Análisis Death's Door, una divertida fábula sobre la vida y la muerte (Xbox Series X/S, PS5, Switch, PS4, PC, Xbox One)
Puede que 2021 no esté siendo el año más prolífico en lo que a videojuegos indies se refiere, pero ya nos ha dejado algunos títulos muy destacables y recomendables, como Chicory: A Colorful Tale, Loop Hero o Ender Lilies: Quietus of the Knights. Ahora, Devolver Digital y Acid Nerve nos traen Death's Door, una encantadora aventura al más puro estilo Zelda con la que hemos pasado unas horas estupendas, pero a la que le ha faltado un puntito de brillantez para terminar de desplegar sus alas y llegar a lo más alto.
El ciclo de la vida y la muerte
Así pues, nos encontramos con un juego que combina con mucho acierto acción, exploración y resolución de puzles mientras encarnamos a un pequeño cuervo encargado de recolectar las almas de los vivos cuando llega su hora. La historia es una bonita y sencilla fábula sobre la vida y la muerte que nos ha parecido muy amena y entretenida, justificando con éxito todas nuestras andanzas a la vez que nos arranca alguna sonrisa con su particular sentido del humor. No es que sea ninguna maravilla, pero cumple perfectamente con su función y nunca entorpece el ritmo de la aventura.
En lo que respecta a su jugabilidad, comentar que deberemos explorar un mundo relativamente pequeño buscando secretos, luchando contra diversos tipos de criaturas y adentrándonos en peligrosas mazmorras repletas de trampas y rompecabezas. Si hay algo que nos ha gustado es su diseño de niveles gracias a unos escenarios más o menos laberínticos con montones de atajos y con tesoros y coleccionables muy bien escondidos que nos han obligado a prestar mucha atención a nuestros alrededores para dar con la forma de llegar hasta ellos.
Es uno de esos títulos que consigue que el simple hecho de dar vueltas y explorar resulte en una experiencia divertida, algo que cobra fuerza a medida que avanzamos y obtenemos las habilidades necesarias para alcanzar aquellos lugares que inicialmente son inaccesibles, animándonos a regresar a regiones ya visitadas para obtener nuevas recompensas. Sumadle la libertad que se nos da para investigar a nuestro aire y la cantidad de desvíos opcionales que hay y entenderéis por qué nos lo hemos pasado tan bien recorriendo este universo.
A la hora de combatir, sus controles se resumen en un botón para realizar ataques flojos y rápidos, otro para golpes fuertes que pueden cargarse y un tercero para esquivar, además de los diversos artefactos que vayamos obteniendo, como un arco o un hechizo de fuego. Si bien esto podría parecer poco, en la práctica resulta más que suficiente, pues no podremos quedarnos quietos ni un segundo y tendremos que aprendernos muy bien los patrones de los enemigos para calcular el número de golpes que podemos dar antes de que el rival reaccione. Añadidle los peligros del propio escenario y que siempre estaremos en desventaja numérica, y obtendréis unas batallas muy dinámicas y ágiles que nos obligarán a estar muy atentos a todo lo que pase en pantalla para salir con éxito de las encerronas que nos hagan.
La parte negativa de todo esto la tenemos en la poquísima variedad de rivales que hay, algo que acaba pasándole mucha factura al ser un juego que tiende a encerrarnos cada pocos pasos en arenas de combate, de modo que las luchas pierden rápidamente su frescura al tener que eliminar una y otra vez a los mismos enemigos en situaciones que suelen ser demasiado similares entre sí. Eso sí, los jefes son geniales y nos han parecido de lo mejor de toda la aventura, ofreciéndonos unas batallas largas, intensas, espectaculares, con muchas fases y, sobre todo, divertidísimas.
Otro aspecto que no nos ha terminado de convencer demasiado de Death’s Door lo tenemos en sus puzles y en los desafíos que suele plantearnos, muy poco inspirados y faltos de chispa. Tanto es así que el título suele abusar demasiado de cada nueva idea o mecánica que se introduce sin darle ninguna vuelta de tuerca, obligándonos a repetir numerosas veces los mismos pasos para abrir una puerta o un atajo, algo que puede llegar a cansar y que nos ha hecho echar de menos algo más de ingenio y atrevimiento en su desarrollo. Esto resulta especialmente decepcionante si tenemos en cuenta que se trata de un juego cortísimo que hemos completado al 80% en apenas cinco horas y media, denotando cierta falta de ideas.
Lo que sí que nos ha gustado muchísimo es su apartado gráfico gracias a su buena dirección de arte, con un diseño de personajes muy resultón, unos escenarios bonitos y variados, y un uso del color con contrastes muy interesantes. Es un título con una personalidad visual muy marcada y reconocible, algo a lo que también ayuda lo sólido y resultón que es a nivel técnico, con unas animaciones muy conseguidas y unos modelados muy competentes, por lo que poca pega podemos poner aquí.
El sonido sigue la misma tónica y nos deja con una banda sonora realmente buena que capta a la perfección el tono de este viaje, alternando con mucho acierto entre temas épicos, aventureros y melancólicos según lo requiera la situación. Los efectos se limitan a cumplir y no hay doblaje de ningún tipo. Por último, tenemos que destacar que todos los textos están fantásticamente traducidos al español.
Conclusiones
Death’s Door es una entretenida y amena aventura con la que nos lo hemos pasado realmente bien, pero que nos ha dejado con la sensación de que podría haber llegado mucho más lejos. Juega tan sobre seguro que se olvida de sorprender y acaba cayendo en la repetición de una serie de esquemas que le impiden terminar de alzar el vuelo. A pesar de ello, sabe divertir, rara vez aburre, cuenta con unos jefes geniales y su mundo está tan bien diseñado que da gusto recorrerlo y explorarlo. Si os llama la atención su propuesta, aquí encontraréis un viaje al que merece la pena darle una oportunidad.
Hemos realizado este análisis gracias a un código de descarga para PC que nos ha facilitado Cosmocover.