Análisis de Wreckless: The Yakuza Missions (Xbox)
Pocos saben que este juego estaba originalmente planeado para la consola rival de Microsoft, la ya veterana PlayStation 2, pero por arte de magia o por arte de Bill Gates, sus circuitos y coches han pasado a la otra bestia negra del mercado. ¿Y por que hablamos de Double Steal? Sencillo... es la versión japonesa del juego que vamos a analizar. Wreckless: The Yakuza Missions.
Ambos grupos lucharan contra Tiger Takegi, el señor de la mafia que quiere hacer de Hong Kong su patio de juegos privados a base de comprar a la propia policía y acometer actos delictivos uno tras otro. Los caminos de estos sujetos se cruzaran en varias misiones y si en la piel de los policías, por ejemplo, tenemos que parar a unos Yakuza que intentan robar un camión, en la piel de sus antagonistas deberemos robar dicho camión
Todo ello aderezado con un catalogo de vehículos de lo más variopinto entre los cuales podríamos destacar el coche huevo que usan los policías en las primeras misiones o el fantástico Delorean (El coche de Regreso al Futuro) que podremos manejar con los espías, pasando por taxis, vehículos acorazados e incluso un tanque que puede disparar.
Y es que Wreckless se sale de lo que entendemos como juego de conducción a la vieja usanza.
Para empezar la física mezcla conceptos de juegos de simulación rigurosa y de los Autos Locos por lo que lo mismo que haces un derrape para ganar tiempo, al minuto siguiente te encuentras volando entre edificios y cristales rotos, por no decir la increíble experiencia de perseguir a los maleantes por un mercado destrozándolo todo a nuestro paso.
Y es aquí donde empezamos a encontrar problemas en la jugabilidad, la física del juego tiende a la espectacularidad, al desparrame, a coches dando vueltas de campana y grandes tortazos, y todo eso esta muy bien, pero cuando tienes 2 minutos para hacer una misión y a causa del extraño control del vehículo pierdes esos valiosos segundos que te harán falta para llegar a tu destino, mas de un pad de Xbox acabara volando por la ventana mas próxima.
En el tiempo que se nos da para cada misión tenemos otro de los grandes problemas del juego, y es que teniendo en cuenta el gran trabajo que se ha realizado en la recreación de la ciudad de Hong Kong y de los enormes escenarios es una pena que este todo limitado a un casi siempre escaso tiempo que se da para realizar cada una de las misiones, eso limita bastante la sensación de libertad que se nos da al principio y lo aleja rápidamente de juegos como Grand Theft Auto 3.
También es bueno comentar que la duración del juego no es lo que se dice larga ya que una vez pasadas las 20 misiones no tendremos muchos incentivos más para seguir jugando y no existe un modo multijugador (se estuvo barajando pero se desechó a ultima hora) por lo cual se nos antoja algo parco en opciones de juego. ¿Y cual es el principal atractivo entonces? Fácil, lo que por el ojo entra...
Empezando con el altísimo numero de polígonos que muestra en pantalla y acabando por los excelentes efectos de iluminación, estamos ante una delicia para los ojos. Y es que todo lo que se nos presenta ante la vista está realizado de manera magistral, ya sea en modelado, texturizado e iluminación, con especial dedicación al vehículo que manejamos que tiene detallado hasta él ultimo elemento de su carrocería.
Uno de los aspectos más increíbles de los gráficos llega a la hora de poner las repeticiones de las misiones que hemos jugado (pudiéndose salvar estas ultimas en el disco duro) llegando la calidad de estas a tal punto que las podemos confundir con una animación FMV o si nos ponemos generosos incluso a persecuciones televisivas de un telediario cualquiera. Y eso teniendo en cuenta que el juego va a 30 fps pero, unos 30 fps constantes y muy camuflados debidos al excelente uso del enfoque y desenfoque en dichas repeticiones. No solo son impresionantes gráficamente si no que podemos visionarlas con efectos (algunos de estos efectos se ganan al terminar el juego) que harán deleitarse nuestra vista.
Sobre efectos también puede decir muchas cosas Wreckless: luces fluorescentes, calor, humo, explosiones, chispas, todos ellos realizados de manera impecable. Solo hay algunos puntos negros en el apartado grafico, puntos como la desaparición entre parpadeos de los vehículos siniestrados, más propia de un juego de Megadrive que de una consola de nueva generación o que el fondo se suela ver borroso debido a un exagerado efecto de antialiasing, pero son pequeños fallos que no empañan la parte grafica del producto en absoluto
Los otros aspectos del juego como el sonido están cuidados, con una música pegadiza (como siempre) y los sempiternos efectos sonoros de cualquier juego de coches. Si hubiese que destacar algo es que el juego no esta doblado ni traducido, algo que choca puesto que el doblaje, o al menos traducción, parecía que iba a ser una tónica en los juegos de la consola de Microsoft; tristemente vemos que no es así y volvemos a las malas costumbres que otras consolas también poseen.
Y es que no se nos puede ocultar el deseo de que aunaran dicho motor grafico a un juego de las características del Grand Theft Auto 3, lo cual bien realizado podría ser uno de los mejores juegos que podríamos disfrutar en sistema alguno; bajo tanto lanzamiento normalito muchos esperamos que alguien se de cuenta de esto.