, con su barril a reacción que nos permite planear unos valiosos metros en el aire, pero también se suman a la función Dixie Kong y Cranky Kong, que cambian sustancialmente las mecánicas jugables. La primera además de atacar con sus coletas a los enemigos, puede planear unos segundos y dar un pequeño empujón final hacia arriba, lo que nos permite alcanzar una altura extra que en más de una ocasión nos salvará el pellejo.

Cranky Kong por su parte cuenta con un bastón que usa a modo de pogo saltarín, exactamente igual que el Tío Gilito en Ducktales, lo que sirve para derrotar enemigos, alcanzar lugares elevados, e incluso rebotar sobre superficies de pinchos, por lo que su presencia en algunas fases será casi imprescindible. Todas las fases se pueden superar con Donkey Kong en solitario o este más alguno de sus familiares, pero está claro que para ciertos segmentos es mejor contar con determinada ayuda, y así nos lo dejan bien claro colocando el barril pertinente en determinados lugares.

En otros momentos nos dejan a nuestra elección qué compañero queremos tener, y hay unos barriles en los que van rotando los nombres de los tres personajes, y dependiendo del momento en el que lo rompamos, aparecerá Diddy, Dixie o Cranky. El planeo del joven mono, el empujón final de ella o el pogo del anciano, cambian de manera sorprendente la manera de jugar, y nos tenemos que adaptar constantemente a las particularidades de los personajes, lo que le da un toque de profundidad jugable que no tenía el anterior Donkey Kong Country Returns.

Sigue habiendo espectaculares fases sobre raíles, a bordo de una vagoneta, que exigen precisión y nervios de acero, vuelve el simpático Rambi, con el que podemos romper ciertos elementos del escenario y alcanzar lugares que de otra manera serían inaccesibles, una vez terminadas las fases se desbloquea la posibilidad de jugarlas contrarreloj, podemos comprar con monedas algunas ayudas en la tienda, y por supuesto, sigue contando con modo para dos jugadores de manera local, desde la misma consola.

Comentar que vuelven las fases acuáticas, una de las señas de identidad de la saga, algo que gustará a muchos –son especialmente bonitos los efectos de agua-, y que la música vuelve a estar a cargo de David Wise, el compositor de las bandas sonoras de los juegos de Donkey Kong Country de Super Nintendo, que nos ha sorprendido en esta nueva entrega con unas melodías especialmente elegantes y con buen gusto, un tanto atípicas para lo que estamos acostumbrados en un plataformas, pero que nos han encantado.

Un plataformas excepcional

Sería extraño considerar a un nuevo juego de Retro Studios un "tapado", una desarrolladora que solo nos tiene acostumbrados a juegos sobresalientes, pero es cierto Donkey Kong Country: Tropical Freeze no está causando el ruido o la expectación que se merece por lo que nos ha demostrado en este último e intenso contacto, que con tan solo jugar un par de mundos ya nos ha dejado muy claro que estamos ante uno de los mejores plataformas de los últimos tiempos. ¿Continuista? Sí. ¿Sobresaliente? También. Un título ineludible para los amantes del género, que sin grandes revoluciones, nos va a dar horas de diversión para rato.

Redactor