Hemos tenido varios contactos con el juego a lo largo de este año, desde la demostración del E3 en la que se intuía la intención del título de volver a las raíces de la saga, hasta la demo que jugamos hace un mes y medio en el Capcom Gamers' Day en la que probamos por primera vez su modo cooperativo, y el Botón Deslizante Pro, el nombre del periférico que aporta un segundo stick a la consola y que se estrenará en Europa con este juego.
Ahora hemos podido superar, durante casi dos horas y media, los tres primeros episodios de esta aventura, en una versión ya casi final con textos y voces en castellano. Y si en nuestras primeras impresiones dejamos bien claro que nos parecía una vuelta a los orígenes de la saga, donde el terror, los puzles y el survival horror en su estado más puro volvían, ahora tras haber comenzado el juego desde el principio y superado estos tres primeros episodios, nuestra opinión ha cambiado bastante.
Estamos un tanto confundidos ante el enfoque de esta entrega, que no es exactamente lo que pensábamos, como explicaremos en las siguientes líneas, ya que tiene más acción de lo que parecía en un principio, y los puzles y la exploración no tiene mucho peso, al menos en el arranque.
Evitando realizar grandes destripes de la historia, explicaremos en unas breves pinceladas en qué consiste. El juego comienza con Jill Valentine y Parker Luciani –un nuevo personaje en la saga- en el mar Mediterráneo asaltando el crucero a la deriva Queen Zenobia. En este transatlántico supuestamente se encuentran Chris Redfield y Jessica Sherawat –otro nuevo rostro-, con los que se ha perdido la comunicación, y nuestro deber será encontrarlos. A partir de este punto de partida, la narración comienza a realizar saltos temporales para contarnos la historia, manejando a distintos personajes en varios escenarios, siendo el suceso más importante para el argumento todo lo ocurrido en Terragrigia y un ataque terrorista.
Terragrigia fue una ciudad flotante construida en el mar Mediterráneo con una avanzada y revolucionaria tecnología, alimentada exclusivamente de energía solar. Un lugar próspero y futurista que por algún extraño motivo al grupo terrorista Veltro no parecía gustarle, y en 2004 realizan un terrible ataque con armas biológicas, provenientes de la antigua corporación Umbrella, causando un auténtico desastre. La FBC (Comisión Federal contra el Bioterrorismo) decide que la única manera de arreglar esta situación es destruir el lugar, de manera parecida a lo que ocurrió en Raccoon City. Un año después de esto es cuando arranca Resident Evil Revelations, con un clima de pánico ante la posibilidad de otro ataque bioterrorista. Jessica Sherawat y Chris Redfield, miembros de la BSAA (Bioterrorism Security Assessment Alliance) están siguiendo la pista a los terroristas de Veltro, y tras perder el contacto con ellos, será cuando tomemos el control de Jill Valentine.
El barco abandonado, oscuro y tétrico, con terribles y desconocidos sonidos, nos evoca a los mejores momentos de la saga, con una gran ambientación. Tras un breve prólogo que sirve para hacerse con los controles, el juego da su primer salto temporal hacia atrás y nos muestra a Jill y Parker en las arenas de una playa, investigando la aparición de unos extraños cadáveres. Aquí es cuando nos enseñan a usar el bioescaner Genesis, una de las mayores novedades jugables de esta entrega. Una herramienta con la que podemos explorar los escenarios buscando secretos como munición o huellas, y que sirve para escáner a los enemigos, muertos o vivos. Según escaneamos un porcentaje se va rellenando, y cuando conseguimos el 100%, nos premian con un ítem curativo. Si escaneamos constantemente a los mismos enemigos, el porcentaje cada vez sube más lentamente, por lo que se valora que seamos "creativos" a la hora de examinar con esta herramienta. Esto se hace desde una vista en primera persona, y resulta bastante entretenido andar buscando secretos por los escenarios.
En este contacto con el juego, no hemos contando con el Botón Deslizante Pro, Circle Pad Pro, o cómo le queráis llamar, más conocido como "el segundo stick". Este ya lo probamos en su día, y os contamos cuánto mejoraba la jugabilidad, al poder mover el personaje y la cámara a la vez. Al no contar con el periférico, que llegará a Europa el 27 de enero junto al juego, tuvimos que jugar con la consola tal cual, y hay que decir que el control no está nada mal. Con el botón deslizante movemos al personaje, y según con la fuerza que lo presionemos andaremos o correremos, aunque realmente siempre estaremos haciendo esto último.
Apuntamos con el botón R, y siempre que usemos un arma, menos el cuchillo, lo haremos desde una vista en primera persona. En este momento el personaje se queda clavado, ya que apuntamos con el botón de movernos, pero si queremos desplazarnos con el arma desenfunda, tendremos que usar el botón L, que nos permite dar pasos laterales cuando estamos en la vista en tercera persona, y movernos cuando estamos con la cámara en primera persona, aunque mientras hagamos esto seguiremos apuntando al sitio dónde lo hacíamos antes de presionar el botón. Vamos, que no podemos movernos y apuntar a la vez, aunque si disparar y movernos, pero sin apuntar a dónde queramos. Un botón importantísimo es el B, ya que si lo presionamos junto con la dirección hacia abajo, daremos un giro de 180 grados, que todos los que hayáis jugado a la saga sabéis lo importante que es.
No solo sirve para eso, también para esquivar a los enemigos. Si en el justo momento de atacarnos un enemigo pulsamos el botón B y una dirección, podremos realizar un movimiento evasivo, que nos libra del monstruo pertinente. Este se ilustra al poco de comenzar en el juego, en una interesante situación en la que por diversas circunstancias no tenemos ningún arma, y tenemos que escapar de los enemigos esquivándolos. En una pequeña habitación un enemigo nos corta el paso, y si le esquivamos a tiempo, este acaba con medio cuerpo metido dentro de un televisor y electrocutado, realizando Jill un cambio de ritmo y giro de cintura que ni el jugador del Barcelona Messi en sus mejores regates.
La pantalla táctil también tiene su importancia, ya que además de mostrarnos el mapa, sirve de inventario, y sobre todo, de acceso rápido al equipo. Con un simple toque podremos pasar de la pistola al bioescaner Genesis, o cambiar de arma secundaria, entre el cuchillo o diferentes tipos de granadas, esto también se puede hacer pulsando en la cruceta digital, pero nos parece muy útil e intuitivo hacerlo presionando la pantalla inferior de la consola. Otro detalle que se ha mejorado y que contamos en anteriores impresiones, que ya nos parecía un poco pesado en la saga, es que ahora cogeremos cualquier objeto tan solo pulsando un botón, sin la típica pregunta de si lo queremos recoger o no.
Los puzles, que en el primer contacto con el juego, en una breve demostración de 25 minutos, parecían tener cierta importancia, ahora jugando al título completo su relevancia parece anecdótica, y encima se repiten. Desatornillamos unos cuadros eléctricos y mediante la pantalla táctil tenemos que mover unos círculos con unos cables. Sencillos y no demasiado interesantes, y es uno de los puntos que hasta ahora más nos ha decepcionado. Hay llaves sí, que tenemos que recoger para abrir nuevas puertas, pero más allá de esos cuadros eléctricos no hemos visto otro tipo de puzles, algo que esperamos no sea así a lo largo de todo el juego. Otro detalle también importante, es que en el arranque es una aventura bastante lineal y pasillera, aunque ya al final del tercer capítulo nos dan un poco más de libertad para explorar y no sabemos si cuanto más avancemos en el juego más abierto se volverá.
En lo que comentábamos al comienzo del texto, al respecto de que tiene más acción de la que esperábamos, esto se produce al saltar entre personajes en distintos lugares, tanto geográficos como temporales. Las partes con Jill y Parker en el barco, son las más survival horror, con una ambientación terrorífica, agobiante, andando por pequeñas salas, con algún susto, escaseando las balas y recogiendo llaves. Pero luego estos momentos se intercalan con otros, protagonizados por ejemplo por Chris Redfield, en los que la acción gana mucho protagonismo, tanto que incluso nos llegó a parecer excesiva.
Los momentos de acción no terminan de enamorarnos, primero porque el control y su fluidez no ayudan, y luego porque los enemigos, una masas blancas sin forma definida con cero de carisma, nos parecen insulsos. Resident Evil es sinónimo de zombis, y aunque en la cuarta y quinta entrega nos veíamos las caras con "infectados", estos no dejaban de ser personas más rápidas y agresivas que los zombis, pero que transmitían unas sensaciones similares. El caso es que los enemigos de esta entrega, que ni son zombis ni infectados, sino unas masas putrefactas de carne blanca, no nos dicen nada. Ojo no son los únicos enemigos, por diversas circunstancias argumentales nos enfrentamos a lobos o a Hunter, pero al menos en el barco, sí parecen haberlo tomado todo estos pálidos putrefactos sin chispa.
En los tres primeros capítulos llegamos a tener una pistola, una escopeta, una metralleta y un rifle francotirador, y además podemos añadir al armamento mejoras, como potenciadores del daño, aumentos de cargador o mayor precisión en el disparo. Tendremos que seguir jugando y ver cómo se equilibra la balanza a la hora de añadir elementos de aventura y exploración, con momentos de acción, pero al menos en el arranque estos últimos tienen más protagonismo.
Hay más detalles para comentar. El juego cuenta con sus propio sistema de logros o trofeos, realizando diferentes proezas, y cada vez que acabamos un episodio nos valoran el resultado, teniendo en cuenta el acierto en los disparos, las veces que hayamos muerto, y el tiempo que hayamos tardado en superarlo. Antes de comenzar un episodio, un vídeo de "anteriormente en Resident Evil" nos recuerda los hechos ocurridos hasta el momento, como si fuera una serie, bastante curioso y de agradecer, acrecentando esa sensación de aventura fracturada en episodios, algo que nos parece apropiado para una portátil. Otro detalle muy curioso, es que no cuenta con puntos de guardado, usando autoguardado, siendo bastante abundante. Algo que puede ser polémico ya que no es habitual dentro de la saga, pero que nuevamente nos parece bien pensado para un videojuego portátil.
La historia se va narrando principalmente a base de vídeos, muy numerosos aunque no muy largos, y la calidad de estos deja un poquito que desear. No por su elaboración, ya que son buenas escenas CG, sino más bien por su resolución, por la calidad de imagen con la que se muestran en pantalla, muy baja. No sabemos si esto es por un problema de espacio en la tarjeta del juego, o porque 3DS no da para más, pero esperamos que en la versión final del título se vean un poco mejor. Sobre el guion, y sin dar más detalles, decir que es una entrega en la que debutan numerosos personajes, en la que se narran hechos muy importantes, y no nos extrañaría que acabe teniendo mucho peso dentro de la saga, y enlace con futuras entregas. De momento un guion bastante interesante e intrigante, y tenemos muchas ganas de saber cómo sigue.
Gráficamente hay que decir que es genial, de lo mejorcito que hemos visto en la consola. El 3D aporta profundidad y atmósfera, y además en el menú de opciones lo podemos acentuar todavía más, independientemente del regulador, teniendo un modo más fuerte y otro extremo que casi marea, pero que es digno de probar. Mientras lo disfrutábamos nos causaba un curioso dilema, por un lado es interesante jugarlo en 3D, siendo más inmersivo, aunque cualquier ligero movimiento debido a la emoción de estar matando bichos nos hace perder el efecto, y en sus configuraciones más potentes, se pierde todavía con más facilidad. En cambio con el 3D quitado tenemos una imagen más limpia, con una gran nitidez, sin un diente de sierra, sin duda unos gráficos muy buenos, que serán un punto de referencia a partir de ahora en 3DS. Por tanto, será decisión del jugador optar con la atmósfera y profundidad del 3D, o una imagen tremendamente limpia y nítida.
En cuando al sonido, como ya sabéis este es el primer título de la saga Resident Evil en llegar con voces en castellano, y el resultado es muy bueno. Con voces que nos recuerdan a otras películas o juegos, y se ha realizado un gran trabajo, muy profesional, y nadie podrá quejarse por el resultado. Pero quien quiera seguir disfrutando con las voces inglesas, podrá hacerlo, ya que en las opciones tenemos un selector de idioma. Audio español, japonés, inglés, francés, alemán e italiano, junto con los correspondientes subtítulos que podemos combinar cómo queramos. Un aplauso a Capcom por esto, algo que ya debería ser casi obligatorio en todos los juegos, y no una excepción.
Acción y aventura, ¿a partes iguales?
Nos gustaría proclamar a los cuatro vientos que la saga vuelve al survival horror, pero no es esa la sensación que nos ha dejado. Por momentos más cercano a los Resident clásicos, en otros más parecido a los últimas entregas, juega en un difícil equilibrio entre los dos estilos de la saga. Compaginando momentos pausados, con sustos, algún puzle y una lograda atmósfera de terror, con otros donde la acción toma todo el protagonismo y el juego pierde consistencia y encanto. Veremos durante más horas hacia qué lado se decanta, pero su interesante historia, la manera de contarla, y sus aspectos técnicos nos gustan mucho, y veremos cómo y en qué cantidades se mezclan la acción y la aventura, que en los tres primeros rounds gana el primer ingrediente, a nuestro pesar. En cualquier caso un excelente título para 3DS, que tenemos ganas de disfrutar al completo, y que le dará mucha más consistencia al catálogo de la consola.