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Fecha de lanzamiento:
3DS:
PS3, X360, PC, WiiU:
PS4, XBOne:
Switch:
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: Capcom
Producción: Capcom
Distribución: Nintendo
Precio: 45,95 €
Jugadores: 1-2
Formato: Tarjeta
Textos: Español
Voces: Español
Online: hasta 2 jugadores
ANÁLISIS

¿Vuelta a los orígenes? Resident Evil Revelations

A pocos días de publicar su análisis, diseccionamos las claves de esta nueva entrega y os contamos cuánto se parece y se diferencia de los primeros juegos de la saga de terror de Capcom.
Versiones Nintendo 3DS, PS3, Xbox 360, Wii U, PC, PS4, Switch, Xbox One. También disponible en PlayStation 3, Xbox 360, Ordenador, Wii U, PlayStation 4, Xbox One y Nintendo Switch.

Aunque quizás no inventara un género, sí lo popularizó y lo llevo al público de masas, el denominado survival horror, que otros muchos después copiaron e incluso perfeccionaron, como hizo la saga Silent Hill de Konami. Pero Resident Evil, con su primera entrega en 1996 para PlayStation –que después llegaría a otros muchos sistemas-, fue todo un impacto en el género de la aventura, un juego que nunca olvidaremos por las sensaciones que conseguía transmitir y sobre todo, un sentimiento por entonces desconocido para muchos, pasar miedo jugando a un videojuego. Una ambientación terrorífica, sustos, puzles, un escenario abierto y con cierta libertad para explorar, un inventario de escasa capacidad y que teníamos que gestionar con inteligencia, poca munición, y un movimiento "limitado" de los personajes, que no hacía fácil driblar a las numerosas criaturas zombi de esa maldita mansión, en un juego bastante complicado.

Resident Evil 2 en 1998, nos dejó simplemente alucinados, partiendo de las bases de la primera entrega, en un título que venía con dos discos y en el que vivíamos las aventuras de Claire Redfield y Leon S. Kennedy por las calles de Raccoon City, que volveríamos a pisar en otras muchas entregas. La tercera parte, tan solo un año después, Resident Evil 3: Nemesis, aunque nada que ver con las últimas entregas, ya era un pequeño giro hacia la acción, con más momentos de disparos que los dos primeros, pero Resident Evil Code: Veronica para Dreamcast en el año 2000, reconducía la situación, siendo muy fiel a los orígenes de la saga.

Un excelente remake del primer Resident Evil en el año 2002 para la GameCube de Nintendo, y una entrega inédita unos meses después, Resident Evil Zero, seguían siendo puros survival horror, cumpliendo a pies juntillas los preceptos de la serie. Es en 2005 con la cuarta entrega y también para la misma consola de Nintendo, cuando la saga da un giro radical hacia la acción, sin tener en cuenta spin-off o sagas derivativas, como los Gun Survivor o los Outbreak. Resident Evil 4 se nos presentada como todo un juegazo, un título impecable e impactante, pero también es cierto que "reventando", y dejando a un lado, la mayoría de elementos que habían hecho grande a la serie.

En 2009 y ya en la nueva generación de consolas, PlayStation 3 y Xbox 360, Resident Evil 5 sigue el sendero abierto por la cuarta entrega, incluso de manera más radical, al perder cualquier tipo de puzle o momento "reflexivo", apostando por el frenetismo y la tensión en vez de por el terror, y se vuelve un juego de acción en tercera persona más, muy divertido y técnicamente brillante, pero sin nada que aportar a un género plagado de propuestas similares. Todo esto, para cabreo de los muchos seguidores de la saga desde sus inicios.

En el E3 de 2010, junto con la presentación de la nueva consola portátil de Nintendo, 3DS, se anunció Resident Evil Revelations. Poco a poco se fueron conociendo detalles, y lo que más alegro a sus seguidores fue saber que iban a apostar por una jugabilidad clásica, de exploración y puzles, centrándose en el terror y el suspense, con los típicos sustos y la escasez de munición, claves de las primeras entregas. Desde entonces, hemos tenido diversos contactos con el juego, desde una breve demostración en la que se enseñaban los elementos survival horror y nos parecía una clara vuelta a los orígenes, como en un intenso contacto el mes pasado, en el que jugamos sus tres primeros episodios, y tras el cual nos surgieron algunas dudas. Con muchos momentos de acción, y pocos puzles, el arranque del juego te hace dudar de ese supuesto regreso a las bases de la saga, pero ahora tras haber jugado mucho más, y estar cerca de superarlo, tenemos ya más o menos claro qué es este nuevo Resident Evil, y si cumple con lo prometido.

La historia

El argumento de esta entrega va ligado al de Terragrigia, una ciudad flotante construida en el mar Mediterráneo con una avanzada y revolucionaria tecnología, alimentada exclusivamente de energía solar. Un lugar próspero y futurista que por algún extraño motivo al grupo terrorista Veltro no parecía gustarle, y en 2004 realizaron un terrible ataque con armas biológicas, provenientes de la antigua corporación Umbrella, causando un auténtico desastre. La FBC (Comisión Federal contra el Bioterrorismo) decide que la única manera de arreglar esta situación es destruir el lugar, de manera parecida a lo que ocurrió en Raccoon City. Un año después de esto es cuando arranca Resident Evil Revelations, con un clima de pánico ante la posibilidad de otro ataque bioterrorista. Jessica Sherawat y Chris Redfield, miembros de la BSAA (Bioterrorism Security Assessment Alliance) están siguiendo la pista a los terroristas de Veltro, y tras perder el contacto con ellos, será cuando tomemos el control de Jill Valentine.

Jill y Parker Luciani, un nuevo personaje, acaban investigando dentro de un crucero en el Mediterráneo, el Queen Zenobia, lugar donde transcurrirá la mayor parte de la aventura. Si algo choca en esta entrega, es su narrativa, con constantes saltos temporales y de personajes. Tan pronto estaremos controlando a Jill como a Chris, para después vivir un momento del pasado de Parker, jugar con Keith Lumley, un experto en cuchillos, junto a su compañero Quint Cetcham, que forman una peculiar pareja. Un Resident Evil con muchas caras nuevas, desde los protagonistas a los enemigos, incluso puede que demasiadas, a riesgo de no desarrollar todo los personajes como se debería, aunque aún debemos terminarnos el juego para valorar este aspecto.

Los saltos entre personajes, como si fuera una serie de televisión, muchas veces se producen en el momento más emocionante, tras una situación impactante o cliffhanger, y cuando iniciamos un nuevo episodio un vídeo "anteriormente en Resident Evil Revelations" nos recuerda lo que ha pasado en el juego hasta el momento, puro momento televisivo. Por lo demás, quitando la presencia de Jill Valentine y Chris Redfield, personajes que aparecían ya en la primera entrega de la saga, aunque no se habla mucho de su pasado, argumentalmente pocos nexos de unión tiene con los orígenes de la serie, aunque no descartamos que en lo que nos queda por jugar haya alguna que otra sorpresa.

El terror

La ambientación en el barco Queen Zenobia es sensacional, ya sea con el 3D o no activado, si jugamos a oscuras, y con unos buenos cascos, Capcom esta vez sí ha conseguido meternos la tensión en el cuerpo. Sobre todo debido a los inquietantes efectos de sonido, los gritos de terror e inerrables ruidos guturales de las extrañas criaturas que pueblan las estancias del crucero. La música se usa con elegancia, y sabe dejar paso y dar el protagonismo al silencio y el ruido para conseguir meternos miedo. Las manchas de sangre en las paredes y suelos, los cuerpos sin forma definida, y un barco que en su día fue un crucero de lujo ahora ha convertido en un escenario terrorífico, ayudan a generar una gran atmósfera de survival horror.

Ya nos hemos llevado algún sobresalto o susto, os avisamos, ya que los peculiares enemigos a los que nos enfrentamos en esta entrega pueden aparecer de cualquier lado, no perdáis de vista al techo que descansa sobre vuestras cabezas… Los estrechos pasillos y pequeñas habitaciones acrecientan todas estas sensaciones, no es agradable tener que cruzar un vestuario y saber que detrás de cualquier taquilla o desde alguno de los retretes nos puede estar esperando una criatura agazapada dispuesta a tirarse a nuestra yugular. ¿Objetivo cumplido? Casi, ya que los momentos que vivimos fuera del barco con otros personajes, no están tan conseguidos ni son tan terroríficos, y el barco nos parece tan genial, tanto que muchas veces no nos apetece que nos arrastren fuera de él, y estamos deseando volver.

La supervivencia

La munición y los botiquines escasean, pero más o menos dependiendo de lo curiosos que seamos. Esto se debe al bioescaner Genesis, una herramienta muy importante y protagonista en esta entrega. Con ella, y desde una vista en primera persona, podemos explorar los escenarios y encontrar ítems secretos, casi siempre más munición. Si sois tan curiosos como nosotros, explorarais todo, incluso analizareis a los enemigos, y no os faltarán balas ni objetos curativos. Si vais corriendo sin usar esta herramienta, sí que se pueden pasar muchos problemas.

En cualquier caso hay algunas situaciones en el juego, una en forma de flashback, en la que ante la enorme cantidad de enemigos nos veremos con problemas de suministros, y otra en la que nos quedamos sin armas, en las que la supervivencia toma el protagonismo, y lo pasaremos mal. Es más, este Resident Evil invita en muchos momentos a evitar la confrontación directa con los enemigos y dejarlos atrás, con un nuevo movimiento para esquivar sus ataques en el último momento, aunque los estrechos pasillos del barco no nos lo pongan muy fácil. Vuelven los baúles, pero en esta ocasión solo para guardar armas. Podemos llevar tres armas de fuego y un cuchillo y granadas, por lo que tendremos que dejar el arsenal extra en estos lugares, que además sirven para mejorar las armas añadiendo mejoras de potencia, estabilidad, munición, etcétera.

La acción

Las escenas de acción con disparos son muy numerosas, y en algún momento puntual para nuestro gusto incluso demasiado, y en lo que respecta al control y la jugabilidad, aquí se produce un claro desequilibrio entre jugar con Nintendo 3DS tan cual la compramos, o bien con el nuevo periférico Botón Deslizante Pro, que vendrá en un pack junto al juego si así lo deseamos, y que añade un segundo stick a la consola. De esta manera es más fácil apuntar, mirar el entorno, disparar mientras nos movemos, y la acción se vuelve más sencilla. Como ocurría en el apartado del terror, cuando jugamos las secciones fuera del barco deja un poco de lado el survival horror y apuesta más por la acción desenfrenada y directa, alejándose de los orígenes, en situaciones jugables un poco monótonas que no terminan de convencernos, y que por fortuna no son mayoría dentro de la obra.

Los enemigos, unas masas sin forma sustituyendo a los clásicos zombis de la saga, carecen de bastante carisma, aunque pueden llegar a ser muy puñeteros en sus formas más avanzadas, y lobos infectados, hunters, e incluso hunters invisibles hacen aparición, así como algunos jefes finales muy duros y pesados, que nos harán sudar para acabar con ellos. Pistolas, rifles, escopetas, ametralladoras, rifles francotirador, el arsenal será numeroso y abundante para acabar con tantas amenazas, pero como ya hemos dicho antes, solo podremos llevar tres armas de fuego a la vez. Serán tantos los enemigos en ocasiones, que echaremos a correr. Si la acción nos gusta y nos hemos quedado con ganas de más, siempre podremos recurrir a su modo cooperativo, el modo Asalto, que se puede tanto solos como a través de internet o junto a un amigo, y que se central al 100% en la vertiente de acción. Un modo que se desbloquea al terminar la campaña para un jugador.

La dificultad

La saga en sus comienzos siempre se caracterizó por una dificultad bastante dura, que no perdonaba demasiado los errores, y en la que había que gestionar con inteligencia los recursos a nuestra disposición, y no derrochar la munición y los ítems curativos. En la actualidad ya no solo los Resident Evil son más fáciles, sino los videojuegos en general, con un descenso de la dificultad –y complejidad- bastante acusado. Quizás por ello, este Revelations nos ha sorprendido al tener alguna que otra situación complicada en la que nos han matado un par de veces, y en su dificultad por defecto es un reto. Aunque cómo no, habrá niveles de dificultad extras para complicarnos más la vida si queremos.

Si vamos corriendo por los escenarios como locos sin pararnos a explorar y sin tener cuidado, lo tendremos difícil para avanzar, existiendo un pico de dificultad cuando nos acercamos al ecuador de la aventura. Un juego no es mejor o peor por ser más o menos difícil, pero sí es cierto que en un survival horror, un título de terror, si no tenemos esa sensación de amenaza, de que podemos morir en cualquier momento, parte de su gracia se pierde, y si jugamos sin tensión, todo el buen trabajo hecho en la ambientación se puede ir al traste, y eso no ocurre en Revelations.

La exploración

El bioescaner Genesis, a los que nos encanta explorar e indagar, recorrer y buscar por cada centímetro del escenario, le daremos un gran uso, encontrando objetos ocultos que nos proporcionaran más munición. Pero cuando hablamos de exploración en un Resident Evil, no nos referimos a pasar un punto de mira o un puntero sobre todo el entorno como si estuviéramos en una aventura gráfica, sino a patearnos las distintas habitaciones, pasillos e instancias, a perdernos, para dar con nuestro objetivo. Y el barco donde controlamos a Jill tiene mucho de esto, incluso a veces nos hemos visto gratamente sorprendidos perdiéndonos por los pasillos del crucero, algo que cuesta cada vez más que ocurra en un juego.

Tendremos que conseguir llaves y emblemas para seguir avanzando, y cada vez el espacio a recorrer será más grande, con varios pisos y multitud de habitaciones. Cuando consigamos un nuevo emblema para abrir un lugar, tendremos que tirar de memoria y recordar dónde vimos una puerta con ese dibujo, ya que a lo mejor no necesitamos volver allí para seguir avanzando en la historia, pero sí se encuentra dentro un preciado objeto que nos puede hacer la vida más fácil, como una escopeta. Recogeremos mapas, que nos desvelaran el escenario, y la práctica doble pantalla de Nintendo 3DS permitirá tener a la vista en todo momento el mapa, lo que se agradece y mucho.

Otra vez, como en anteriores aspectos del juego, cuando la acción abandona el barco vivimos situaciones completamente lineales y en las que se elimina cualquier elemento de exploración, y por este y otros motivos hemos insistido tanto en que cuando abandonamos a Jill y Parker, Resident Evil Revelations no solo abandona el barco, sino también los orígenes de la serie. Los momentos que nos hemos perdido, que hemos tenido que dar unas cuantas vueltas para encontrar algo, nos han encantado, y nos hace anhelar todavía con más fuerza esa posible vuelta a los orígenes de la sexta entrega, que se viene rumoreando desde hace meses.

Los puzles

Vuelven los acertijos, los enigmas y los puzles, aunque quizás no en la intensidad y dificultad que hubiéramos deseado, algo muy subjetivo también por otra parte, pero que ayudó a que los dos primeros Resident Evil fueran tan buenos juegos. Aquí básicamente tenemos los momentos en los que conseguir determina llave o pieza para poder seguir avanzando, y luego puzles puros. Por un lado los de los cuadros eléctricos, que se repiten varias veces a lo largo del juego. Presionamos primero en la pantalla táctil cada uno de los cuatro tornillos, para con un destornillador quitar la tapa, y después se mostrará ante nosotros varios cables y unos círculos iluminados que tenemos que mover para que los cables estén en el orden adecuado. Vale son curiosos e intuitivos, pero es complicado que tardéis en resolver cada uno más de un minuto, incluso menos de 30 segundos.

Luego sí tenemos algún puzle 100% Resident, por ejemplo uno que nos ha encantado ya bastante avanzada la aventura, en un casino, en el que tenemos que recoger diversas monedas y situar en un lugar una cantidad adecuada para que juntas formen un peso exacto, consiguiendo que tengas que explorar el entorno y pararte a pensar un momento. Es totalmente adecuado, está bien integrado, y nos recuerda a los disfrutados en entregas anteriores, vale, no es el puzle definitivo ni de una brillantez extrema, pero después de haberse casi erradicado los acertijos de la saga, se agradece. El problema que es uno bueno y destacable en más de tres horas y media de juego, y veremos cuando hayamos superado la aventura al completo, si vuelve a aparecer alguno más que sea digno de mención. Pero el simple hecho de que vuelvan a la saga, ya es para estar de enhorabuena.

Los gráficos

Aunque es algo en lo que nadie se para a pensar ni destacar cuando se habla de los logros de la saga Resident Evil, lo cierto es que siempre han sido juegos muy punteros gráficamente y que entraban rápidamente por los ojos. Desde las tres primeras entregas con sus preciosos escenarios prerenderizados, el impresionante Code Veronica de Dreamcast que estrenaba entornos totalmente tridimensionales, hasta Resident Evil 4, un juego referente en la generación de 128 bits que incluso hoy en día no ha envejecido mal, y Resident Evil 5, un título muy puntero que demostraba de lo que era capaz el motor de Capcom para la nueva generación, el MT Framework.

Este mismo motor se vuelve a dejar ver en Nintendo 3DS, tras Resident Evil: The Mercenaries 3D, y demuestra que se ha adaptado como un guante a la nueva portátil de Nintendo. Tras recibir estas Navidades dos juegos tan importantes como Super Mario 3D Land y Mario Kart 7, podemos decir ya sin reservas, que Resident Evil Revelations es el mayor exponente gráfico de la consola, sin más. Luce genial, espectacular, sobre todo teniendo en cuenta la mayoría de títulos que habíamos visto hasta ahora, aunque en lo que respecta al 3D, provoca un enorme conflicto interior.

Es genial jugar con él activado, la profundidad que aporta te consigue meter de lleno en la acción, en la tensión y el terror de ese oscuro barco, y además por primera vez un juego permite desde su menú de opciones elegir diferentes grados de acentuación del 3D, que en su grado más extremo es realmente sorprendente, así como mareante. Pero pese a que con el efecto activado luce muy competente, es con este quitado cuando los gráficos demuestran todo su potencial, con unos excelentes modelados, texturas, y mucha mayor definición en todos sus elementos. Tras haber jugado mucho de las dos maneras, nos quedamos con cómo se ve sin el 3D, sencillamente impecable, aunque será elección del jugador apostar por una u otra forma de jugar.

¿Vuelta a los orígenes?

Bueno, la conclusión es que no del todo, recupera alguno de sus elementos de las primeras entregas, pero en ocasiones de manera tibia, y ciertos momentos de acción desenfrenada sin mucho acierto nos alejan de estos orígenes. El terror, la buena ambientación, algún que otro puzle, vuelven, y los aficionados de la saga sabrán agradecerlo, aunque también se darán cuenta de que no recupera del todo las bases de la saga, y empezamos a pensar que nunca Capcom lo hará. Todavía tenemos que jugar un poco más y terminarlo, y será la semana que viene cuando publiquemos su análisis, pero para que os hagáis una idea, se podría decir que está a medio camino entre los primeros y los últimos Resident Evil.

Una aventura de tamaño considerable, entorno a unas 12 horas de duración, desbloqueando después un modo cooperativo centrando en la acción, el primer juego en Europa que va a usar el segundo stick de la consola, el Botón Deslizante Pro, nuevas opciones de 3D, un sistema de logros interno, doblado al castellano por primera vez en la saga, y de manera muy correcta, con hasta 6 idiomas dentro de su tarjeta, el mayor apartado técnico visto hasta ahora en la consola, sin duda no se puede decir que Capcom no se lo haya currado. Ya solo tenéis que esperar unos días, concretamente el 27 de enero, para comprobar con vuestros propios ojos y manos hasta dónde llega esta entrega, y si es capaz de convencer a los que echáis de menos los orígenes de la saga.

Redactor