El debate sobre la importancia de la potencia gráfica de un videojuego se ha intensificado en esta generación de consolas. Durante años hemos visto títulos hechos con un presupuesto de muchos ceros que lo apostaban todo en el acabado técnico, para al final acabar transmitiendo menos que otros juegos que ponían todo su esfuerzo en lo artístico y no en la fuerza bruta. El mundo de Zelda: Breath of the Wild, con su estilo animado y sus sistemas, era capaz de contar más que el escenario fotorrealista repleto de detalle de Horizon: Zero Dawn; muchos juegos independientes con apartados técnicos austeros se han colado entre las listas de Juego del Año de muchos medios dejando atrás a producciones de millones de dólares. ¿Se había llegado a tal punto técnico generalizado que había dejado de importar la cantidad de polígonos de cada brizna de hierba o lo realista de los efectos del chapoteo en un lago?
Entonces llegó Red Dead Redemption 2. Rockstar nos dejó durante decenas de horas inmersos en el mundo abierto más realista jamás visto en un videojuego gracias a su mezcla de potencia bruta y sistemas de juego. Su interpretación del Oeste americano estaba plagada de animales que se comportaban como tal, y de personajes con rutinas y reacciones creíbles. Pero también era un título con una atención por el detalle enfermiza. Los rayos de sol que inundaban valles y mesetas, las animaciones de los personajes, las texturas de la barba de Arthur y las arrugas de su frente, una distancia de dibujado pasmosa; quizá el ejemplo que mejor representa todo esto es aquella anécdota de que los testículos de los caballos se hacen más grandes cuando tienen calor – o los datos en bruto: la empresa de los hermanos Hauser grabó 1200 actuaciones de captura de movimiento y 700 actores de doblaje para que cada uno de los personajes del juego fueran únicos, a los que después se personalizó con 300.000 animaciones hechas a mano. Todo esto no solo era espectacular y una demostración de fuerza, sino que contribuía a introducirnos en un mundo ficcional como pocas obras culturales habían hecho anteriormente.
El mundo más realista visto en un videojuego
Red Dead Redemption 2, en su versión para ordenador, es el nuevo techo gráfico de los videojuegos. Es fácil ver una captura de pantalla o incluso un vídeo y pensar: "no es tan distinto a lo que jugué en PlayStation 4 y Xbox One". Es cierto. Pero el asombro le llega a uno cuando empieza a fijarse en los detalles durante las primeras horas de juego, o al menos, eso es lo que nos ha pasado a nosotros. Cuando entramos a la taberna del primer pueblo y empezamos a pelearnos con todo quisqui, evidentemente, notábamos que todo funcionaba ahora a 60 fotogramas por segundo; era más fluido. Pero cuando ya llevábamos unos pocos puñetazos propinados y recibidos fue cuando nos dimos cuenta de que las texturas de las ropas, de las sillas partidas, y sobre todo de las caras, son mucho más detalladas y realistas: los poros de la piel, los pelos de la barba y las pecas de los cuerpos nos hacen dudar de si estamos viendo un juego o una de esas carísimas animaciones que se hacen para mostrar el potencial de un motor gráfico con efectos que nunca llegan a verse en productos comerciales. Cuando ese hombre enorme nos echó del bar por la ventana para pelearnos en el barro mojado no podíamos dejar de mirar cómo los granos de mugre se nos pegaban en la chaqueta y los detallados surcos que las botas dejaban en el suelo.
Rockstar no solo ha mejorado las texturas de todos los elementos del juego, sino que ha creado desde cero algunas de ellas, como las del pelaje de los animales, las hierbas del suelo y las espinas de los cactus. También han aumentado de manera notable la distancia de dibujado y se han introducido nuevas sombras que son perceptibles hasta en el horizonte. Al entrar en un lago, el agua tiene efectos más realistas, y la iluminación se ha mejorado hasta el punto de que parece que haya HDR sin que esté activado. Pero esta incompleta lista de mejoras tiene como objetivo transmitir algo. Si habéis jugado a Red Dead Redemption 2 seguro que en vuestros primeros paseos a lomos de un caballo no parabais de girar la cámara buscando el punto más lejano, los ángulos más especulares, los haces de luz que te deslumbraban… Algo que se deja de hacer cuando uno se acostumbra. Hemos jugado la aventura de principio a fin, y en la hora y pico que estuvimos vagando por el Oeste en su versión de PC no podíamos parar, de nuevo, de juguetear con la cámara.
Todo esto consigue que los momentos en los que RDR2 nos dejaba boquiabiertos vuelvan a producir el mismo efecto. Tuvimos la oportunidad de jugar la misión de la mansión (si habéis jugado al título, sabéis a qué nos referimos; si no lo habéis hecho, no queréis que entremos en detalles): las antorchas dibujaban realistas haces de luz en la oscuridad, los disparos iluminaban a los personajes a nuestro alrededor, y las lámparas creaban sombras sugerentes en las ventanas del lugar. Si conocéis la situación de la versión de consolas, vivirla aquí es como volver a ella por primera vez. Estas son las características técnicas del PC en el que lo probamos:
- CPU: i9 9900K @ 3.6GHz (8 núcleos, 16 hilos, 16MB Cache)
- GPU: RTX 2080 Ti
- RAM: 32GB RAM
- Placa base: Gigabyte Z390 Aorus Ultra
- Disco duro: SSD 2x Samsung EVO 970 1TB M.2
- Fuente de alimentación: 1200W
Si queréis saber si vuestro ordenador podrá moverlo con soltura, podéis consultar aquí sus Requisitos mínimos y recomendados.
Pensando en el PC gamer: decenas de opciones para personalizar la experiencia
Es evidente que no todos los jugadores de PC podrán jugar a Red Dead Redemption 2 como nosotros lo hemos hecho, a 4K y 60 FPS, pero Rockstar no quiere que nadie con un ordenador relativamente reciente se quede sin la posibilidad de conocer la historia de Arthur. El juego no es un port, sino una versión hecha desde cero para este sistema, lo que se traduce en varias cosas. En primer lugar, tiene muchísimas opciones gráficas para que cada cual encuentre su propio equilibrio entre calidad y rendimiento: distintos ajustes para los distintos tipos de sombras, para el detalle de los efectos del agua, para la iluminación, para la distancia de dibujado, la posibilidad de usar relaciones de aspecto 21:9 y múltiples pantallas; una lista de opciones en la que había que hacer scroll con el ratón varias veces para verlas todas.
Hablando de ratón: el control con teclado y ratón es más accesible que con mando. Al coger el pad de Xbox One no recordábamos cuál era el botón de hablar con un personaje y cuál el de darle un puñetazo; el esquema de control de RDR2 es completo y complejo, capaz de crear situaciones tan problemáticas como hilarantes. Con teclado y ratón se maneja genial y podemos personalizarlo como queramos – eso sí, aunque se ha reducido el autoapuntado, nos ha parecido demasiado fácil apuntando de esta manera más precisa, y pocas veces hemos necesitado usar el Dead Eye para ralentizar el tiempo.
Por último, la versión de ordenador también se libra de las limitaciones de espacio de los blu-rays y los discos duros de las consolas. El juego ocupará 150GB en PC. Esto no se debe solo a las texturas de mayor resolución y a todos esos efectos renovados, sino también a que el sonido se ha incluido sin comprimir, a que la instalación incluye desde el primer día Red Dead Online y a un modo foto repleto de opciones.
"Arthur, sonríe a la cámara"
Tras probarlo un buen puñado de minutos nos parece incomprensible que Red Dead Redemption 2 llegara al mundo sin un modo foto. Rockstar ha construido uno de los modos fotos más ambiciosos que nos hemos echado a la cara. Hay dos modos: con orbital podemos hacer lo que queremos alrededor de Arthur, y con el modo libre nos podemos separar de él hasta 20 metros. Lo interesante es que la herramienta es muy versátil: podemos cambiar el tipo de lente, modificar la distancia focal, la exposición (podemos bloquearla para conservar una iluminación concreta y después mover la cámara), cambiar el contraste, elegir entre una amplia variedad de filtros (desde el típico blanco y negro hasta uno de "borracho" que distorsiona la imagen) e incluso seleccionar la intensidad del filtro. Vamos a ver grandes imágenes gracias a esto, aunque habrá limitaciones: las cinemáticas nos permiten activar el modo foto, pero no podremos mover la cámara; lo mismo ocurrirá, probablemente para evitar imágenes desagradables o subidas de tono, al cazar o al darnos un baño.
Sin embargo, seguro que los modders se las apañan para cambiar eso, o para meter a CJ de GTA San Andreas en el Oeste. Grand Theft Auto 5 está viviendo una época dorada en ordenador no (solo) por GTA Online, sino también por esos servidores privados hechos por modders donde la gente hace rol interpretando a un personaje. ¿Veremos esto en Red Dead Redemption 2? Los creadores de ese mod están trabajando en ello, y desde Rockstar aseguran que la política de la empresa será la misma que con el último GTA: ser permisivos, pero se luchará contra "toda aquella modificación que pueda afectar a la experiencia de otros jugadores", según nos dijo un portavoz del estudio. Es decir, trampas para llenarte de lingotes de oro en Red Dead Online no; CJ cabalgando por las llanuras sí.
El objetivo principal de RDR 2 en PC está claro: llegar a un amplio público sin consolas (y a mercados donde estas no son comunes) para permitirles disfrutar uno de los mejores juegos de la generación. Pero sus mejoras gráficas, ese detallado modo foto y las posibilidades que abrirán los mods apelarán también a aquellos que ya hayan vivido la trágica aventura de Arthur Morgan y la banda de Van der Linde.
Hemos escrito estas impresiones tras probar el juego en las oficinas de Rockstar en España