Por culpa de varias filtraciones, Dark Souls III ha sido una de las sorpresas peor guardadas del E3 2015, pero eso no le ha impedido ser uno de los mejores juegos de la feria, de los más prometedores para 2016. From Software ya es un valor seguro, y tras Demon's Souls (2009), Dark Souls (2011), Dark Souls II (2014) y Bloodborne (2015), es complicado no esperar de este Dark Souls III poco menos que un juegazo, y más sabiendo que vuelve el padre de la criatura, Hidetaka Miyazaki, que codirigirá esta tercera entrega junto a Isamu Okano.
Presentado oficialmente en la conferencia de Microsoft el día antes de que arrancara la feria con un tráiler CG, durante los tres días que ha durado el E3 la prensa de todo el mundo hemos podido ver por primera vez en acción Dark Souls III. Con una demo explicada por el propio Hidetaka Miyazaki, que en cuestión de cinco años se ha convertido en una de las figuras más respetadas y admiradas de la industria del videojuego. Fue un breve contacto con esta nueva entrega, pero nos sirvió para ver cómo lucirá gráficamente, y conocer algunas novedades del sistema de combate.
Al ser la primera entrega de la saga Dark Souls desarrollada en exclusiva para la nueva generación (PS4, Xbox One y PC), vamos a recorrer los escenarios más grandes y complejos que hemos visto nunca en un Souls, y cualquiera punto que veamos a lo lejos en el escenario podremos alcanzarlo. Tendrá menos localizaciones o mapas que la anterior entrega, pero cada uno de estos lugares será mayor y los distintos escenarios estarán mejor conectados. La demo transcurría en un gigantesco castillo, y como algunos habíais intuido, arquitectónicamente por momentos nos recuerda a Bloodborne, aunque manteniendo su propia personalidad.
En la saga Dark Souls un sol apagado siempre ha sido protagonista en la ambientación, y en esta tercera entrega han aprovechado la potencia del nuevo hardware para ofrecer una espectacular iluminación volumétrica, que mejora muchísimo el aspecto gráfico. Esto junto a un complejo y notorio sistema de partículas, y físicas avanzas del viento, que mueven los tejidos y los millones de partículas de ceniza que envuelven los escenarios. Para que os hagáis una idea se ve un poco mejor que Bloodborne, y respecto a Dark Souls II, sí nos parece un salto considerable en todos los aspectos.
Una vez que vimos la inmensidad del mapa, su complejidad arquitectónica y las mejoras en la iluminación y las partículas, pasaron a enseñarnos lo verdaderamente importante, la jugabilidad, que si bien es continuista, tiene algunos cambios y mejorables rápidamente apreciables. Para empezar el combate es más rápido y ágil, sin llegar al extremo de Bloodborne, pero sin duda con un ritmo mayor respecto a anteriores Souls.
Esto quiere decir que nuestro personaje se mueve más rápido, rueda por el suelo a mayor velocidad, y los enemigos por supuesto están a la altura de este incremento de la agilidad, atacando con más fiereza y rapidez. No os asustéis por esto que os estamos contando, sigue siendo puro Dark Souls, pero se nota que en From Software están muy satisfechos del resultado de Bloodborne y su buena acogida, y han pensado que un incremento de la velocidad en los combates no le sentiría mal a esta tercera entrega.
El combate no solo es más rápido, también más complejo, gracias a que tenemos nuevos ataques con las espadas, que hacen más rica si cabe la jugabilidad. Ahora podemos adoptar una postura de preparación, que desbloquea nuevos movimientos. Por ejemplo con una espada mediana, la colocamos apuntando hacia adelante, bastante alejada del cuerpo, y podemos hacer una embestida que rompe la guardia del enemigo, por ejemplo apartando su escudo. Estos nuevos ataques de preparación son lentos y nos dejan muy vulnerables mientras estamos en esa pose, pero son también muy espectaculares y útiles.
Con una espada enorme podremos realizar un ataque de lanzamiento, levantando al enemigo varios metros del suelo, un movimiento que nos confesó el propio Miyazaki está inspirado en el manga Berserk, del que han tomado buena nota para los movimientos con espadas gigantes. También vuelve el uso de las dos espadas, y ahora con estas podremos realizar un espectacular ataque giratorio, muy útil cuando estemos rodeados de muchos enemigos. Básicamente todas las armas que conocíamos tendrán dos o tres nuevos ataques.
Algo de lo que más nos sorprendió fue ver lo útil que se ha vuelto el arco corto. Ahora si tenemos fijado a un enemigo, nada más esquivar un ataque podemos disparar el arco rápidamente, por lo que se convierte en un gran recurso, y nos comentó que esta manera de esquivar y atacar con el arco de manera tan rápida, es similar al felino comportamiento de Legolas de El señor de los anillos. Sabemos que la saga Souls coge prestados elementos de muchas lugares, pero nos encantó escucharlo de boca del propio Miyazaki, cercano y transparente, sin ocultar sus fuentes de inspiración.
Los enemigos que vimos en esta demostración contaban con el acertado diseño de siempre. Vimos desde una especie de perros de ceniza -muy similares a los de Bloodborne, casi diríamos que comparten animaciones-, hasta unos poderosos caballeros con un escudo enorme, muy difíciles de derrotar, incansables y muy activos. También vimos a un enemigo común transformarse en una enorme bestia compuesta de una extraña sustancia que manchaba el escenario –esto parece una nueva mecánica, que no nos quisieron explicar de momento-, y el momento más espectacular de la demo fue la aparición de un imponente dragón de piedra, que de repente vino volando y se posó en un muro, empezando a escupir enormes bocanada de fuego por los alrededores, calcinando a los enemigos. Por lo que tuvieron que buscar una ruta alternativa, ya que parecía imposible hacerle frente.
Esta demo estaba centrada en el combate con espadas, y hay muchas cosas que no nos mostraron, como las magias, o las novedades en el modo online. También nos dijeron que el componente rolero del juego se verá incrementado, pero no nos explicaron cómo. Tampoco dieron demasiados detalles de la historia, y solo sabemos que girará en torno a Lord of Cinder, que habrá unas lápidas bien escondidas que nos darán interesantes detalles del argumento, y que como ocurría en Bloodborne, los elementos de los escenarios nos darán mucha información por sí solos.
Como no podía ser de otra manera, la demo no podía acabar sin mostrarnos un impresionante jefe final: ‘Dancer of the Frigid Valley’. Una terrorífica bailarina, alta y espigada, que luchaba con una espada de fuego, y que iba incendiando de manera espectacular los elementos del escenario que golpeaba, como unas telas que colgaban del techo, que se terminaban consumiendo por las llamas. Al igual que en Bloodborne, cuando ya le habíamos quitado gran parte de la vida, entraba en un estado de rabia y empezaba a realizar nuevos ataques, gracias a una segunda espada.
Uno de los juegos más prometedores de 2016
Es cierto que han salido demasiados Souls en apenas cinco años, y el propio Miyazaki es consciente de ello, y ha dicho durante estos días en el E3 que ahora que él es el director de From Software esto puede cambiar, y que incluso no descarta probar suerte en otros géneros o ambientaciones. Aunque Dark Souls III no será ni mucho menos el final de la saga, sí ha dicho que será un punto de inflexión, y que vuelva a la dirección tras la primera entrega nos hace tener muchas esperanzas en que vamos a estar ante un juegazo, que va a superar sin demasiados problemas a la secuela. Queda mucho por conocer todavía de este juego, pero nuestra primera toma de contacto no podría ser mejor, y es sin duda uno de los juegos más importantes que llegarán en los primeros meses de 2016 para PlayStation 4, Xbox One y PC.